En abril pasado, los equipos Dzec y Miztli de la UNAM participaron en el Shell Eco-Marathon Americas 2018, realizado en Sonoma, California, Estados Unidos.
Se trata de una de las mayores competiciones de alta eficiencia energética, con sedes también en Asia y Europa, donde estudiantes de universidades de todo el mundo son convocados a diseñar, construir y poner a prueba sus vehículos a una serie de evaluaciones técnicas y, de calificar, a un desafío de kilometraje: llegar lo más lejos posible con lo la menor cantidad de combustible.
El certamen cuenta con dos categorías: Prototype y Urban Concept, y a su vez, los autos se dividen de acuerdo al tipo de energía que utilicen: motores de combustión interna, batería eléctrica e hidrógeno. Ambos equipos participaron con prototipos en la modalidad de batería eléctrica.
Kalani, voz náhuatl que significa el sonido del estruendo de dos metales al chocar, es el nombre del prototipo con el que participó Dzec (escorpión en maya), equipo creado en 2017 e integrado por 9 estudiantes de la Facultad de Ingeniería: Nikolai Ornelas Fitz, Carlos Ismael Vázquez Suárez, Heriberto Ávalos de León, Enrique Gabriel Munive Roldán, Itzel Ortiz Sánchez, Claudia Egremy, Karen Jiménez, Óscar Valdez y Areli Reyes.
Para ellos, el Shell Eco-Marathon Americas 2018 es su segunda competencia en menos de un año; la primera fue en Brasil en noviembre de 2017. Su prototipo pesa 36 kg, alcanza una velocidad de 45 km/h y cuenta con chasis de aluminio con una carrocería de fibra de vidrio, todo manufacturado por ellos.
El haber llegado a la competencia representa un gran paso, fruto de esfuerzo y trabajo colaborativo. Empapados de la experiencia de ambos concursos, esperan participar nuevamente en Brasil este año y obtener resultados satisfactorios, así que, para alcanzar esa meta, invitan a alumnos y empresas a sumarse al proyecto.
En cuanto a Mako, sus creadores, alumnos de la Facultad de Ingeniería y de Diseño Industrial conformados en el equipo Miztli —en honor a la mascota de la Universidad—, participó una vez más con el prototipo que ha obtenido buenos resultados en otros certámenes y en el que se ha trabajado constantemente para volverlo más aerodinámico.
Satisfechos y convencidos de haber dado un paso adelante este año, pues Mako logró participar en kilometraje, el equipo manifiesta tener ánimo para seguir dando lo mejor e ir avanzando en las siguientes ediciones.
Los estudiantes de la FI Rodrigo Medina Sosa (Ingeniería Mecánica) y Carlos Zuñiga Sánchez, (Mecatrónica) de octavo semestre, así como Juan Carlos Rivera Pastelín (Ingeniería Eléctrica Electrónica), tesista en el Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología, comentaron que la competencia fue fructífera en el aspecto de conocer cómo trabajan los equipos de otras universidades, cuáles son sus capacidades y organización.
Subrayaron que, a pesar de la notable diferencia en los recursos económicos que manejan en otras instituciones para este tipo de competencias, el conocimiento proporcionado por la facultad es bastante sólido para hacer un buen papel: "Nos faltaron realizar un poco más de pruebas con el auto para evitar reparaciones contrarreloj; universidades con mayor presupuesto no pasaron las inspecciones técnicas".
Destacan la solidaridad que se respira en la competencia entre todos los equipos, especialmente los connacionales: Escudería Borregos CCM, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Ciudad de México, y Gemelatti, de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME Culhuacán) del IPN, quienes compitieron por primera vez en este evento.
Juan Carlos agradece a su asesor en el área de electrónica de potencia, el maestro José Castillo Hernández, y espera participar nuevamente el próximo año: "Contamos con un motor y controlador eficiente, la UNAM tiene un gran potencial para buscar los primeros lugares".
