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Vida Académica
2017-09-07
Premio Nacional de Ingeniería CIME 2017
Salvador Landeros ha practicado la ingeniería en diversos frentes y descubrió su valor en la función social.
Por: Aurelio Perez-Gómez
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Dr. Salvador Landeros Ayala

El Colegio de Ingenieros Mecánicos y Electricistas (CIME) otorgó su distinción máxima —el Premio Nacional de Ingeniería Mecánica, Eléctrica, Electrónica y ramas afines 2017— al doctor Salvador Landeros Ayala para reconocer su trayectoria profesional, sus méritos personales y laborales en beneficio del desarrollo de nuestro país.

La ceremonia se llevó a cabo el pasado 7 de septiembre en el Salón de Actos del Palacio de Minería; la mesa de honor estuvo integrada por los doctores Leonardo Lomelí Vanegas, secretario General de la UNAM y representante del rector Enrique Graue Wiechers; Carlos Agustín Escalante Sandoval, director de la Facultad de Ingeniería; Rodolfo Neri Vela, Premio Nacional de Ingeniería CIME 2010; Julio Mendoza Álvarez, secretario General del Instituto Politécnico Nacional; y José Francisco Albarrán Núñez, vicepresidente de la Academia de Ingeniería; así como los ingenieros Rafael Contreras Borrayo, presidente del CIME, Javier Jiménez Espriú, Joel Ortega Cuevas, Raúl González Apaolaza y Rafael Jiménez Ugalde de la SEFI.

En su participación, el doctor Neri Vela, primer astronauta mexicano, aseguró el doctor Landeros es un claro ejemplo de lo que un ser humano puede lograr en su profesión mediante el esfuerzo, la perseverancia y el amor a su trabajo. Recordó que tienen cuarenta años de amistad: "Hemos recorrido varios senderos juntos, a veces contra la corriente, pero la mayoría de los casos han sido experiencias profesionales que nos han llenado de satisfacción".

Destacó en la semblanza del doctor Landeros a un luchador incasable, decidido y seguro de sí mismo, Que desde muy joven mostró un gran interés por las matemáticas, que lo llevó a estudiar ingeniería. Al concluir sus estudios en la FI decidió continuar con la Maestría en Ciencia en la Universidad de Pennsylvania, EUA donde "conoció a su primer y más grande amor: la Teoría electromagnética", relató.

A lo largo de su brillante carrera, ha dirigió 40 tesis, publicado decenas de artículos en revistas internaciones y ha impartido cientos de cursos de ingeniería para licenciatura y posgrado. Estudió el doctorado en la UNAM y ha sido profesor visitante en la Universidad Politécnica de Madrid.

Afirmó que el doctor Landeros es un incansable defensor de la ciencia, la tecnología y el progreso: "Ha continuado sin cesar con su labor profesional para engrandecer a México, a la UNAM, a la Facultad y a la honrrosa profesión de la ingeniería".

El doctor Landeros explicó que cuando alguien obtiene un premio o reconocimiento, éste no es producto de un esfuerzo unipersonal, sino que es el resultado del apoyo, la colaboración y la entrega de muchas otras personas (familiares, amigos, padres, colaboradores, alumnos) "Por eso quiero reconocerlos y honrarlos en este acto solemne", expresó y lo hizo extensivo a todos los ingenieros que día a día dignifican y enaltecen la profesión haciendo una gran nación. Recalcó que siempre ha buscado contribuir con su grano de arena para el beneficio del país: "el único premio que he anhelado en mi vida, es un México de justicia y de igualdad de oportunidades".

Educado en el seno de una familia queretana de 11 hermanos, con valores de lealtad, honestidad, bien común, respeto, equidad y congruencia como parte de su vida diaria. Su padre le enseñó que lo que se siembra, se cosecha y el doctor Landeros agrega lo que decía James Allen: "Ley de la cosecha es cosechar más de lo que se siembra. Siembra un acto, y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosechas un carácter. Sembrar un carácter y cosechas un destino."

Se considera un claro ejemplo de cómo las universidades públicas son un factor clave de movilidad social y cultural. "A ella le debo mucho de lo que soy; por ella, recibo este premio; por ella, mis hijos y mis alumnos serán mejores que yo; por ella, México será mejor... me refiero a la Universidad Nacional Autónoma de México".

Además, manifestó que es necesario redoblar esfuerzos para que las universidades formen mejores estudiantes y excelentes ingenieros, y hacer un cambio en los paradigmas educativos, ya que las ingenierías requieren más prácticas profesionales y vinculación, manteniendo un enfoque moderno y actualizado; conjuntamente ampliar la oferta con nuevas carreas (ingeniero aeroespacial, del internet de las cosas, de nuevas realidades, diseñadores de órganos y de nanorrobots médicos) sin detrimento de las ya existentes: "Nunca debemos perder la herencia y la esencia de nuestras instituciones".

Aseguró que ante los enormes retos y las oportunidades en el país, la ingeniería mexicana debe estar comprometida en el fortalecimiento de la innovación y el desarrollo tecnológico, en la realización de proyectos de alto aliento y en la mejora del capital humano mediante la certificación profesional y su internacionalización.

Subrayó que ha practicado la ingeniería desde diversos frentes: diseño, cálculo, proyectos, planeación en la docencia y la investigación, donde descubrió que el verdadero valor de la ingeniería radica en su función social. "Ha sido un gran privilegio pertenecer a este gremio; me ha llenado de orgullo y satisfacción haber participado en importantes proyectos que han contribuido al desarrollo de México".

Apuntó que sólo cabe progresar, cuando se piensa en grande; sólo es posible avanzar, cuando se mira lejos, como decía Ortega y Gasset, "Creo en un sueño imposible, al cual tengo que ser fiel y luchar por un mundo mejor", concluyó.