La Facultad de Ingeniería realizó el Coloquio Mecanismos de Privacidad y Anonimato en Redes, los días 4 y 5 de octubre, en el Auditorio Sotero Prieto, organizado por Gunnar Wolf, académico de la FI y miembro del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Software Libre (LIDSOL), y la participación del doctor Armando Sánchez Vázquez, director del Instituto de Investigaciones Económicas.

En este marco Roger Dingledine, cofundador de la red Tor, en la conferencia La privacidad en internet en la era de la gran vigilancia, (traducida de forma simultánea por 85.7 de FM) afirmó que la privacidad y seguridad en las comunicaciones son inquietudes legítimas de quienes viven en regímenes represivos o simplemente desean evitar que sus actividades personales sean observadas. El enrutamiento de cebolla (The Onion Router), como también se le conoce a la red Tor, fue diseñado para ofrecer esta clase de seguridad y privacidad, y es una de las tecnologías de la web oscura más reconocida, respaldada y estudiada a nivel mundial.

Tor está basada en software libre que ayuda a las personas a utilizar internet con seguridad. Sus 8 mil relays (servidores intermedios) manejan el tráfico para millones de usuarios que desean protegerse del robo de identidad y de las corporaciones que espían o buscan ver el sitio Web de sus competidores, gente alrededor del mundo, cuyas conexiones a internet son censuradas, e incluso gobiernos y agencias para el cumplimiento de la ley.

"Tor es una red que contribuye a ofrecer esa privacidad, aún así ha recibido críticas de medios de comunicación que recurren al sensacionalismo para divulgar que es un facilitador de actos criminales, como la venta de drogas; sin embargo, afirmo, no hay un nuevo grupo de gente mala en el mundo debido a Tor, son enormes organizaciones criminales que ya existían desde antes", puntualizó.

El experto en redes explicó que Tor usa el protocolo Onion Services (servicio cebolla), una versión más fuerte que https, de esta manera los usuarios puedan entrar a la web mediante el dominio .onion, como Facebook, al cual acceden más de un millón de usuarios al mes, es decir, 0.1 por ciento, lo que significa un porcentaje muy alto de personas que desean seguridad, subrayó Dingledine.

Actualmente, abundó, existe un fuerte mercado de herramientas de vigilancia en diversos países y los que no cuentan con una infraestructura de espionaje propio, contratan empresas de otras naciones, lo que implica un grave problema de soberanía (la vigilancia es extranjera) y legalidad.

Argumentando la seguridad a la población, algunos gobiernos obligan a estas empresas a tener puertas traseras en sus sistemas: "Se viola los derechos humanos de los usuarios, como en China, donde invierten mucho dinero en censura y espionaje, incluso hay una policía del internet", indicó.

En entrevista, el maestro Wolf, coincidió con Dingledine en que la privacidad es un derecho humano. Destacó que es importante que los estudiantes de ingeniería conozcan esta problemática, fundamentos, los retos y cómo se puede combatir la censura y el espionaje, o cualquier otro acto contra la privacidad.

Finalmente, indicó que en LIDSOL están trabajando dos proyectos tecnológicos para crear puntos de acceso que permitan a los usuarios que no sepan de cómputo conectarse a su computadora mediante una salida cifrada segura y anonimizada para entrar a internet, además elaboran series multimedia para explicar las cuestiones de privacidad.

Durante este evento también se presentaron las conferencias: La ciencia detrás del anonimato (Gina Gallegos, IPN) y Riesgos inherentes en la privacidad de las personas por el uso de las TIC (Alejandro Miranda-FES Iztacala), entre muchas otras. Se abordaron los temas aspectos legales del anonimato en las comunicaciones, y privacidad y anonimato en Latinoamérica, en mesas redondas. Asimismo, el grupo Tormenta celebró un encuentro feminista de autodefensa digital en la Sala de Videoconferencias del Centro de Ingeniería Avanzada (CIA) de la Facultad de Ingeniería.