La Unidad Integral de Género de la Facultad de Ingeniería (UIG-FI) organizó el Conversatorio Ingeniería entre Mujeres, el pasado 8 de febrero en el auditorio Raúl J. Marsal, en el que participaron exitosas ingenieras —la doctora Rocío Aldeco Pérez, jefa del Departamento de Ingeniería en Computación de la FI; la maestra Leslie Alonso Ferro, directora IT región América de Draexlmaier, y la profesora de la FI Rosa Deni Hernández Desentis, responsable de proyecto, tren interurbano México-Toluca—, quienes abordaron los desafíos de ser estudiantes y profesionales, y de conciliar su vida personal y laboral, brindaron consejos al respecto y compartieron historias que impactaron su carrera.
La maestra Alonso Ferro destacó que uno de sus retos al estudiar ingeniería fueron las matemáticas, pues no le gustaban del todo, pero las fue amando cuando descubrió la valía que este campo ofrece a otras áreas. Aunque fue madre muy joven, expresó que ha logrado equilibrar su carrera con su vida personal gracias a redes de apoyo y a su entereza de carácter: "No todo es trabajo, hay que realizar y disfrutar actividades que nos hagan sentir completos para lograr el equilibro emocional", instó a las nuevas generaciones a estar abiertas a diferentes experiencias y oportunidades en el campo laboral, y les aconsejó salir de la zona de confort, buscar el conocimiento en diversos lugares y con personas de otros sectores, a fin de enriquecerse, utilizar su tiempo para aprender idiomas (un plus en el campo laboral) y tener grandes sueños y estar dispuestos a hacer sacrificios para alcanzarlos.
En su turno, la ingeniera Hernández Desentis también señaló que la maternidad combinada con el estudio y trabajo ha sido su mayor desafío: tuvo que demostrar que podía organizarse y dedicar tiempo a su profesión y vida personal. Destacó la importancia de confiar en sí misma, y ser resiliente y bien encauzadas. "Las personas exitosas y las mejores universidades siguen vigentes porque no se distraen con otras opciones y se enfocan en sus aspiraciones". Compartió la historia de una madre que acepta un ofrecimiento para el cuidado de su hijo, mientras acude a un examen; a la pregunta de qué calificación le pondría a su mamá, el pequeño responde "dos" (sólo sabe hasta ese número), lo cual la hace reflexionar en la relevancia de enseñar a su hijo a contar desde temprana edad para que no la volviera a calificar bajo; en otras palabras, errores y tropiezos son lecciones que motivan a seguir aprendiendo y creciendo, finalizó.
En su intervención, la doctora Aldeco Pérez habló del síndrome del impostor y cómo ha afectado su confianza a lo largo de su carrera, principalmente por la falta de oportunidades para las mujeres, ya que constantemente debe recordarse que pueden superar cualquier desafío. Compartió que salió de su zona de confort al estudiar su maestría y doctorado en Inglaterra, donde creció personal y profesionalmente. Al igual que sus colegas, fue madre joven, tuvo que esforzarse para lograr sus metas y contó con una red de apoyo. Hizo hincapié en que las mujeres deben ser conscientes de las limitaciones y juicios que enfrentan en esta sociedad, por lo que es fundamental que exprese y comunique sus ideas de qué quieren y no permitir que alguien más lo decida. Es madre de dos hijas y esposa, y ha logrado la estabilidad familiar y laboral: "Hay que rodearse de gente que te cuide, organizar de la mejor manera los tiempos, así podemos alcanzar la salud emocional y mental y, por tanto, nuestras metas", puntualizó.
