En el marco de la Semana Ford en la FI, se llevó a cabo la charla Disrupción y Vehículos Eléctricos, del ingeniero Carlos Calleja, project manager de la compañía automotriz, el pasado 30 de agosto en el Auditorio Javier Barros Sierra, en la cual explicó las dificultades e importancia de la electrificación como parte de los cambios que enfrenta la movilidad a nivel mundial con miras a reducir el uso de combustibles fósiles.
El ponente compartió la historia de disrupción de Ford: fundada en 1903, implementó una línea de ensamblaje automatizada que permitió reducir costos y acelerar el ritmo de producción, después diversificó sus productos (primera camioneta en 1917) y en 1941 construye jeeps para el ejército estadounidense, lo que supuso un cambio de paradigma a nivel global. En 1954, realiza evaluaciones ante impactos, lo que incrementó la seguridad de sus vehículos; dos años más tarde se convierte en una empresa de capital abierto. En los años sesenta oferta el Mustang, como parte del cambio de preferencias del mercado (público más joven), y se alía con Philco para la producción de sus controles eléctricos. Tres décadas después, en 1996, incursiona en la electrificación moderna: ofrece Sync (2007), su primer sistema operativo, y Ford Smart Mobility (2016), que anteceden a su primer vehículo de carga eléctrico en 2020. Hoy en día, Ford planea el lanzamiento de la séptima generación de Mustang.
Explicó que la inclusión de motrices eléctricos y baterías determinan nivel de electrificación: híbridos no enchufables, enchufables en paralelo y en serie, y los de batería (silenciosos, mayor desarrollo tecnológico, libres de emisiones de tubo de escape) cuyo mantenimiento es económico y la recarga por conexión. Aclaró que la electrificación no es algo nuevo, sino que se remonta al siglo pasado, pero que los cambios en el ambiente y en el entorno de los negocios han acelerado la migración a la ecomobilidad. En ese contexto, Ford ha destinado recursos al desarrollo de vehículos eléctricos, pues estima para 2030 una demanda siete veces mayor con un alcance de 40 millones de unidades anuales.
Para continuar la transición a vehículos eléctricos, subrayó, se necesita disminuir costos y ampliar la oferta, infraestructura, educación, regulaciones e incentivos gubernamentales, así como promover acuerdos ambientales internacionales, concientización de la sociedad y nuevas tecnologías en fabricación de baterías con suficiente suministro de minerales. "El auto del futuro es eléctrico, conectado, autónomo y se actualiza de forma inalámbrica, por tanto la movilidad será más sencilla y flexible para los usuarios. La cadena de valor de la industria se está transformando como parte del camino hacia la neutralidad de carbono, en la que las nuevas generaciones jugarán un rol clave en la demanda", apuntó.
Detalló algunas estrategias de Ford para liderar la electrificación (implementar vehículos icónicos en segmentos de volumen, tecnología moderna a gran escala con experiencias digitales y conectadas, arquitecturas de vehículos flexibles, proveedores de baterías a costos competitivos, alto nivel de experiencia en manufactura flexible y de calidad) y las aplicaciones de las ingenierías Eléctrica electrónica, Computación, Mecatrónica, Mecánica e Industrial en el desarrollo de las autopartes: infotenimiento (diseño de interfaz humano-máquina, pruebas electrónicas), cabina interior (ergonomía, diseño de partes, compatibilidad de materiales), baterías (diseño de empaquetamiento, evaluación de desempeño y durabilidad), tren motriz (programación, control y modelado, evaluación de desempeño y durabilidad) y chasis (diseño de estructura, resistencia de materiales, evaluación de desempeño en colisiones). Las ingenierías Ambiental y en Telecomunicaciones participan en los sistemas de transferencia energética, la implementación y diseño de red, el análisis de compatibilidad electromagnética, minería de datos e implementación de aplicaciones de internet de las cosas.
Concluyó que la electrificación automotriz es una disrupción, resultado de una larga evolución y alineación de múltiples factores, y que es importante la inversión a nivel mundial en soluciones innovadoras para automóviles, en particular eléctricos, ya que su proceso representa una revolución sin igual en la industria, y las nuevas tecnologías conllevan oportunidades que requieren de profesionales de la ingeniería con vasta preparación técnica y en habilidades blandas e interés en formar parte de la resolución de nuevos retos.
