Treinta y nueve alumnos de la Facultad de Ingeniería formaron parte de los deportistas universitarios que recibieron el abanderamiento del rector Enrique Graue Wiechers previo a la temporada de competencias, el 19 de abril en el Frontón Cerrado. En total más de 500 estudiantes participaron en la ceremonia, que fue la toma de protesta para la Universiada, la Olimpiada, Paralimpiada y Campeonato Juvenil nacionales.

Ante la cifra más alta, 257, de competidores de la UNAM en la historia de la Universiada, el doctor Enrique Graue Wiechers aseguró que el compromiso, el sacrificio adicional, la posibilidad de perder, pero también de ganar, que genera el deporte son una forma complementaria de aprendizaje. En el presídium lo acompañaron Javier de la Fuente Hernández, secretario de Atención a la Comunidad Universitaria, Alejandro Fernández Varela Jiménez, director general del Deporte Universitario y atletas y entrenadores destacados.

Lucha y Rugby son las disciplinas en que la FI cuenta con más representantes: Letzy Contreras, Patricia Cruz, Teresa Santiago, José Luis Calixto, Erick Herrera, Luis Juárez, César Mendoza, Mariano Pacheco, Daniel Salmerón y María Fernanda Hernández, Juan Antonio Jiménez, Eduardo Juárez, Manuel Meza, Mario Rodríguez, Andrés Rodríguez, respectivamente.

Atletismo y Fútbol asociación son los otros favoritos con: Citlaly Marcos, Ángela Sánchez, Ernesto Santillán, Andrés Urbina, Alfonso Zárate y José del Carpio, Alonso Chávez, Jesús Guillén, Luis Monterrosa.

Enrique Anaya se pondrá la camiseta para Bádminton, Daniela García en Softbol, Óscar Hernández para Tenis de mesa, Ximena Moreno en Tocho bandera, y Mónica Malavar y Natividad Sebastían para Voleibol de sala. Mientras que en Boxeo Alan Trejo, para Judo Carina Chávez y Eduardo Martínez, Levantamiento de pesas Grecia González y Raúl Juárez son nuestros representantes.

Los ingenieros no podían faltar en deportes como Escalada con Patricio Suárez y Balam Aquino, Esgrima con Fátima García y Abraham Lázaro, y Triatlón con Georgina García.

Carina Chávez, quien formó parte de la escolta de Olimpiada Nacional, habló con entusiasmo sobre cómo compagina el Judo y la ingeniería, las dos actividades que más adora en la vida: "Con una buena organización puedes hacer maravillas, pero debes comprometerte con las actividades en las que quieres alcanzar algo, a pesar de tener que sacrificar descanso, actividades recreativas o relaciones sociales".

Ya en 2017 su empeño dio frutos con medallas de bronce en la Universiada y Olimpiada Nacional de ese año: "He trabajado mucho para llegar mejor preparada, quiero ocupar un puesto más alto en el pódium. Estoy emocionada pero trato de mantenerme enfocada". A pesar del nivel de excelencia de sus rivales, consideró que la competencia más importante es la que se mantiene con uno mismo y lo que a veces determina las victorias y derrotas.

Gracias a los 5 años que dura Mecatrónica, ingeniería que estudia Carina, espera representar a la Universidad por dos años más, con lo que quiere poder retribuir las oportunidades que ha recibido de la UNAM. "El deporte no es un pasatiempo, sino un complemento esencial en mi vida que me ha dado carácter, disciplina y resiliencia. Estoy en el momento más importante de mi formación, tratando de desarrollar mis habilidades para que el día de mañana pueda ser una ingeniera profesional capaz de sobreponerse a los retos y de aportar cosas valiosas a la sociedad", concluyó.

La rutina para Abraham Lázaro no es tan diferente: levantarse antes de las 5:00 de la mañana pare recorrer el largo camino a la universidad y llegar a tiempo a clases; comer, estudiar y hacer tarea en las horas libres para luego entrenar hasta la noche. Coincidió en que la organización y la disciplina son la clave para alcanzar sus metas, que incluyen el deseo de realizar una movilidad estudiantil al extranjero, postularse para la Medalla Gabino Barreda, llegar a ser de los mejores 8 sablistas en México y mantener a la UNAM en una posición fuerte dentro del deporte.

Aunque confiesa entre risas que se inició en la esgrima porque le gustaba una chica que estaba en el equipo de su preparatoria, hoy, en el segundo semestre de Ingeniería en Computación y tras 4 años de practicarla, se siente convencido de sus habilidades como atleta, capaz de demostrar los alcances de la pasión puma y de superar los retos que representan los otros contendientes.

La ceremonia de abanderamiento fue para él el incentivo necesario para llenarse de inspiración: “Ver a tantos universitarios deportistas reunidos para escuchar las palabras del Rector me llenó de emoción. Dirigirme a la competencia como representativo de la UNAM en la discplina de la que me enamoré es algo que me llena de orgullo y satisfacción”, comentó.