Sociales, económicos, políticos, ambientales... dificultades en estos ámbitos son evidentes tanto a nivel local como internacional. Abordarlas y comprenderlas bajo el marco metodológico organicista es la intención que persigue la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSyH) con la serie de conferencias Problemas Nacionales desde el Pensamiento Sistémico, la cual estuvo enfocada en esta ocasión al tema de los residuos sólidos en la Ciudad de México.

A manera introductoria, la ingeniera Iris Monserrat Urbina Casas expuso que a lo largo de la historia la humanidad ha adoptado diversos esquemas conceptuales para explicar la realidad y uno de ellos es el pensamiento sistémico, derivado del organicismo biológico. Como su nombre lo indica, este marco metodológico concibe los objetos de estudio como sistemas, es decir, elementos que se relacionan entre sí y que a su vez forman parte de supra y subsistemas englobados en un ambiente o contexto.

Tras realizar un breve recorrido histórico por el tema de la producción y tratamiento de basura en las civilizaciones prehispánicas y en la época colonial, el ingeniero José Sánchez Espinoza explicó que el aumento de residuos sólidos urbanos se encuentra relacionado al crecimiento desmesurado de la población, a mediados del siglo XX cuando las urbes comenzaron a extenderse por el territorio que hoy corresponde a la capital.

Señaló que a la par de ese incremento fue necesario modificar y establecer nuevas normativas sanitarias correlativas a un marco económico: el sistema de recolección y tratamiento de residuos sólidos, un negocio que, para quienes aprovechan los materiales de reciclaje, genera ingresos estimados en más de 900 millones de pesos al año.

Barrenderos, camiones recolectores, estaciones de transferencia, plantas de selección, tractocamiones y rellenos sanitarios constituyen el sistema de recolección de las 12 mil toneladas diarias de basura que se generan diariamente en los hogares, oficinas, mercados, industrias, lugares de recreación y hospitales de la Ciudad de México.

Pese a los esfuerzos, el maestro Pedro Alcántar Aguilar recalcó que aún falta mucho por hacer en cuanto a aprovechamiento de biogás para generar energía eléctrica y en alternativas para el tratamiento de basura tecnológica. Al respecto, el ingeniero José Sánchez concluyó que la ingeniería juega un papel importante en la proposición de soluciones a problemas relacionados con el desarrollo y exhortó a los jóvenes a impulsar su creatividad para generar factores de cambio.