La Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos (Copadi) de la Secretaría de Apoyo a la Docencia organizó la conferencia El Estrés, dictada por la maestra Norma de Jesús Yépes García, el pasado 24 de octubre en el Auditorio Sotero Prieto, cuyo objetivo fue brindar a los alumnos herramientas eficaces para su manejo.
En el tema del estrés, es prioritario determinar qué lo causa: "para algunos las tensiones de la vida moderna lo detonan: el tráfico, los exámenes o las presentaciones orales, los trastornos en salud, rendimiento laboral o relaciones humanas no satisfactorias". El siguiente paso es saber qué es y cómo se manifiesta: una respuesta física, emocional o mental ante una situación física, psicológica o social en la que se presenta un desequilibrio.
El estrés tiene tres fases: reacción de alarma (alteración del organismo); adaptación (dirigida hacia el órgano mejor capacitado para hacerle frente) y agotamiento (reducción al mínimo de la capacidad de adaptación y se afectan las relaciones con el entorno); la exposición prolongada a situaciones estresantes puede producir enfermedades crónicas, como hipertensión arterial, diabetes o dolor de cabeza, explicó.
Con base a la investigación Análisis del Estrés Académico en Estudiantes de Ingeniería como Estrategia para el Aprendizaje Significativo, (Revista Electrónica ANFEI Digital), comentó que los alumnos de Ingeniería se caracterizan por estar constantemente afectados por altos niveles de estrés. Hay investigaciones que demuestran que las exigencias académicas y el estrés reducen considerablemente el rendimiento de los alumnos, provocando bajo nivel educativo. También hay una relación del estrés con las conductas adictivas: son más propensos a comer compulsivamente y a desarrollar alcoholismo o la drogadicción.
Los principales estresores son las evaluaciones (exámenes, ensayos, proyectos), la sobrecarga de tareas y trabajos escolares, tiempo limitado para hacerlos, no entender los temas que se presentan en clase, la personalidad y el carácter del profesor, y los problemas con el horario de clase.
Los síntomas del estrés académico tiene tres reacciones: físicas (somnolencia, fatiga crónica, rascarse, morderse las uñas, dolores de cabeza o migraña); psicológicas (problemas de concentración, ansiedad, angustia, desesperación, incapacidad de relajarse y estar tranquilo, depresión y tristeza, decaimiento, angustia, desesperación, agresividad e irritabilidad); y las comportamentales (desgano para realizar las labores escolares, aumento o reducción del consumo de alimentos, aislamiento, conflictos o tendencia a polemizar y discutir), detalló.
Una forma de atacarlo, agregó, es el afrontamiento, "proceso psicológico que se pone en marcha cuando en el entorno se producen cambios no deseados o las consecuencias de estos sucesos no son las deseables", en sus 7 tipos: focalizado en la solución del problema; autofocalización negativa (se auto culpa, indefensión, resignación, dependencia, pérdida de control y pesimismo); reevaluación positiva (centrar en los aspectos positivos de la situación); expresión emocional abierta (desahogo del mal humor con los demás, insulto, actitud hostil e irritable); evitación (se concentra en otras cosas, no pensar en el problema); búsqueda de apoyo social (personas y redes que puedan aportar) y el séptimo, la religión.
Afirmó que, si las ideas que crean estrés son vigorosamente disputadas por un pensamiento lógico y empírico, pueden ser eliminadas o minimizadas, por lo que, subrayó, es necesario adquirir asertividad, que es la expresión clara, precisa, directa y honesta de pensamientos y sentimientos (enojo, por ejemplo), sin violar los derechos de los demás ni desbordar las emociones. Citó una frase de Aristóteles en Ética a Nicómaco: "Cualquiera puede ponerse furioso...eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta... eso no es fácil."
Aseveró que existen "Vacunas para el estrés", las cuales permiten desarrollar nuevas formas de reaccionar, relajarte para disminuir la sobre activación de tu cuerpo, superar problemas para tener comportamientos más deseables y reorganizar tu ambiente. Las principales son las estrategias de relajación, como respiración asistida y entrenamiento autogénico que consiste en el control voluntario sobre el patrón de respiración mediante un proceso consciente (inhalación, pausa que sigue a la Inhalación, exhalación y pausa que sigue a la exhalación), y entender cada tipo (clavicular, torácica y diafragmática) y cómo nos afecta en el estado de ánimo.
Finalmente, durante los últimos 15 minutos, la maestra Yépes García realizó una sesión de respiración asistida y entrenamiento autogénico en la que participó todo el auditorio.
