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Vida Académica
2017-04-26
Riesgos Geológicos en México
Analizan los peligros y posibles soluciones para la prevención de desastres en México.
Por: Jorgé Contreras Martínez
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Ciclo de conferencias

Dentro de los festejos por los 225 años de la FI, la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra (DICT) organizó el pasado 26 de abril, en el Auditorio Javier Barros Sierra, el Ciclo Riesgos Geológicos en México, con la intención de enriquecer el conocimiento de los estudiantes y profesores.

En el presídium estuvieron los doctores Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica; José Antonio Hernández Espriú, profesor de carrera de la FI; y los ingenieros Óscar Zepeda Ramos, director de Análisis y Gestión de Riesgos del Cenapred; y Gabriel Salinas Calleros, jefe del Departamento de Ingeniería Geológica.

El ingeniero Zepeda, en su ponencia Panorama General del Riesgo Geológico en México, enumeró los principales fenómenos naturales en nuestro país (temblores, erupciones volcánicas, tsunamis, hundimientos y movimientos de ladera o deslaves) y señaló que las áreas de oportunidad para los geólogos se encuentran en los sistemas de monitoreo y en la difusión de alertas.

Explicó que el riesgo geológico se determina midiendo la exposición (número de vidas que pueden perderse, costo y valor); vulnerabilidad y peligro (probabilidad de ocurrencia del evento). "Tratamos de evaluar los fenómenos, modelarlos para saber cómo se comportan y establecer la manera de actuar".

También invitó a los estudiantes de Ciencias de la Tierra a involucrarse en el área de prevención de desastres y con las entidades responsables. "En ocasiones, la gente no sabe qué hacer ante un evento natural. Por eso, como especialistas, tenemos la obligación de ayudar a la población".

En su intervención, el doctor Hugo Delgado refirió que el riesgo volcánico es la estimación de que un proceso eruptivo ocurra en un área, en un intervalo dado de tiempo y, bajo este, las ciudades de Manila, Filipinas; Auckland, Nueva Zelandia; Quito, Ecuador; Seattle y Tacoma, EU; y Nápoles, Italia, son las más expuestas en el mundo.

Lamentó que ninguna ciudad cuente con un nivel de preparación y entendimiento ideal, que integre conjuntos de datos para simulaciones de escenarios en tiempo real y estimaciones de vulnerabilidad.

Para resolver este problema, abundó, se requiere investigación básica, enfocada en la estructura interna, la naturaleza del tremor volcánico, la existencia de cámaras magmáticas, desgasificación, profundidad de las explosiones y actividad efusiva y extrusiva, e investigación aplicada, dedicada a la observación de la actividad, pronósticos, desarrollo instrumental y predicción del nacimiento de volcanes.

A pesar de que México tiene volcanes activos como el Popocatépetl y el de Colima, el doctor Delgado aseguró que el monitoreo es deficiente. "Para coadyuvar en el desarrollo de esta materia ustedes como ingenieros deben interactuar con especialistas, autoridades y científicos sociales".

Por su parte, el doctor Hernández Espriú, en Explotación Intensiva de Acuíferos: Causas, Riesgos y Soluciones Basadas en Modelación Matemática, enfatizó que México es uno de los países que extraen más agua subterránea en el mundo. "Siete de cada diez litros que usamos proviene del subsuelo. También es alarmante que por cada pozo de extracción oficial, haya dos o tres clandestinos".

De acuerdo con el profesor Hernández, uno de los principales efectos de esta sobreexplotación es la subsidencia diferencial, es decir, hundimiento progresivo en diversos puntos de referencia debido a las características del terreno, como fue el caso de la fractura en uno de los lagos de Xochimilco.

"Esto no fue una sorpresa, se sabía que en esta zona había riesgo, así como en Toluca, Celaya, Querétaro y Aguascalientes. Si no mejoramos los modelos de extracción, la siguiente alarma puede ser Aguascalientes", advirtió.

Una solución, agregó, es la recarga gestionada de acuíferos (Managed Aquifer Recharge o MAR), una inyección intencional y monitoreada de agua al subsuelo para incrementar su recarga natural. "Los proyectos MAR han demostrado ser soluciones adecuadas y, para probar si son factibles, la modelación matemática es una herramienta eficaz".

Por último, el doctor Hernández invitó a reflexionar en torno a la extracción de agua, pues los acuíferos podrán entrar en un desequilibrio a nivel mundial a este ritmo. La explotación intensiva es un riesgo geológico que debe incluirse en Atlas de Riesgos y análisis afines desarrollados en agencias y servicios geológicos, finalizó.