Hace 25 años el maestro Óscar Herrera fundó el Coral Ars Iovialis de la Facultad de Ingeniería. El pasado 18 de septiembre alumnos, ex alumnos, la Orquesta de Cámara del Palacio de Minería, el Coro de la Facultad de Química y el Coral Luis Enrique Erro se reunieron para celebrar un cuarto de siglo de excelencia musical.

Un auditorio lleno y entusiasta recibió con calurosos aplausos al desprevenido maestro Herrera, para quien esta celebración musical fue una sorpresa en agradecimiento por su constante e incasable labor.

El concierto se estructuró en 5 partes temporales, por lustros, cada una contó con el testimonio de algún participante del Coro, seguido de piezas interpretadas por la Orquesta de Cámara del Palacio de Minería.

La primera en pasar fue Dinorah Cruz, integrante fundadora, quien compartió anécdotas sobre los inicios de Ars Iovialis. Cavallería rusticana, pieza de la ópera del mismo nombre, acompañó este lapso.

A continuación Carlos Saucedo, profesor de la FI, habló sobre la integración del Ars Iovilais al Programa Coral Universitario en 1998: "Esta experiencia nueva, netamente universitaria, nos dio la oportunidad de sentir el orgullo de la identidad, así como de difundir la cultura", comentó. El Primer divertimento de Mozart fue la canción seleccionada para representar el sentir de la primera década.

Divertidas historias sobre sus inicios en Ars Iovialis fueron las que contó Mario Sierra Tabla, quien además tuvo el privilegio de cantar por primera vez en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. "Formar parte de esta experiencia me ha dado muchos días eternos", dijo a manera de agradecimiento.

Al igual que Mario, Abel Jared Pérez Calvo fue otro ingeniero que pasó sus días bajo la dirección del maestro Herrera, esto le dio la inspiración para, a su vez, organizar un coro al convertirse en docente.

Así nació el Coral Luis Enrique Erro de la Escuela Secundaria Técnica 43, que se unió a la celebración para acompañar a la Orquesta en su interpretación de Les anges das nos campagnes, Caminante del Mayab y Voissut ton chemin.

En un tono más popular y para pasar a la segunda década, sonó el famoso tango de Carlos Gardel Por una cabeza. En esta ocasión se dirigió al público la esposa de Óscar Herrera para destacar el espíritu familiar y de trabajo en equipo que reina en el Coro.

Finalmente, Flor Díaz de León, profesora de nuestra Facultad e integrante del Coro, habló sobre los últimos 5 años: "Estar en un ámbito en el que he experimentado algo inefable, intangible y que al mismo tiempo se acomoda en espacios que no pueden ser comunicados con palabras es parte de lo que me ha sido obsequiado", expresó.

Subieron al escenario el Ars Iovialis y sus ex miembros, así como el Coro de la Facultad de Química para cerrar el evento cantando El grillo de Josquin Des Prez, Gloria in excelsis deo de Antonio Vivaldi, Va, pensiero de Giuseppe Verdi, Hijo de la luna de José María Cano y el Hallelujah de Handel.

"El maestro Herrera es el orfebre que minuciosamente engarza su talento musical con la pasión por el arte", expresó el ingeniero Pérez Calvo. Acto seguido una placa conmemorativa fue develada para recordar la ocasión y que las generaciones futuras conocieran la trascendencia de Ars Iovialis.

Óscar Herrera resaltó la importancia de sensibilizar a la población a través de la cultura y el papel que la División de Ciencias Sociales y Humanidades juega en este sentido para los ingenieros. "Éste fue un sueño que empecé yo solo pero que muchos han querido soñar conmigo y se los agradezco", fueron sus últimas palabras.

El Himno universitario y un Goya que retumbó en las paredes del Auditorio Javier Barros Sierra cerraron con broche de oro la ocasión.