Interesados de distintos niveles e instituciones educativas desbordaron el Auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Minería para presenciar la conferencia magistral Caracterización y Remediación de Suelos y Acuíferos Contaminados por Hidrocarburos que impartió la doctora Gladys Adriana Roldán Martín el pasado 13 de abril.

Existen una gran cantidad de locaciones contaminadas con diferentes tipos de compuestos, tanto orgánicos como inorgánicos, debido principalmente a las actividades de la industria petrolera y minera, por lo que tratar el asunto y con especialistas es vital.

En nuestro país, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Peligrosos establece que la remediación es el conjunto de tecnologías a las que se someten los sitios contaminados para controlar o contener los contaminantes hasta un nivel seguro para la salud humana y el ambiente.

La ponente destacó que para el caso de México, la principal causa de polución es lo que se conoce como "ordeña de ductos", potenciada por la imposibilidad de vigilar los 1200 kilómetros de tuberías que corren a lo largo y ancho del territorio.

Los lugares contaminados representan un alto riesgo para los organismos vivos y una perturbación para el aprovechamiento de bienes y propiedades, en especial de suelos agrícolas.

¿Qué hacer después de un incidente? La ponente indicó que lo primero es avisar a Profepa, ésta confirma la notificación y envía inspectores que establecerán las medidas de contención, recuperación y limpieza.

Antes de escoger una tecnología para remediar, es indispensable conocer el tipo y cantidad exactos de contaminante, y delimitar su extensión horizontal y vertical. Para tal fin, se lleva a cabo un estudio de caracterización, que además sirve para identificar al responsable del daño. Con los datos obtenidos se hace una propuesta de remediación que debe ser aprobada por la autoridad antes de ejecutarla.

Únicamente laboratorios y empresas acreditados pueden realizar este proceso, al igual que el tratamiento descontaminante, de lo contrario, lo hecho es inválido ante la instancia encargada.

Una vez hechos los trabajos de eliminación, transformación y degradación de agentes dañinos, se efectúa un muestreo final comprobatorio para confirmar que el lugar está en los niveles permitidos de contaminación.

La ponente advirtió que el proceso dura alrededor de un año y que para no alargarlo más se debe cumplir en tiempo y forma con los trámites administrativos y los procesos técnicos.

Esta conferencia sirvió de invitación al curso del mismo nombre que impartirá la División de Educación Continua y a Distancia del 11 al 16 de mayo, para más información visitar

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