La Secretaría de Apoyo a la Docencia, a través de la Copadi (Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos), en el marco de fomentar el desarrollo integral y saludable de los alumnos, invitó a los psicólogos Ángela Beatriz Ojeda Patiño y Javier Moreno Jiménez a impartir la conferencia Disfrutar la Fiesta sin Alcohol, el pasado 27 de septiembre en el Auditorio Sotero Prieto, en la cual indagaron sobre el problema de adicción entre los jóvenes y cómo prevenirlo.
El licenciado Moreno indicó que una adicción es una enfermedad en la que el cerebro modifica su estructura y funcionamiento debido a la ingesta de alguna sustancia que provoca placer y crea la necesidad de seguirla consumiendo. Una sustancia psicoactiva, definió la licenciada Ojeda, es aquella que al entrar en contacto con el sistema nervioso central altera la percepción, estado de ánimo, conciencia y comportamiento que, con el consumo prolongado, aumenta la tolerancia, al requerir de una mayor cantidad para obtener el mismo efecto, y puede derivar en una adicción.
Desmintieron algunos mitos comunes, como que la marihuana no es dañina por su origen natural, ya que a pesar de que la planta cuenta con propiedades medicinales, es psicoactiva y adictiva; o que el cigarro sólo hace daño al que fuma, pero en realidad tiene sustancias nocivas que afectan el ambiente, a las personas y animales alrededor.
En cuanto al alcohol, aseguraron que tomar incluso una copa afecta la velocidad de respuesta al manejar, y que la idea de que beber los fines de semana no hace daño es otra aseveración falsa y peligrosa porque implica la ingesta de grandes cantidades de alcohol en un periodo corto. La creencia de que la cocaína implica riesgos desde la primera vez de consumo es válida pues, al igual que otros estimulantes, tiene efectos perjudiciales desde el corto plazo.
Subrayaron que una adicción es progresiva; regularmente comienza como consumo social, en compañía de amigos, y se vuelve frecuente sin necesidad de compartir, derivando en abuso y dependencia. Influyen en el desarrollo de adicciones el consumo a temprana edad, la depresión, problemas de ansiedad, familiares, de sueño, de pareja, de aprendizaje, conducta agresiva y un mal tratamiento del trastorno de déficit de atención, entre otros factores. Destacaron que las personas que invitan una sustancia siempre buscan una ganancia (compañía, dinero, placer o las siguientes dosis) y hay que identificarlas para saber cómo actuar y llegar a cortar la interacción antes de que logren persuadir.
nivel de adicción: desde ataques de pánico, depresión, malestar general, insatisfacción y culpabilidad, regaños, incumplimiento de obligaciones, dificultad para resolver problemas y realizar actividades cotidianas e intensificación de emociones desagradables, hasta falta de dinero, pérdida de confianza, falta de memoria y atención, abandono escolar, violencia, enfermedades, problemas legales y embarazos no deseados.
Para evitar caer en estas conductas propusieron fomentar las habilidades sociales, la conciencia de autocuidado, capacidad de resolución de problemas, el diálogo, la autoestima y el apoyo familiar: "Saber identificar las situaciones de riesgo es clave para pedir ayuda antes de recurrir al consumo de sustancias".
Como alternativas al consumo de alcohol en reuniones sociales, plantearon recurrir a bebidas sin graduación, a bailar, platicar, cantar, jugar o comer con moderación y especialmente dejar de relacionar las fiestas y diversión con el alcohol
.Para finalizar, indicaron que en caso de necesitar ayuda psicológica pueden llamar a la Facultad de Psicología 5622-2288 y al Centro de Prevención de las Adicciones 5628-3911.
