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Cultura y deportes
2019-10-29
Nuevas Masculinidades
El Grupo Académico por la Equidad de Género organiza su Jornada de otoño con un conversatorio y una dinámica.
Por: María Eugenia Fernández Q.
Fotografía: Antón Barbosa Castañeda
Comunicafi
Jornada de otoño del GAEGFI

El Grupo Académico por la Equidad de Género de la Facultad de Ingeniería (GAEGFI) organizó su Jornada de otoño, el pasado 29 de octubre en el Auditorio Raúl J. Marsal, con el conversatorio Nuevas Masculinidades a cargo de los maestros Ricardo Soto Ramírez, investigador de la Unidad Especializada de Igualdad de Género de la UAM Cuajimalpa, y Ricardo E. Ayllón González, co-fundador de la asociación civil Género y Desarrollo (Gendes), y el licenciado Jorge Mendoza Valdez, del Instituto de la Juventud (Injuve Cdmx).

Además de los ponentes, el presídium estuvo conformado por la maestra Jaquelina López Barrientos, representante del GAEGFI, y el maestro Marco Tulio Mendoza Rosas, jefe de la División de Ingenierías Civil y Geomática y secretario de la Comisión Local de Igualdad de Género FI, quien en nombre del doctor Carlos Escalante Sandoval, director de la FI, inauguró la jornada agradeciendo la participación de los especialistas invitados y el entusiasmo del grupo académico en la realización de este tipo de actividades. Afirmó que la FI ha asumido el compromiso de generar una cultura de equidad e igualdad y celebró que cada vez más personas se sumen, en esta ocasión a la reflexión en torno a las nuevas masculinidades, lo que enriquece y beneficia a los futuros ingenieros, hombres y mujeres.

Por su parte, la maestra López Barrientos externó su satisfacción por la gran respuesta a la convocatoria de la jornada con un auditorio a su máxima capacidad y recordó que el GAEGFI, conformado por docentes de diferentes divisiones, surgió en 2018 con la idea de apoyar a nuestra facultad e identificar áreas de oportunidad vislumbrando que los temas de género son de la mayor importancia: "Si evolucionamos día con día, también necesitamos hacerlo en las formas de convivir y así tener mejores relaciones como partícipes de la sociedad y de la ingeniería de nuestro México para salir todos adelante trabajando de manera conjunta; ése es el esfuerzo que queremos realizar con estas jornadas".

En la primera participación, el maestro Soto Ramírez centró su reflexión en el feminicidio -asesinato por el hecho de ser mujer que sucede en un contexto de una cultura machista y patriarcal cuyo orden simbólico y prácticas naturalizan el dominio y la violencia de los hombres contra las mujeres-, haciendo énfasis en que se trata de un asunto de emergencia en México, con base en datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública: mil 735 presuntas víctimas en 2015 y en aumento considerable ya que de enero a agosto de 2019 se registran mil 843, lo que significa 10 mujeres al día en promedio, y un 90 por ciento de ellas ejecutadas por su pareja, un hombre.

El feminicidio, abundó, ilustrado con la frase "el machismo mata", es un término acuñado por la antropóloga Marcela Lagarde para visibilizarlo, inserto en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia como la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación a sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformado por un conjunto de conductas misóginas, de odio, que pueden culminar en homicidio. Muchos de éstos, destacó, no habrían sucedido si se hubieran atendido desde el primer momento que fueron denunciados, sin embargo, lo que predomina es la revictimización e impunidad.

Explicó el modelo ecológico de atención integral contra la violencia, el cual involucra macrosistema (organización social y cultural), exosistema (estructuras sociales, el barrio, el trabajo y las redes sociales), microsistema (familia) y el individual, todos con sus respectivos patrones de creencias y factores de riesgo. Exhortó a construir nuevas masculinidades, llámese disidentes, críticas y desobedientes contra el modelo hegemónico, asociado a la rudeza, el uso del poder, la fuerza y la hombría. "La masculinidad es una construcción social que puede ser intervenida y transformada cuestionando los privilegios (poder social, autoridad en los espacios público y privado, y validación de la violencia) y conociendo los costos tanto para mujeres como para hombres", concluyó.

En su intervención, el maestro Ayllón González celebró el gran avance que se ha dado en el tratamiento de los temas de equidad en la UNAM, desde 1998 a la fecha, y el interés genuino de la comunidad de la FI. Relató que Gendes inició sus trabajos para atender la violencia en 2003, en la Ciudad de México (Tepito), con escasa respuesta, pues difícilmente las personas reconocen su condición machista; 16 años después, esta asociación civil se ha extendido y consolidado de la mano del gobierno e instituciones educativas, por lo que considera que, junto con la sociedad civil, estos son los sectores fundamentales para reeducar en torno a la masculinidad.

Con base en los teóricos Raewyn Connell y Michael Kaufman que definen como masculinidad "el conjunto de todos los significados, las conductas y los códigos que se construyen socialmente y que se atribuyen a lo que un hombre debe ser", el maestro Ayllón se enfocó en la familia y en el entendido de que la violencia no es algo natural, sino una decisión. Su propuesta, inspirada en el modelo de Antonio Ramírez Hernández, es cuestionar los aprendizajes y privilegios masculinos, manifestados en superioridad y abuso de poder. Se trata de un trabajo reeducativo para que dejen de invadir los espacios de las mujeres: el físico (el cuerpo y lugares), el intelectual (las ideas), el emocional (cómo y qué sentir), el social (redes, amistades y vínculos) y el cultural (tradiciones y celebraciones).

Finalmente compartió la herramienta que pone en práctica en sus talleres para identificar y detener la violencia: los hombres deben reconocer las señales, ligadas a emociones y sensaciones, que emite el cuerpo (contracción del estómago o la mano, una mirada en túnel focalizada); una vez concientizada buscar salirse de la situación por lo menos una hora; hacer ejercicios de respiración (oxigenarse ayuda a controlar el enojo), e intentar dialogar en común acuerdo evitando situaciones de riesgo. Aunque no sea la solución del todo, el impacto de la violencia psicoemocional en las familias disminuye.

El tercer ponente, el licenciado Mendoza, comenzó preguntando quién de los presentes se consideraba verdaderamente hombre, una convicción ligada a las masculinidades. Antes de comentar al respecto, hizo un recuento en torno a las diferencias entre sexo (biológico) y género (construcción social) destacando los juegos y los juguetes como uno de los referentes más significativos que marcan lo que le toca hacer a mujeres (jugar con muñecas) y hombres (juegos con pelotas y de destreza) determinando así el inicio de la hegemonía y dominación masculinas que permean el orden, a la manera que lo que Michel Foucault llamaba mecanismos de poder para someter a las demás personas, y que se canaliza según la condición social, cultural, racial o económica, es decir, diversas masculinidades.

Volviendo a su pregunta, respondió que la figura ':hombre cabal, verdadero', no existe, ya que es una idea ligada con ser valiente, egoísta, competitivo, arriesgado, exitoso, fuerte física y emocionalmente, sexualmente activo, conquistador, proveedor, heterosexual y autosuficiente, lo cual es imposible de cumplir en su totalidad propiciando una crisis de masculinidad hegemónica con estados depresivos, homofobia, vulnerabilidad y violencia. Por ello, conminó a romper estos estereotipos y dirigirse al autocuidado acudiendo al urólogo, proctólogo y otros estudios médicos, sobre todo dejar de violentar a mujeres, niños, hombres y a sí mismo, desobedecer los mandatos sociales y llegar a masculinidades igualitarias, queer y relaciones de género más equitativas e igualitarias, incluyendo otras orientaciones sexo-genéricas.

En la sesión de preguntas participaron docentes, estudiantes y exalumnos que externaron diversas opiniones; por ejemplo, que ante la violencia ejercida por los hombres, las mujeres se han vuelto manipuladoras, que existe una feminidad tóxica que invade espacios; que la cuestión de equidad debe abordarse como seres humanos y no desde el binarismo; experiencias personales de que sí es posible cambiar o de bullyng en la FI por homosexualidad que propició abandono. Los especialistas respondieron en general con un clamor esperanzador, es posible un cambio cultural, mientras que el maestro Mendoza Rosas, invitó a activar el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la UNAM, denunciar y acudir con la orientadora Diana Paulina Pérez (pppauldi@gmail.com). El acto concluyó con la entrega de reconocimientos, por parte de Jaquelina López, a los ponentes y al maestro de ceremonias Rodrigo Takashi Sepúlveda.

¿Crisis de la masculinidad?

La Jornada de otoño incluyó una dinámica interactiva y lúdica que consistió en colocar a la entrada del auditorio mamparas con tres frases invitando a los alumnos asistentes a completarlas: Sigo siendo hombre, aunque haga ..., Ser hombre me otorga privilegios como... y Me siento más hombre cuando hago...

Ya lo habían dicho los ponentes y quienes se expresaron lo refuerzan, hay nuevas masculinidades, son muchos alumnos de la FI que han optado por comportamientos de equidad, que siguen siendo hombres, aunque "expresen sus sentimientos, lloren, bailen y rían frente a todos; besen y demuestren afecto a otros hombres, se pinten las uñas; hagan deberes del hogar y la comida, les guste el rosa mexicano". Asimismo, reconocen que ser hombre les otorga privilegios: "estudiar en la universidad y que todos confíen que se van a titular, salir de noche sin miedo y sin dar explicaciones a los padres, caminar solo en la calle en la madrugada sin temor de que los maten". El GAEGFI agradece la participación de todos los que pusieron color a la dinámica.