Apoyo a la Docencia, a través de la Coordinación de Programas de Atención Diferenciada para Alumnos (Copadi), llevó a cabo la conferencia ¿Cómo cuidar mi bienestar evitando consumir drogas? de los psicólogos Javier Moreno Jiménez y Ángela Ojeda Patiño, el pasado 27 de febrero en el Auditorio Sotero Prieto.
En su conferencia, los ponentes catalogaron a las drogas por sus efectos en depresoras (alcohol, barbitúricos, solventes y heroína), estimulantes (metanfetaminas, cocaína, crack, nicotina, cafeína) y alucinógenas (hongos, LSD, mariguana, peyote)enfatizando que su uso constante cambia de manera significativa las funciones cerebrales: "las investigaciones han demostrado alteraciones en la actividad del sistema de dopamina asociadas con una disminución en la velocidad motriz, un deterioro en el aprendizaje verbal, la percepción, el estado de ánimo, la conciencia o el compromiso".
Las drogas, detallaron, son sustancias químicas que imitan a los mensajeros químicos naturales del cerebro y sobreestimulan el Circuito de Recompensa, (diseñado para asegurar que repitamos las actividades que nos dan placer). "Es un conjunto de mecanismos realizados por el cerebro que permite que asociemos algunas actividades o situaciones a una sensación placentera. Así que a partir de esos aprendizajes intentaremos repetir dicha conducta", apuntaron.
Este Circuito está regulado por la dopamina, un neurotransmisor del placer (escuchar música, comer chocolate, hacer ejercicio o en relaciones sexuales): "las drogas provocan una liberación excesiva de dopamina, lo cual hace que la persona sienta mayor necesidad para reproducir el placer y busque repetir lo antes posible el consumo".
Comentaron una tabla conocida como Progresión de consumo, dividida en seis etapas (no uso, experimentación, consumo social, consumo habitual, abuso y dependencia), y algunas falacias, por ejemplo, puedo dejarlas cuando quiera, cuando en la realidad muy difícil, incluso desde la primera vez que se experimenta con drogas de alto potencial adictivo (heroína y la cocaína). Por ello, subrayaron, quienes las consumen ocasionalmente o con frecuencia, requieren tratamiento y rehabilitación para salir de la adicción y lograr un estado de vida saludable.
Creer que se necesita consumir drogas por mucho tiempo para que hagan daño también es completamente falso, ya que desde la primera vez existe riesgo que puede ser grave (ataques cardiacos, convulsiones o crisis de pánico), o la idea de que la mariguana es natural, pero contiene una sustancia que puede predisponer la aparición de trastornos mentales como la esquizofrenia y, al igual que el tabaco, sustancias tóxicas y químicas que lesionan los pulmones y otros órganos.
A la pregunta ¿qué podemos hacer para evitar consumirla si termino con mi pareja, si no entiendo alguna materia, me siento triste, muy estresado o tengo problemas con mis amigos?, los alumnos asistentes dieron las respuestas.
Finalmente, los psicólogos presentaron dos técnicas de afrontamiento, la conocida como "Sándwich" o hacer críticas positivas que consiste en expresar y negociar con otra persona el cambio de alguna de sus conductas iniciando y finalizando en términos positivos (rebanadas de pan): "mantén un tono de voz claro y firme, solicita la conducta especifica que quieres se dé y que va a sustituir a la molesta, menciona las ventajas del cambio y negocia un compromiso", sugirieron. La otra es la relajación consciente, aprender a tranquilizarse mediante cuatro pasos: inhalar en 4 segundos, retener 2, exhalar en 4, y esperar 2 segundos, repetirlos hasta que se esté calmado.
En caso de necesitar ayuda pueden acercarse a la Facultad de Psicología 5622-2288 y al Centro de Prevención de las Adicciones 5628-3911.
