Los coros hermanos Ars Iovialis y Alquimistas, de las facultades de Ingeniería y Química, respectivamente, se sumaron a la Orquesta Sinfónica de la Escuela Superior de Música (OSESM), a solistas y a otros coros para llevar al Auditorio Blas Galindo y a la Sala Silvestre Revueltas Ritual de Manuel Enríquez y Carmina Burana de Carl Orff.

En palabras del maestro Oscar Herrera, director de Ars Iovialis y Alquimistas, trabajar con una orquesta y preparar una obra de la magnitud de Carmina Burana es una experiencia perfecta para que los estudiantes, y en particular los integrantes novatos, aumenten su nivel de exigencia y responsabilidad, y se preparen para futuros retos, tanto en la intensa actividad de ambos grupos como en la vida académica y profesional. En particular para los universitarios, con la cercanía del fin de semestre, la disciplina se convirtió en un componente clave.

Gracias a este compromiso con la excelencia, uno de los barítonos de nuestra Facultad, Nisar Karim Oribe Orihuela, fue seleccionado como solista para el sexteto Si puer cum puellula. Alumno de Ingeniería Geofísica y trabajando actualmente en su tesis dedicada a los sismos, Karim dedica sus ratos libres a la música.

"Los ingenieros podemos hacer cosas maravillosas, pero a veces nos inclinamos tanto por lo técnico que nos desconectamos de nuestro verdadero propósito como profesionistas. Con el Coro somos capaces de regresar a esa sensibilidad tan necesaria para resolver apropiadamente los conflictos de nuestro país", explicó Oscar Herrera respecto al papel de la formación humanística en la FI.

Agregó que uno de los aspectos más disfrutables de esta colaboración fue el que, al ser de entrada libre permitió que ambas funciones se llenaran con familias que crearon un ambiente muy particular, así como un acercamiento con espectadores muy jóvenes.

David Rocha, director titular de la OSESM, agradeció el apoyo prestado por Ars Iovialis y los Alquimistas, por los coros Convivium Musicum y de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, por la Cantoría de Niños de la Escuela Superior de Música y por los solistas Fernanda Allanda, Yunuen Flores, Gregorio Hernández y Alejandro González para cumplir exitosamente con los requerimientos de Carmina Burana y presentarla como la obra monumental que es. Hizo énfasis en la importancia de que se establezcan nexos entre los estudiantes de los distintos ensambles musicales que hay en el país y de fomentar la organización de eventos que favorezcan su crecimiento.