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Vida Académica
2016-04-11
Doctor Jaime Cervantes de Gortari
Un ejemplo de compromiso, trabajo y dedicación en pro de la enseñanza y el autoaprendizaje.
Por: Rosalba Ovando Trejo
Fotografía: Antón Barbosa
Comunicafi
Dr. Jaime Cervantes de Gortari

Conocer la larga trayectoria académica y profesional de una personalidad tan reconocida como el doctor Jaime Cervantes de Gortari, profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Ingeniería y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 3, no es tarea fácil, sobre todo porque son 43 años de docencia e investigación.

Durante este tiempo ha vivido un sinfín de experiencias que le han dejado grandes satisfacciones y reconocimiento de sus pares y de su alma máter, la UNAM.

El doctor Cervantes, ingeniero Mecánico Electricista refiere momentos importantes que han marcado su labor docente, entre ellos sus inicios como profesor de física y matemáticas en escuelas secundarias y preparatorias cuando aún estudiaba la licenciatura, al tiempo que ingresó de ayudante de profesor en la Facultad de Ingeniería.

Formación docente

El doctor Cervantes de Gortari recuerda que en el tercer año de la carrera reprobó Mecánica de Fluidos y para acreditarla en examen extraordinario consultó diversos textos de Mecánica de fluidos y Matemáticas aplicadas, los cuales no entendió a totalidad en un primer momento. Sin embargo, estos libros, de la autoría del doctor Enzo Levi, lo inspiraron y encauzaron a su vocación.

A principios de 1968, el doctor Cervantes de Gortari resultó beneficiado con una beca del Programa de Formación de Profesores, otorgada por el Instituto de Geofísica y la Dirección General de Asuntos del Personal Académico, para realizar su tesis de licenciatura, así tuvo la oportunidad de colaborar como ayudante de profesor durante cuatro años con el doctor Enzo Levi, el reconocido investigador del Instituto de Ingeniería y profesor emérito, y autor de esos libros insuperables.

"Cuando me dijeron con quién colaboraría no lo podía creer y pensé que por no entender sus libros quizá no me aceptaría; sin embargo, ocurrió todo lo contrario. El doctor Levi era una persona de un carácter muy afable, tranquilo, buena onda, e inmediatamente me incorporó a la investigación. Durante cuatro años a su lado pude adquirir las bases para el estudio de la Mecánica de Fluidos y así perfilarme hacia la investigación en ingeniería. Terminé mi tesis, me recibí y empecé en 1970 como profesor de asignatura. Cuando le externé mi deseo de seguir estudiando, me aconsejó que entrara a la maestría de Ingeniería Mecánica con el doctor Enrique Chicurel Uziel", narra el doctor Cervantes.

Para 1972, Jaime Cervantes se va a Estados Unidos a realizar sus estudios de doctorado en Ingeniería Mecánica en la Universidad Purdue, en Indiana; al concluir en 1976 regresa para integrarse a la máxima casa de estudios.

En el Instituto de Ingeniería se le ofrecía colaborar en proyectos de desarrollo tecnológico en el área de energía solar, pero dedicado únicamente a la investigación, mientras que en la Facultad podría integrarse como profesor de tiempo completo contribuyendo en la formación de las nuevas generaciones de ingenieros, mediante el impulso a la enseñanza moderna de las ciencias de la ingeniería térmica, con actividades de investigación básica y aplicada.

Cervantes de Gortari opta por la Facultad de Ingeniería por considerar que esta institución le brindaba la oportunidad de llevar a la práctica sus ideas acerca de la enseñanza de la ingeniería, a la vez de poder desarrollar sus actividades de investigación. Su larga y fructífera carrera académica la inicia impartiendo Transferencia de Calor y Térmica, Mecánica de Fluidos, y en el Laboratorio de Hidráulica, esto bajo las órdenes del doctor Jorge Ángeles, quien en la actualidad es una de las más connotadas eminencias a nivel mundial en el área de mecanismos.

Posteriormente fue designado jefe del Departamento de Fluidos y Térmica, puesto en el que estuvo ocho años. Durante la gestión como director, del ingeniero José Manuel Covarrubias, el doctor Cervantes fue comisionado para dirigir el Laboratorio de Energía Solar, en aquella época, adscrito al Instituto de Investigación en Materiales, con la finalidad de impulsarlo y convertirlo en una entidad independiente.

Durante cuatro años trabajó intensamente promoviendo la comunicación académica entre la dirección del Instituto de Materiales y los 18 investigadores del laboratorio.

"Tuve que trabajar durante año y medio, con el apoyo de los investigadores y del director, para lograr una adecuada comunicación y así dedicarnos a formular el plan de desarrollo del Laboratorio, con la idea de que se enfocara no sólo a la energía solar, sino también hacia las energías renovables, un tema de gran relevancia en México", relata.

Después de dos años y medio se presentó todo el proyecto ante el Consejo Universitario y otras instancias. Así, el entonces laboratorio de Energía Solar se convirtió en el Centro de Investigaciones en Energía (CIE), que tuvo una buena época de desarrollo y crecimiento, y que hoy en día con gran actividad, recursos e instalaciones con tecnología de punta, se ha convertido en el Instituto de Energías Renovables, el cual cuenta con laboratorios Nacionales en Sistemas de Concentración Solar y Química Solar en Hermosillo, Sonora, y Temixco, Morelos, cofinanciados por Conacyt y la UNAM. En el primero se cuenta con un Campo de Pruebas para Helióstatos (CPH), y en el segundo se construyó el primer Horno Solar de Alto Reflujo Radiactivo (HSAR) del país y único en su tipo en Iberoamérica.

"Haber formado parte de este proyecto ha sido uno de los logros que más orgullo me da, pues es una institución muy sólida, incluso cuenta con una licenciatura en Energías Renovables".

Docencia y la investigación

El doctor Cervantes de Gortari ha sido parte fundamental en la formación de varias generaciones de estudiantes y ha contribuido sustancialmente en la investigación que se realiza en la FI: ha logrado conjugar con habilidad ambas actividades, lo que le ha permitido recibir reconocimientos: el Premio Universidad Nacional 2002, en Docencia en Ciencias Exactas, y el del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) al categorizarlo en el Nivel 3 como un investigador consolidado.

"Creo que cuando uno hace lo que le gusta pueden alcanzarse estos logros, por ello, uno debe considerar de gran importancia cada una de las actividades que realizamos, como preparar una asignatura y participar en proyectos de investigación y desarrollo; es menester trabajar con seriedad e intensamente, con compromiso y excelencia.

Otro aspecto medular que destaca el doctor Cervantes en la labor docente es la autonomía en el aprendizaje con la capacidad de trabajar en equipo: "He tenido la fortuna de contar con alumnos de primerísima calidad y colaboradores comprometidos que asimilaron mi visión del proceso de enseñanza-aprendizaje moderno, lo cual va más allá de pertenecer a algún organismo o grupos en específico, nuestra principal labor es la enseñanza".

Entorno universitario progresista y solidario

El doctor Jaime Cervantes reconoce que en su desempeño académico y de investigación fue enriquecedor la oportunidad que tuvo de trabajar con personas que tenían una visión progresista, "sabían hacia dónde deberían ir las áreas académicas y apoyaban a sus colaboradores". Recuerda con gran admiración a los ingenieros Odón de Buen y Lozano y Jacinto Viqueira Landa, así como al doctor Alejandro Romero López, personajes que, dijo, sabían escuchar y siempre tenían una buena respuesta a cualquier cuestionamiento.

La visión institucional de la Facultad propició una época de oportunidades de desarrollo con el crecimiento de sus divisiones y departamentos. "Por ejemplo, en lo que era el Departamento de Fluidos y Térmica llegamos a tener hasta 15 profesores de tiempo completo, algunos extranjeros, casi todos con posgrado, docentes de primer nivel. Esto nos permitió conformar una academia, integrando conocimientos y adquiriendo experiencia con los alumnos, así como realizar una labor muy destacada en el desarrollo tecnológico. A la fecha seguimos teniendo una muy buena productividad, de los cinco profesores de la Facultad nivel 3 del SNI, dos son del Departamento de Térmica, hay otros del nivel 1 y 2, una planta docente de las mejores del mundo en su campo".

Desarrollar conocimiento para transferirlo a las nuevas generaciones

Uno de los aspectos relevantes para el doctor Cervantes es poder desarrollar conocimiento y saber transferirlo a los estudiantes para que se sientan motivados a aprender y generar más conocimiento.

Rememora que el primer libro que escribió fue a petición del ingeniero Odón de Buen, quien lo consideraba con la capacidad para hacerlo. "Preparé el índice al otro día de su propuesta y se lo mandé. A la semana me llama la secretaria del entonces director, ingeniero Javier Jiménez Espriú para decirme que estaba invitado a un desayuno en el Palacio de Minería para la firma de los contratos de los libros que se iban a escribir y me informó que estaría presente el rector. Esto me sorprendió, pero así eran las acciones de Jiménez Espriú, y Odón de Buen lo secundaba bastante bien. Fui al desayuno, 10 o 12 profesores firmamos el contrato en el que especificaba qué libro íbamos a escribir, se entregó un cheque como estímulo, sin ningún compromiso. Empecé a escribir y me tardé como 15 años [risas], sobre todo porque iban saliendo nuevas cosas, luego lo dejaba por uno o dos años; más tarde me dieron una beca del Conacyt y así concluí dos capítulos que me faltaban. El texto de 600 páginas fue publicado por el Fondo de Cultura Económica con el apoyo de la UNAM".

Este libro, subraya el doctor Cervantes, está basado en el material que venía realizando para sus clases, pues siempre tuvo la idea de proporcionar a los alumnos toda la información que requerían para su buen desempeño. "Creo que en el proceso de enseñanza-aprendizaje el maestro no debe ser rígido, por el contrario, es su función mostrar a los alumnos la bondad de lo que están aprendiendo y facilitárselos, tampoco ser egoísta con el conocimiento, siempre hay que buscar nuevas formas de transmitirlo y experimentar nuevas prácticas pedagógicas. Cada semestre o año modifico y mejoro, en la medida de lo posible, el material de trabajo, y así adecuarlo a los cambios de cada época y generación; además, utilizo las nuevas herramientas tecnológicas, todo con el fin de que los alumnos se sientan motivados a aprender".

El doctor Cervantes ha sido ponente de varias conferencias, un trabajo que, al igual que la docencia, implica tiempo para documentarse, prepararlo y exponerlo. "Esta actividad, junto con los libros y apuntes también conforman el carácter y la experiencia del profesor; he dado como 50 conferencias y todo el material que utilizo siempre lo estoy renovando".

Recalcó que cada conferencia y clase siempre implican un reto, lo mismo que en el teatro, el profesor debe tomar cierta actitud y cambiar su personalidad dependiendo a quién se dirija: "Con los alumnos te vas familiarizando; en una conferencia debes detectar en los primeros minutos a qué tipo de audiencia te enfrentas: receptiva o no receptiva; a veces tienes la oportunidad de hacer un buen papel, otras no. En este contexto, una de mis experiencias más bonitas fue cuando me invitó el gobierno municipal de Cuernavaca a dar una conferencia sobre energía solar; me preparé, pero no me dijeron que eran niños de primaria [risas], entonces el reto fue cambiar todo y hacerlo atractivo para ese público".

Si bien desde su primera clase en una escuela secundaria se sintió muy a gusto, reconoce que siempre habrá un cierto nerviosismo, que desaparecerá con el tiempo, al enfrentar por primera vez a un grupo o a una audiencia: "cada inicio es una experiencia fuerte", puntualizó.

El docente no nace, se hace

Desde su punto de vista, un excelente académico es aquel al que le gusta lo que hace, cuenta con diversos conocimientos y el convencimiento de que puede profundizar en ellos y aprender nuevos, tiene la capacidad de adecuarse a las nuevas tecnologías de la información, "un profesor comprometido y le gusta compartir lo que sabe".

En cuanto a un modelo a seguir, agradece la influencia de su papá, "era alguien que le gustaba aprender cosas nuevas y enseñarlas", y de su tío el Doctor Eli de Gortari: "Se dedicaba al estudio todo el tiempo; pasaba los fines de semana en su casa, lo veía y me entusiasmaba; recuerdo que empecé a practicar la lectura y por eso fui un alumno de pensamiento razonable. Me di cuenta que la preparación constante es lo que nos permite obtener el conocimiento, y no sólo por aprender, también para enseñar y hacerles ver a los alumnos lo importante que es esto. Ya estoy a punto de jubilarme, pero las nuevas generaciones de académicos deben darla continuidad a una línea de investigación, a conceptos, a temas, a todo lo que implica la enseñanza".

Impulsoal autoaprendizaje

El doctor Cervantes se considera en un sentido pionero del autoaprendizaje en la FI pues está convencido que quien quiere aprender algo tiene que hacerlo. En su larga experiencia, se ha percatado, por ejemplo cuando estudió el doctorado, que algunos profesores, reconocidos como grandes investigadores, no sabían transmitir sus conocimientos, "eran aburridos y lo que te enseñaban bien lo podías leer por tu cuenta. Por ello, es muy bueno enseñarles a los estudiantes técnicas de autoaprendizaje, todos deberíamos desarrollar algo en ese sentido, como volver al concepto de catedrático, en el que un profesor puede impartir sus clases ante un gran número de estudiantes y un espacio amplio, con lo cual se contribuirá a resolver problemas. Esto aplicaría bien en Ciencias Básicas, en los primeros semestres, cuando hay una gran afluencia de alumnos y hacen falta grupos y buenos profesores, la Facultad de Ingeniería podría aprovechar a sus mejores académicos e impulsar la investigación entre los estudiantes para que estén mejor preparados".

Expectativas

El doctor Cervantes reitera que está por jubilarse, palabra que no debe connotar finalización de proyectos, ya que aún le quedan mucho por hacer: "mi intención en la nueva etapa es conformar una pequeña empresa editorial para abrir una fuente de trabajo y ofrecer este servicio a la Facultad de Ingeniería y a otras instituciones, ya que a pesar de nuestra escuela cuenta con una unidad editorial se ve rebasada por toda la demanda, hay un gran volumen de material que puede tener éxito y ser utilizado en diferentes campos de estudio".

Durante la entrevista, el doctor Armando Ortiz Prado, exalumno del doctor Cervantes de Gortari, exaltó la labor docente y de investigación del doctor Cervantes como uno de los grandes pilares de nuestra institución, pues su compromiso, entrega y contribuciones en la enseñanza y la investigación han dejado huella entre sus alumnos y seguramente trascenderán a las nuevas generaciones de académicos e investigadores.