Para dar pie a un interesante debate sobre la ética y la tecnología, la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSyH) proyectó un episodio de la popular serie Black Mirror, con el físico Eduardo Vizcaya, del Centro de Estudios Vicente Lombardo Toledano, la maestra Aline Guevara, del Instituto de Ciencias Nucleares, y la doctora Luz Lazos Ramírez, profesora de Ética profesional de la DSCyH, como invitados para dirigir la conversación posterior, el pasado 28 de marzo en el Auditorio Javier Barros Sierra.

"Hated in the nation" narra la investigación que las detectives Karin y Blue están haciendo sobre una serie de misteriosos asesinatos. Aunque situada en un entorno contemporáneo, la historia plantea la existencia de pequeños drones con forma de abeja que realizan el trabajo de polinización, dada la escasez de los animales reales. La relación entre los crímenes y esta pieza de tecnología es sumamente compleja y se da a través de la red social Twitter y el hashtag #DeathTo.

Aunque dentro de la ficción los artefactos mecánicos se crearon por una buena causa, eso no impidió que sus potencialidades fueran explotadas para hacer cosas ilegales. Ante esto, la maestra Guevara señaló que, si bien el quehacer de los ingenieros involucra producir increíbles piezas de tecnología, éstas se exponen a tener consecuencias imprevistas. "Los instrumentos que introducimos no son neutros y tenemos que preguntarnos qué pasaría si alguien los usa para algo distinto a su propósito inicial" invitó la académica.

Para darle al tema un enfoque más global, el físico Eduardo Vizcaya planteó la utilidad de pensar en sistemas complejos donde interactúan agentes biológicos, físicos, sociales, etc. En los sistemas complejos, el reto es visualizar las futuras consecuencias, ya que los componentes y su suma constantemente provocan el surgimiento de efectos no anticipados. Como parte de esto, los ingenieros participan de la responsabilidad ética relacionada a los fenómenos nuevos en el mundo que sus creaciones detonan.

En sus reflexiones, los alumnos externaron sus dudas sobre cómo estas consideraciones podrían inhibir la innovación y la imposibilidad de analizar todos los escenarios posibles más allá de los fines específicos con que se realiza una investigación, lo que entorpecería el avance de la sociedad. También hicieron sus observaciones respecto a la ingenuidad con que se desarrollan nuevos proyectos, el concepto de finalidad implícita en el diseño y las medidas de mitigación que podrían tomarse para evitar daños colaterales.

A manera de conclusión, los moderadores aseguraron que el peso de la responsabilidad de las sociedades tecnológicamente implementadas no debería ser motivo de parálisis para la creación de nuevos artefactos, pero los científicos jamás deben guiarse por la idea engañosa de que toda producción de conocimiento encaja en el binario bueno/malo o es sinónimo de progreso.