Propulsión AAFI (Asociación Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería-UNAM), equipo integrado por estudiantes de las facultades de Ingeniería, Química y de Ciencias de la máxima casa de estudios, presentó Xitle, su nuevo cohete para próximas competencias, el pasado 9 de junio en el Auditorio Javier Barros Sierra. El presídium lo conformaron Omar Córdova, fundador y primer líder de la iniciativa; Luis Bolívar, capitán; Samuel Pombo (aeroestructuras), Santiago Arroyo (aviónica) y Alejandro Gómez (cosmoblastos).

Xitle destaca por tener un motor híbrido (utiliza tanto combustible sólido como líquido), único en México; es el primero del equipo en superar la barrera del sonido, en mandar telemetría, y en estar hecho de fibra de carbono y diseñado para alcanzar los nueve kilómetros con un peso de más de cuarenta kilogramos, mejoras que representaron un reto para todos los subsistemas. Los jóvenes universitarios se encargaron de cada aspecto del proyecto: fuselaje, propulsión, diseño eléctrico, computadora de vuelo, instrumentación, manufactura y más, y de ponerlo todo a prueba, ya sea en laboratorios o a campo abierto.

Un cohete, al ser un vehículo, tiene como objetivo primordial el transporte, por lo que Xitle llevará un CubeSat, una carga útil con un experimento que deberá resistir las altas temperaturas, la presión y la humedad, y amortiguar el movimiento. El objetivo es observar y analizar los efectos del viaje sobre muestras de sangre, de modo que se pueda evaluar lo que sucedería, por ejemplo, con paquetes de transfusión, y contribuir al conocimiento de la salud en el espacio o buscar aplicaciones para mejorar la cobertura rural.

Xitle será la nave que Propulsión UNAM presentará en el Spaceport America Cup 2023, a celebrarse en Las Cruces, Nuevo México, del 19 al 24 de junio. La competencia, que reúne a miles de estudiantes de todo el mundo, es la más importante en esta categoría.

Tras esta presentación, parece increíble pensar que Propulsión UNAM inició hace tres años con nueve personas, creando pequeños cohetes conocidos como komodo, primero de cartón y luego de fibra de vidrio, con alta potencia, funcionamiento a base de combustible sólido y un solo paracaídas integrado para su recuperación.

Luego siguió Insurgente, que, además de ser significativamente más grande y pesado, incrementó en el alcance de la altura y, por estas razones, requirió de dos etapas de liberación, cada una con su respectivo paracaídas. El desarrollo obtuvo el primer lugar absoluto de la competencia y el primero en la categoría de tres kilómetros, así como el premio a la excelencia técnica en el Encuentro Mexicano de Cohetería Experimental (Guadalajara, 2022), y el segundo lugar en la categoría de tres kilómetros y el tercer lugar general en el Latin America Space Challenge (Brasil, 2022), en donde se enfrentó a otros cuarenta y ocho proyectos.

En el contexto actual, en que la exploración espacial está cobrando gran relevancia, los profesionales capacitados van a ser primordiales para las empresas (Space X, una de las líderes), por lo que están buscando incentivar a estudiantes para que trabajen en sus propias aeronaves, combustibles especiales y otras tecnologías. "Nosotros no lo hacemos nada más porque nos gusta el espacio y ver a Elon Musk en la tele", puntualizó durante la presentación uno de los miembros del equipo.

Propulsión UNAM agradeció a sus patrocinadores —los primeros fueron y son las familias de las y los casi treinta estudiantes que actualmente conforman el equipo—, quienes han apoyado con orientación técnica, recursos económicos, software, espacios de práctica y con manufactura, o para agilizar trámites, como es el caso del diputado el ingeniero Jesús Briano, quien se encontraba en el evento para entregar a los concursantes las visas para asistir a la próxima competencia en Estados Unidos.