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Investigación y Vinculación
2018-09-11
Ingeniería, obras públicas y sociedad
En el segundo día de la Semana SEFI se abordaron temas de infraestructura aeroportuaria y subterránea.
Por: Diana Baca
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
El ingeniero Raúl González Apaolaza

En el marco de la 13a Semana SEFI, el 11 de septiembre se presentaron dos ponencias sobre aspectos técnicos y repercusiones sociales de obras de gran magnitud en la ingeniería mexicana: el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, por parte del ingeniero Raúl González Apaolaza, y el Doble Túnel Insurgentes-Mixcoac: una Mirada entre lo Técnico y lo Social, del ingeniero César Alejandro Guerrero Puente.

El ingeniero González, de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, aclaró dudas sobre la pertinencia del NAIM, megaobra que abarca los municipios de Atenco y Texcoco, con la conclusión de que el proyecto permitirá incrementar los niveles de competitividad, calidad, servicio, economía e infraestructura del transporte en el país.

El ponente compartió datos acerca de la red de aeropuertos mexicanos, en especial del funcionamiento del Benito Juárez, único no concesionado que actualmente transporta un tercio de pasajeros a nivel nacional y el sesenta por ciento de carga comercial, cuenta con dos pistas que funcionan de manera alternada debido al mantenimiento constante para evitar su hundimiento, agregando capas de asfalto adicionales.

Señaló que desde la administración del presidente Vicente Fox se propuso la creación del Nuevo Aeropuerto, que no se concretó por problemas con los terrenos de ejidatarios, y en cambio se añadió la Terminal 2 al AICM que no solucionó la falta de pistas. Por ello se retomó el proyecto y se cambió la dirección de las pistas (norte-sur) para quedar en su totalidad en los terrenos federales del ex Vaso de Texcoco.

Para asegurar su viabilidad, el centro de investigación MITRE realizó 64 estudios, entre ellos uso, ruta y tráfico aéreos, ubicación y posición de las pistas, topografía, geotecnia, mecánica de suelos y geología, funcionamiento hidráulico, medio ambiente, suministro eléctrico e hídrico, combustibles, vialidades de acceso y economía y finanzas, que tuvieron un dictamen positivo de parte del instituto estadounidense.

Luego detalló la primera etapa de construcción del NAIM: se planeó la creación de tres pistas (la 2, 3 y 6, con uso comercial y de la Fuerza Aérea Mexicana) con operación simultánea y un edificio terminal de 743 mil metros cuadrados con capacidad de servicio para 70 millones de pasajeros por año, y la posterior considerando tres pistas más, un centro intermodal de transporte con estaciones de metro y tren, dos terminales, instalaciones de gobierno y una ciudad aeropuerto.

El ingeniero González subrayó que toda obra pública requiere una manifestación de impacto ambiental y resolutivo, por lo que para aprobar el Nuevo Aeropuerto respondieron con 20 condicionantes, 58 medidas de mitigación y 15 planes y programas para asegurar el respeto a la biodiversidad local, agua, suelo, residuos y calidad del aire y ruido.

Asimismo, planean conseguir la certificación internacional de cuidado ambiental LEED, a través de la captación de lluvia y reducción de uso del 70 por ciento de agua potable, generación de energía en una granja fotovoltaica en sitio y reducción en un 95 por ciento el impacto de ruido respecto al AICM, finalizó.

El ingeniero Luis Rafael Jiménez Ugalde, presidente de la SEFI, le pidió formalmente al ponente las facilidades para que alumnos de la FI sean parte del proceso de construcción y así enriquecer su formación profesional, obteniendo una entusiasta afirmación del ingeniero González Apaolaza.

Túnel Insurgentes-Mixcoac

Enseguida, el ingeniero César Alejandro Guerrero, director general de Obras Públicas de Gobierno de la Ciudad de México, impartió la conferencia sobre el Doble Túnel Insurgentes-Mixcoac en la mejora de la calidad de vida al reducir el tiempo de traslado y mejorar la vista urbana.

Una obra inducida es aquella que se necesita debido a la interferencia de otra instalación previa, como lo fue en este caso la desviación de colectores de aguas negras realizada en la parte de Insurgentes-Mixcoac, explicó.

La tubería, abundó, con la misma ruta que el río Mixcoac tenía que alejarse para dar lugar al paso a desnivel con dos túneles paralelos, por lo que se prefirió crear un solo túnel doble y salvar las trayectorias, no así el colector en Insurgentes y cableados de luz que se sortearon al excavar más profundo.

Explicó el procedimiento de construcción del doble túnel: el colado de las pilas, la instalación de los cabezales en la parte superior para unir las pilas, colocación de troqueles para iniciar la excavación, colar y montar.

La obra fue galardonada con la medalla de plata en la XV Bienal Nacional e Internacional de Arquitectura Mexicana 2018, debido principalmente a la reducción de contaminantes en la zona (44 por ciento) y la creación de 21 mil metros cuadrados de áreas verdes.

"Gracias a este gran proyecto se ha beneficiado a más de 40 millones de personas en un año, ya que en promedio circulan mil 400 vehículos por hora, que han reducido su tiempo de cruce en un 50 por ciento; además, se habilitaron cruceros seguros y banquetas con accesibilidad para personas con capacidades diferentes, se renovó el alumbrado de la zona y se plantaron más de mil árboles", concluyó.

Los ponentes fueron reconocidos por la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería con una litografía conmemorativa de los 225 años de la creación del Real Seminario de Minería, antecedente de la FI, para agradecer su participación en el evento que busca acercar a los estudiantes con el ámbito profesional.