En el marco del ciclo de Coloquios del Programa de Alto Rendimiento Académico de la Facultad de Ingeniería, organizados por la Secretaría de Apoyo a la Docencia y su Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos, Josafat Espinoza impartió la conferencia Neuroliderazgo, el Arte de Hacer que las Cosas Sucedan e Influir en las Personas, el 19 de septiembre en el Auditorio Sotero Prieto.

Josafat Espinoza es un personaje con muchas facetas; resaltan las de empresario, business coach, cantante, compositor y actor, por lo que sugirió a los jóvenes no encasillarse en la categoría de una profesión: "Generalmente en la universidad nos invitan a que nos casemos con un rol y nos lo creemos (eres un ingeniero mecánico, ingeniero civil, etcétera), pero de pronto te das cuenta que en la vida debes ser multifacético, porque el mundo ya es muy versátil y tienes que saber de muchos temas".

Este fue el primero de los paradigmas mentales que hay que asumir o romper para ser un emprendedor exitoso y ejemplificó con su propia vida y trayectoria. Partió de una crisis financiera familiar a raíz de que su padre perdió su trabajo, él estudiaba en el Tecnológico de Monterrey. Con la necesidad de solventar su educación, descubrió que la solución fue pedirle a su cerebro un negocio de poca inversión vendiendo un producto que la gente compre mucho, así, éste detectará por sí mismo todas las opciones y oportunidades que se adapten al objetivo.

Otra recomendación fue identificar nuevos nichos de mercado para vender su producto, eliminando de esta manera la necesidad de lidiar con competencia; en su caso, se le ocurrió vender café a los automovilistas. Al mismo tiempo, llevaba un empleo en Price Shoes, empresa en la que se mantiene, pero ahora como accionista.

Su siguiente gran consejo: despojarse de tu mayor temor enfrentándolo, porque en muchos casos impide realizar tus sueños. Su miedo personal eran las alturas, por lo que tuvo que dar un salto en paracaídas desde un avión, después vio toda la vida de un modo diferente: "Para lograrlo es necesario lidiar con el propio cerebro que siempre es negativo y opone resistencia a estas acciones".

Refirió el caso de su padre cuyo deseo era sanar y dar masajes. Josafat tuvo que ayudarlo a vencer sus reticencias y miedos para salir a la calle con su silla de masajes, así como enfrentar dificultades con la policía por ser ambulantes. Hoy en día y gracias a la perseverancia, el negocio creció y se transformó en el spa Great Life; l la moraleja que se desprende: "Para hacer que una empresa funcione primero hay que pensar en el problema que se quiere atender antes de cómo ser rentable". Ellos descartaron lugares donde se cobra mucho, y de enfocaron en oficinas y donde hay mucha gente estresada y necesita de ese servicio.

Josafat recalcó en la necesidad de realizar su pasión y nunca dejarla de lado por la profesión ni por ninguna otra razón. Para quienes no han descubierta la suya recomendó preguntarse: ¿Cuál es tu propósito? y ¿cuál es tu misión?

Asimismo, instó a los estudiantes a mentalizarse de que no es posible saltarse el proceso largo y difícil para realizar sus sueños. La pasión de Josafat siempre fue el canto; mientras vendía cafés soñaba con cantar un día en el Teatro Metropólitan y ya se cumplió, no sin antes picar piedra: empezó en un café donde cobraba un sueldo muy bajo o dependía de las propinas.

Josafat Espinoza compartió las diez cualidades de un líder, las cinco primeras: ser ejemplar, cumplir con todos tus acuerdos para que la gente te respete, saber escuchar desde un punto de vista empático y así la gente te escuchara, aprender a retroalimentar y confrontar (decir con tacto lo que la gente tiene que mejorar) y mantenerse simple: "Un líder tiene que generar más líderes, no más seguidores".

Las otras cinco fortalezas: cuidar la imagen porque es el reflejo de tu amor propio ("es verdad que como te ven te tratan"); ser impecable con las palabras y evitar ser fatalista sabiendo encontrar el lado positivo a cualquier situación para motivar a los demás; ser interesados y reconocidos; ser leales y con espíritu de servicio (amigables, accesibles y atentos: "Los líderes afables son más energéticos"), y saber entrenar, delegar y mantenerte vigente: "Un líder tiene la obligación de enseñarte algo todos los días; desempeña su rol todo el tiempo sin descanso".