El pasado 16 de noviembre, en el Auditorio Javier Barros Sierra, se llevó a cabo el segundo foro El Futuro del Sector Energético Mexicano, organizado por el capítulo estudiantil de la Society of Petroleum Engineers (SPE), con el objetivo de analizar los retos y necesidades principales, en materia de energía, que afrontará el país en el futuro cercano y discutir cómo puede contribuir la comunidad de la FI.
A nombre del doctor Enrique González Torres, jefe de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra (DICT), el doctor Rodolfo Camacho Velázquez dio la bienvenida a los participantes y panelistas a la FI y calificó de oportuno este Foro por los temas que se abordarán.
Por su parte, el ingeniero Héctor Erick Gallardo Ferrera, coordinador de Ingeniería Petrolera, aplaudió que se generen estas iniciativas por parte de los alumnos para fomentar una discusión activa en temas trascendentales para el país y felicitó a la sociedad de alumnos de la SPE por la organización de este Foro.
El programa de actividades incluyó una mesa redonda con la participación de especialistas en el sector energético y la presentación oficial de la aplicación Petroside, por parte del estudiante Rafael Ramírez de la Cruz.
Mesa RedondaEn la Mesa Perspectivas: Fracturamiento Hidráulico y Refinación del Crudo estuvieron presentes los doctores Luis Vielma Lobo, consultor y presidente de la Fundación Chapopote; Rodolfo Gabriel Camacho Velázquez, docente del Posgrado de Ingeniería; el maestro Fabio Barbosa Cano, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM; y los ingenieros Fidel Juárez Toquero, director de Reserva y Yacimientos en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH); y Nicolás Rodríguez Martínez, consultor independiente en materia del petróleo y gas.
El ingeniero Rodríguez puntualizó que México cuenta con seis refinerías cuya capacidad es de un millón 615 mil barriles diarios; tres de ellas con un esquema de configuración complejo, es decir, procesan un volumen importante de crudos pesados para transformarlos en destilados, y tres que no han sido modernizadas. "Bajo este enfoque, sólo estamos aprovechando un 40 por ciento de lo que se está produciendo, ocasionando que importemos de Estados Unidos", enfatizó.
De acuerdo con registros públicos en el plan de negocio de Pemex, continuó, el 60 por ciento de las fallas operativas en las instalaciones obedecen a la falta de disponibilidad de hidrógeno, 15 por ciento al suministro de vapor, y el resto a otros factores, como inconsistencia eléctrica, que, según el especialista, pueden resolverse con la experiencia de los ingenieros de Pemex de más de 50 años y con un mantenimiento oportuno, pero pareciera que no tienen solución. "Entonces, para mí es un tema oscuro".
El ingeniero Rodríguez consideró que México requiere de manera urgente reconstruir el proceso de operación de las refinerías para recuperar la producción que actualmente se destina a la importación. "Adquirimos 60 por ciento de gasolina, 50 de diesel, 50 de turbosina y más del 60 de gas. Estamos en una vulnerabilidad energética terrible por lo que debemos incrementar esa capacidad de producción para reducir la dependencia del exterior", sentenció.
En su intervención, el maestro Barbosa subrayó que en el último periodo la producción de petróleo se precipitó: "Empezamos el sexenio con 2.6 millones de barriles de crudo, hoy estamos en 1.8 y anticipo que esta declinación continuará en los próximos años". Aclaró que no significa que se acabaron los recursos, pues México aún tiene un potencial enorme y desconocido en aguas profundas, sólo falta evaluar nuevas zonas.
Su recomendación fue dejar que los alumnos y académicos formen un equipo multidisciplinario amplio para hacer un diagnóstico del sector y se involucren en estudios minuciosos. El objetivo del nuevo gobierno no debería enfocarse en plantear metas de producción, sino pensar cómo va a incorporar a la mediana y pequeña empresa y cómo los estudiantes van a vigorizar la industria.
Por su parte, Fidel Juárez coincidió en el hecho de que las refinerías no están aportando lo que deberían, pues algunas están operando al tres por ciento de su capacidad (600 barriles de gasolina al día). "Las instalaciones están diseñadas para tratar ciertas especificaciones del crudo; si éste se vuelve más pesado, las refinerías no pueden operar de manera eficiente. Por ello, el país está importando crudo para producir gasolinas".
En el caso del fracturamiento, el ingeniero de la CNH señaló que se debe voltear a ver el uso de la tecnología en Estados Unidos, pues ésta ha permitido un incremento en su producción de 5.5 millones de barriles diarios, en 2012, a 11.6 millones, a principios de noviembre. "Es el principal productor de hidrocarburos del mundo, superando a Rusia y Arabia Saudita. La recuperación de estos volúmenes no convencionales no sería posible sin el fracturamiento hidráulico".
En el caso de nuestro país, continuó, el potencial de recursos no convencionales prospectivos alcanza 60.2 miles de millones de barriles. Sin embargo, estos volúmenes aún no han sido descubiertos y necesitan ser evaluados, perforados y fracturados.
Posteriormente, el doctor Camacho señaló que, desde 2013, México ha incrementado 150 por ciento su importación de gas proveniente de Estados Unidos, equivalente a 5 mil millones de pies cúbicos de gas diario. Esto se debe principalmente a la demanda (generación de electricidad a partir de gas) y la falta de inversión en el sector, implicando un riesgo muy alto: "Si deciden cancelar las exportaciones a nuestro país, por la razón que sea, nos pondría en un entredicho muy grave".
México, opina, necesita promover la extracción de recursos atrapados en la roca con base en un nivel de caracterización importante, ya que muchas de las herramientas que se utilizan serán insuficientes para acceder a esos recursos. También subrayó que estamos ubicados en los primeros lugares de países atractivos para invertir en energía solar y eólica para generar electricidad, lo cual debe explorarse para atenuar y disminuir la importación de gas.
Por último, el doctor Vielma Lobo coincidió en que las refinerías están en un grave problema porque no están reconfiguradas y no procesan el crudo que México está extrayendo. En el tema de los no convencionales, se refirió al gran potencial que tenemos: "Hay hidrocarburos, mucho, el problema es que aún no hay discusiones para analizar realmente la situación".
En Estados Unidos, abundó, los pozos de no convencionales impactan de manera directa en el Producto Interno Bruto (PIB). "Uno de los pozos más grandes de Texas produce el 35 por ciento del PIB en ese Estado, y casi el 3 por ciento de todo el país. Eso significa empleo, servicios y calidad de vida". Sin embargo, enfatizó que aquí y en todo el mundo se tiende a copiar lo que ellos hacen. "México necesita su propio modelo de extracción, no necesariamente debe ser igual porque no tiene las mismas características".
Los panelistas coincidieron en que el fracturamiento hidráulico y la modernización y creación de nuevas refinerías deben considerar aspectos técnicos, comerciales, ecológicos y sociales. Por ello, recomendaron elevar la discusión a niveles más altos, tomando en cuenta la opinión de los académicos, universidades, pequeñas y medianas empresas y especialistas.
Tras la mesa redonda, se presentó la aplicación Petroside, del alumno Rafael Ramírez de la Cruz, una herramienta de estudio útil y dinámica que tiene la finalidad de mejorar el aprendizaje y rendimiento académico de los estudiantes a lo largo de su carrera.
