"La ingeniería y la música son las disciplinas que más me llenan, me han abierto el panorama de la vida y ayudado a entender mejor cómo es el mundo", dijo Adrián Ricárdez Ortigosa, ingeniero mecatrónico y miembro del Club de Robótica de la Facultad de Ingeniería, quien construyó una mano robótica inspirada en un álbum de la banda Dream Theater como una forma de tributo.

Adrián es un apasionado de la música (actualmente toca el piano y la batería en dos grupos) y de la ingeniería, cuya meta es dedicarse en sus estudios de posgrado a robots humanoides que puedan ser asistentes en una misión aeroespacial. "La música me ha transmitido lecciones de vida, mientras que la ingeniería los conocimientos para transformar y mejorar el mundo".

La construcción de una mano robótica es su manera de agradecer, por un lado, a la FI y al Club de Robótica (Crofi) su formación integral, y por otro, a los músicos de Dream Theater por las enseñanzas que le transmitieron en sus canciones y que, con motivo de su presentación en el festival Domination, pudo obsequiarles.

Inspiración musical

En la secundaria Adrián escuchó por primera vez a Dream Theater y percibió algo en su música que lo invitó a ponerles más atención: "Me di cuenta de que es una gran banda musical y conceptualmente, quieren hacer algo serio, les gusta lo que hacen y eso me inspiró".

Dream Theater, banda de metal progresivo creada bajo el nombre de Majesty en Massachusetts1985, se conforma por John Petrucci, John Myung, James LaBrie, Jordan Rudess y Mike Mangini. Cada uno de sus álbumes tiene su propio concepto (motivación, una historia específica en Scenes from a memory, sentimientos, la música vista desde un momento futuro en The astonishing o la dificultad de salir de un problema en Images and words). También han compuesto algunas baladas sobre el abandono, la ira y la depresión, que se caracterizan por un final positivo.

En la portada de su más reciente disco Distance over time se representa una mano robótica sosteniendo un cráneo humano, y las canciones hablan sobre lo que nos espera a la humanidad en el futuro. Para Adrián la más representativa del álbum es Pale blue dot, basada en el discurso de Carl Sagan ("La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica [...] el único hogar que hemos conocido") sobre la gran responsabilidad de cuidar el planeta y de la ruta que está siguiendo la tecnología. "Una de las razones por las que elegí estudiar ingeniería es el discurso de Sagan, y me alegra que Dream Theater lo adaptara a su música".

Mano robótica

Con los conceptos aprendidos en la FI y en el Club de Robótica y la experiencia que adquirió al realizar su tesis de licenciatura, Adrián Ricárdez diseñó y construyó una mano robótica que simula el movimiento de los cinco dedos; tiene unos sensores que miden la resistencia del cuerpo y solo trabaja bien cuando el usuario está hidratado y sano.

Para hacer el contacto con los cables más sencillo e intuitivo, les soldó unas rondanas de acero pulidas para simular un sensor touch. "A la hora de cerrar el circuito con dos dedos el robot lo detecta, divide el voltaje, manda la señal a un microcontrolador y éste lo lee como si fuera la señal del dedo correspondiente que debería moverse".

La mano robótica simula el abrir y cerrar de los dedos, hacia adentro y hacia afuera; se trata de un proyecto que puede escalarse a algo más avanzado y así ayudar a entender el movimiento y los grados de libertad de la mano de un ser humano, desde la perspectiva de varias disciplinas.

Adrián tuvo la oportunidad, una vivencia inolvidable, de estar cerca de Dream Theater y sorprenderlos: "Quise mostrarles con esta mano robótica que también otras personas se están esforzando en el mundo para hacer un cambio. Les expliqué que era un regalo como agradecimiento por su música y John Petrucci me dijo que no se lo podía llevar por problemas en la aduana, nos tomamos fotos y se despidió mencionando You are such an intelligent boy; me quedé atónito, pues no todos los días se recibe un cumplido de una persona a la que admiras mucho. Para lograr este encuentro, agradezco el apoyo de mi novia Karla Pérez, quien ya había tenido esa experiencia con la banda".

La canción Take the time se ha vuelto su motivación personal. "Yo conecto la ingeniería con esta canción de Dream Theater, para mí son el mismo concepto: toma el tiempo, no desperdicies tu vida; a ser feliz y hacer algo por el mundo".