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Cultura y deportes
2019-05-03
Formación docente y las discapacidades
En el nuevo paradigma docente, la inclusión educativa es una tarea cardinal que le atañe a toda la sociedad.
Por: Aurelio Perez-Gómez
Fotografía: profesora Berenice Pineda Salazar
Comunicafi
Profesora Berenice Pineda Salazar

Con el propósito de difundir los trabajos y prototipos para coadyuvar a la inserción de personas con discapacidad en las instituciones de educación superior, el Departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos (DISB-FI UNAM) organizó la Jornada de Inclusión y Discapacidad en la Facultad de Ingeniería, el pasado 3 de mayo en el Auditorio Sotero Prieto, con la conferencia la Formación Docente para la Atención de Personas con Discapacidad de la profesora Berenice Pineda Salazar de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).

La ponente mostró su propuesta para la integración de los estudiantes a la formación profesional universitaria con algunos de los resultados de sus investigaciones sobre las condiciones de alumnos con discapacidad de la UACM: experiencias académicas en su trayectoria y cómo les afectan, y acciones en la institución para la inclusión de las nuevas generaciones a la vida universitaria. Creación de materiales táctiles y auditivos como elementos de aprendizaje del Programa de Letras Habladas (edición de libros en audio y en formato Braille) cuyo objetivo es construir recursos académicos que favorezcan en los estudiantes el desarrollo de las habilidades de relación jerárquica, secuencial y de implicación, mediante la identificación de los códigos establecidos son algunas de sus aportaciones.

Subrayó que de manera general los profesores universitarios son especialistas en su campo de conocimiento, sin embargo, no han sido formados para la docencia. La gran mayoría de estos deciden dedicarse a la academia como algo coyuntural y en ocasiones su único referente son sus propios profesores, razón por la que se deben de crear programas de capacitación que les ayuden a actualizarse pedagógicamente y en su campo de conocimiento. Agregó que, dentro del contexto actual, la enseñanza, plantea cada día nuevas exigencias, al igual que la renuncia del saber como poder para transformarlo en el saber-llegar en el proceso de enseñanza-aprendizaje y la introducción de personas con discapacidad en todos los niveles educativos.

Sobre la inclusión en la práctica docente dijo que debemos de cambiar el paradigma actual y comprender lo que establece el enfoque social sobre discapacidad adoptando medidas que tiendan a garantizarla: la rehabilitación de la sociedad, no de la persona, y la incorporación de un lenguaje adecuado -los términos discapacitados, inválido, minusválido, lisiado, tullido, deficiente o defectuoso son formas incorrectas para referirse a personas con discapacidad-. Recalcó que en los ámbitos social, cultural y político falta mucho por hacer: accesibilidad -instalaciones, servicios, bienes y herramientas comprensibles, utilizables y practicables-; ajustes razonables modificaciones-, y la toma de consciencia (sensibilizar, informar y promover acciones a favor de los derechos de las personas con discapacidad-. "La formación docente no debe ceñirse al aula, pero sí considerar estos tres aspectos", enfatizó.

Por último, explicó que una práctica docente incluyente considera la relación pedagógica en el aula: profesor-estudiantes. Por eso se debe fomentar la construcción de una relación horizontal y asimétrica: comunicación y disposición, y reconocer la diversidad de la sociedad, es decir, fomentar un diálogo permanente entre estos actores para establecer ajustes razonables para su mejor relación. "El docente debe reconocer la diversidad en las formas de aprender del grupo para alcanzar los propósitos del curso, cambiar el enfoque desde el cual mira a la discapacidad, modificar los elementos de su práctica para ser más descriptivos y elaborar materiales de apoyo ad hoc. Los alumnos deben reconocer las condiciones y recursos que tienen para su trayectoria académica -tiempo para el estudio, trabajo, manejo de computadoras, uso de dispositivos, del bastón, de lecto-escritura en Braille y en español, y entender que necesitan del profesor y del grupo para aprender-.

Discapacidad visual

En la conferencia Discapacidad visual, los licenciados Juan Manuel Espinosa Gutiérrez y Carlos Eduardo Favela Zavala de la Facultad de Estudios Superiores Aragón definieron que las barreras físicas para las personas con esta condición son todos aquellos obstáculos que les dificultan, entorpecen o impiden su libre desplazamiento en lugares públicos o privados, interiores o exteriores, así como el uso y disfrute de los servicios comunitarios. ¿Existe la posibilidad de moverse sin problemas en el transporte y espacio público, edificaciones, información y comunicación con esta condición? como respuesta obtuvieron un rotundo no del público asistente.

Declararon que, además de las barreras físicas, existen las sociales y culturales, como las actitudes de rechazo, indiferencia o discriminación, debido a los prejuicios por parte de los integrantes de la sociedad que impiden su inclusión y participación en la comunidad, desconociendo sus derechos y libertades fundamentales. Después explicaron que la ceguera es pérdida total de la visión o ligera percepción de luz -distinguen entre la luz y la oscuridad, pero no la forma de los objetos-. En cambio, baja visión es la pérdida de agudeza visual (igual o inferior a 0.3 grados), o campo visual (igual o menor a 20 grados).

Sobre el proceso educativo, manifestaron que desde un inicio del ciclo se deben establecer algunas acciones en el aula como recorrer el espacio físico permitiéndole que reconozca muros, obstáculos o desniveles del salón de clases y, sobre todo, hablar de forma correcta: no es educado decir invidente, cieguito, corto de vista, no vidente.

Finalmente, los conferencistas difundieron un protocolo básico para ser implementado en el salón: presentarse con el alumno y con sus compañeros de clase; promover su autonomía de habilidad y desplazamiento; fomentar la interacción con otros estudiantes antes, durante y después de la clase; adaptar actividades de percepción visual mediante el tacto y el oído; crear y utilizar material en formato accesible (audiovisual con audio descriptivo), o bien hacerles una descripción oral in situ; conocer y respetar el estilo de aprendizaje de cada alumno, incentivarlos a expresar sus necesidades y ayudarlos sólo cuando lo pidan: preguntando ¿Cómo te ayudo?

Discapacidad motriz

Con la conferencia Ingeniería. Herramienta para Promover la Inclusión, Igualdad y Oportunidad para Personas con Discapacidad, la doctora Michelín Álvarez Camacho del DISB explicó que la ingeniería es un instrumento para promover dichos valores y que el concepto discapacidad contempla las deficiencias que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales, por lo que la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del humano y de la sociedad en la que vive.

Para solucionar sus problemas de discapacidad motriz, las personas requieren Ayudas Técnicas (AT), que son dispositivos que les contribuyan a incrementar o mantener sus habilidades, cuyos principales propósitos son aumentar su autonomía, mejorar la seguridad personal, brindar la oportunidad de realizar sus planes personales y familiares, en otras palabras, sistemas que proveen de soporte funcional eficiente, conservan la energía y refuerzan las capacidades residuales de la persona con discapacidad, para que cumpla las tareas apropiadas por sus edad y nivel de desarrollo. Explicó que dichas AT requieren de un proceso conformado por seis pasos: identificar las necesidades específicas, evaluar cada subespecialidad que se requiere para su creación, recomendar las más adecuadas, adquirir y adaptar o diseñar y fabricarlas, capacitar al usuario para su mejor uso y reevaluar el procedimiento en su conjunto.

En conclusión, la doctora Álvarez Camacho afirmó que la ingeniería de rehabilitación debe ser parte integral de la rehabilitación, ya que la persona con discapacidad debe ser capaz de realizar sus actividades sin la ayuda de nadie.

Discapacidad auditiva

En la charla sobre discapacidad auditiva, la licenciada Berenice Barbosa Mendoza, de la Escuela Aprendiendo Lengua de Señas Mexicanas, señaló que esta discapacidad es la dificultad que presentan algunas personas para percibir a través de la audición los sonidos del ambiente y el lenguaje oral. El oído, órgano del cuerpo humano muy sensible y avanzado, transmite los sonidos al cerebro a través del oído externo, el medio y el interno. Su tarea principal es detectar y convertir los sonidos en impulsos eléctricos, además, mantener nuestro sentido del equilibrio.

Las causas de la sordera, abundó, son prenatales (anomalías en el oído, sífilis congénitas o rubeola materna), perinatales (hipoxia, infecciones virales, absorción de meconio o provocadas por varios síndromes, como el de Usher, de Pendred o de Waardenbug) y postnatales (gripa mal cuidada, ototoxicidad de medicamentos o traumas craneoencefálicos), las cuales pueden tener cuatro grados: sordera ligera (21 a 40 decibeles), moderada (41 a 70), severa (71 a 90) y profunda (mayor a 91).

La licenciada Barbosa Mendoza informó que cinco de cada mil niños al nacer tienen pérdida auditiva y otro 31 por ciento es causada por infecciones sin atender, debido a lo cual en México hay cerca de dos millones y medio de personas con sordera. También coincidió con los otros ponentes que es muy importante difundir un lenguaje incluyente evitando términos como lenguaje de señas o sordito/sordomudo, es mejor utilizar lengua de señas y persona sorda o sordo.

La ponente explicó que la Lengua de Señas Mexicanas es una serie de signos gestuales articulados con las manos y acompañados de expresiones faciales, mirada intencional y movimiento corporal, la cual fue reconocida como una Lengua Nacional y forma parte del Patrimonio Lingüístico del País desde 2005 y se celebra el 10 de junio. Para concluir impartió una clase de esta lengua e invitó a los asistentes a aprenderla y difundirla.