A partir del semestre 2019-2 la Facultad de Ingeniería pondrá en funcionamiento 15 rellenadores de agua, con el fin fomentar la cultura de una Facultad libre de PET y contrarrestar la contaminación ambiental que genera la compra de agua embotellada y que merma el bolsillo de estudiantes, profesores y comunidad en general.

Actualmente, la FI cuenta con seis bebederos de agua y un rellenador de botellas de Ecopuma, ubicado en la entrada de la Biblioteca Antonio Dovalí, muy demandado por los estudiantes: "La comunidad está consciente que es mejor traer envases reutilizables", opinó la licenciada Claudia Cervantes Maldonado, coordinadora de Asignación y Control Presupuestal de la FI.

Sin embargo, agregó, los bebederos ya no son tan confiables debido a que están expuestos a un sinfín de contaminantes provenientes de la fauna nativa y de personas que hacen mal uso de éstos, por ejemplo, introduciendo cubetas sucias; adicionalmente, en ocasiones el agua sabe a cloro (utilizado para potabilizar el agua que se extrae de los tres pozos de CU) o adquiere un sabor a minerales, por el filtrado natural de piedras y arenillas.

El ingeniero Joshimar Mendívil Luna, jefe del Departamento de Seguridad y Protección Civil, en conjunto con PUMAGUA, concibió la idea de instalar rellenadores de agua en la FI por ser higiénicos, ya que su diseño evita acercar la boca de la botella a la salida del agua y no es necesario tocarlo. "El agua para estos sistemas también provendrá del manto freático, considerado el más limpio de CU; además, el pedestal tiene filtros que garantizan alta calidad y pureza; todo esto contribuirá a que la comunidad deje de consumir agua embotellada", enfatizó la licenciada Cervantes.

Este sistema es una experiencia probada por PUMAGUA en Ciencias Políticas y Filosofía y Letras, cada una cuentan con tres rellenadores, que son insuficientes para su población similar a la de la FI. Esta acción, comentó la licenciada Cervantes, servirá para dar cumplimiento a la norma oficial mexicana NMX-R-080-SCFI-2015, que establece un rellenador de botellas por cada mil estudiantes. "La FI, donde hay del orden de 15 mil personas (estudiantes, personal académico y administrativo), con los 15 rellenadores sería la primera en la máxima casa de estudios en cubrir la demanda mínima", aseveró.

Con el fin de mantener la confiabilidad entre los usuarios, se informará de los resultados del monitoreo permanente que realizan PUMAGUA y una empresa para detectar anomalías y garantizar la potabilidad del agua. "La administración del doctor Escalante está comprometida con la sustentabilidad y disminución de la contaminación por PET y la FI cuenta con la infraestructura adecuada para trabajar duro en esta campaña y próximamente impulsar la cultura libre de unicel. Si pudiéramos quitar el PET y el unicel sería un gran logro en la sustentabilidad en esta Facultad", sostuvo.

El ingeniero Joshimar Mendívil recordó que México, según estudios de 2016, es el principal consumidor de agua embotellada a nivel mundial: "Con la instalación de los rellenadores, aunada a la campaña para concientizar que el agua de CU es potable, dejaríamos de generar unos 75 mil envases de PET diarios y nuestros estudiantes estarían ahorrando alrededor de 50 pesos semanales".

En una primera etapa se reemplazarán los seis bebederos y en la segunda se colocarán los nueve rellenadores restantes, distribuidos para atender la mayor población en entradas, algunos edificios de ambos conjuntos y el puente principal, estratégicamente designados por la bióloga Stephanie Espinosa García, coordinadora de la Calidad del Agua de PUMAGUA, personal de la Dirección General de Obras y Conservación, de Atención a la Comunidad y de la Comisión Local de Seguridad de la FI: "Estos equipos no son fáciles de vandalizar, pues se requiere de herramienta especializada para poderlos desanclar y como medida de seguridad se pondrán en bases de concreto", precisó el ingeniero Mendívil.

La inversión de la adquisición de los rellenadores y la instalación se estima en más de 200 mil pesos; luego de la obra civil, a cargo de Servicios Generales de la FI, se verificará que la instalación cumpla con la normatividad para que PUMAGUA dé su visto bueno.

La licenciada Cervantes y el ingeniero Mendívil subrayaron que esta iniciativa se podrá concretar gracias a las aportaciones voluntarias de los estudiantes, administradas por el Fondo para el Fortalecimiento de las Funciones de Docencia, de la Secretaría General UNAM; cabe destacar que se trata de recursos que regresan íntegramente a la Facultad, la única condición es que se utilicen en proyectos o actividades que tengan un impacto para los estudiantes.