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Vida Académica
2016-05-12
Homenaje a un ingeniero ejemplar
Carlos Sánchez-Mejía Valenzuela es reconocido por su trayectoria académica y profesional de excelencia.
Por: Diana Baca
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
Comunicafi
Homenaje al Ing. Carlos Sánchez-Mejía Valenzuela

Por sus invaluables aportaciones al progreso de la Facultad de Ingeniería y a la UNAM, a la que pertenece desde hace más de cuatro décadas, la Sociedad de Exalumnos, SEFI, organizó un merecido homenaje al ingeniero Carlos Sánchez-Mejía Valenzuela la tarde del 12 de mayo en el Auditorio Javier Barros Sierra.

El jefe de la División de Educación Continua y a Distancia, DECDFI, maestro Víctor Rivera Romay, narró cómo su amistad con el ingeniero Sánchez-Mejía se remonta al tiempo en que éste era su profesor: "desde entonces un continuo desafiador de paradigmas", ya que introdujo en clase los conceptos de reingeniería de procesos y el modelo Canvas, que en la práctica es una opción empresarial que hoy se sigue fomentando en los alumnos.. Reconoció que el homenajeado es una gran impulsor de proyectos y destacó el diseño en conjunto con la DECDFI del diplomado Desarrollo de habilidades directivas, que cuenta con alrededor de trescientos alumnos.

María del Carmen Navarrete Sevilla, vicepresidente de la SEFI, tuvo al ingeniero Carlos como asesor de tesis y a partir de entonces la excelencia se volvió una práctica común en su vida. "Atreverse es una de las mejores formas de alcanzar el éxito", frase recurrente que el ingeniero legó a sus alumnos, fue crucial para darle el empujón que necesitaba en sus proyectos. En la SEFI, Carlos ha regalado mucho de su tiempo y conocimiento, especialmente para asesorar a los participantes del Concurso de Emprendedores, a quienes el modelo Canvas ha sido de vital importancia. "Todo se puede lograr con orden y disciplina", aseguró.

La semblanza profesional del homenajeado la compartió el ingeniero Medardo Burgos Flores, quien destacó su labor en la Universidad Iberoamericana como coordinador de Ingeniería Mecánica e Industrial, en la dirección de Desarrollo Universitario en la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación de la SEP y coordinador Académico y de Vinculación de las Universidades Tecnológicas. También se refirió a su desempeño en la FI como fundador y primer jefe de la División de Ingeniería Mecánica e Industrial, creando el Departamento de Mecatrónica y titular del Departamento de Ingeniería Industrial, de la Coordinación de Comunicación, y del Centro de Docencia, mientras que en la iniciativa privada fundó varias empresas y colaboró en Mercedes Benz, Italmex y Rambler Jeep.

La maestra Silvina Hernández García complementó la semblanza de quien hoy por hoy es uno de sus más destacados maestros desde que inició en 1968. Fue jefe del departamento Físico-matemático y coordinador de las Ingenierías en la entonces ENEP Aragón y en cada clase ha demostrado un verdadero compromiso social con los alumnos, a quienes ha permitido realizar prácticas profesionales en sus empresas. Subrayó que su impacto en el concepto de calidad entre los alumnos de la carrera ha sido tal que existe la creencia de que él lo había iniciado. Ha publicado libros sobre temas de desarrollo empresarial, creatividad, ingeniería automotriz y el modelo Canvas. Ha ocupado los primeros lugares en las evaluaciones de alumnos, por lo que, concluyó, es un gran honor para ella haber sido su alumna, compañera y amiga.

En ausencia de la destacada exalumna Ana de Gortari Pedroza, directora de la Unidad Técnica de Planeación del Instituto Nacional Electoral, la maestra Artemisa Pedroza de Gortari leyó el mensaje que su hija dedicó a Carlos. Rememoró su experiencia como discípula de un excelente profesor, orientado al proceso de enseñanza-aprendizaje y la vinculación escuela-empresa. Le agradeció sus enseñanzas que le han servido en su desempeño profesional: "el ingeniero Sánchez-Mejía nos condujo por el camino de la responsabilidad, entusiasmo y bondad; le agradezco dedicar su vida a la docencia y deseo que siga así por mucho tiempo".

Otro sobresaliente exalumno, Alejandro Villalón Trujillo, reconoció la invaluable labor del formador profesional dentro y fuera de las aulas. "Impactó positivamente en mi desarrollo personal, cuento con su amistad y la satisfacción de que fue mi director de tesis". Con un tono divertido recordó el porte informal de su profesor, lujoso auto y el dinamismo en sus clases, que lo llevaron a comprender lo que era un cambio de paradigma: "Carlos dio un giro a la manera de dar cátedra en la Facultad. Si hubo un profesor que marcara mi vida, sembró la semilla de crear valor económico y compartirlo a través de la Ingeniería, fue él".

Para engalanar artísticamente el homenaje, el Coro Ars Iovialis, a cargo del maestro Óscar Herrera, interpretó el primer movimiento de Gloria in excelsis deo, de Vivaldi, y al término se presentó una semblanza fotográfica que mostró diversos momentos profesionales y personales de Carlos Sánchez en compañía de sus familiares, amigos, colegas, alumnos y demás personas que han enriquecido su existencia.

Enseguida, el ingeniero Gonzalo López de Haro, secretario General de la Facultad, en representación del doctor Carlos Escalante Sandoval, director de la FI, entregó un reconocimiento a Carlos Sánchez-Mejía por su extensa y fructífera trayectoria académica y profesional. Representantes de la SEFI y de la generación 62 también le otorgaron un presente simbólico de sus grandes pasiones: unos autos a escala y un libro de diseño automotriz.

Las palabras de Sánchez Mejía fueron muy generosas, de un profundo agradecimiento a su madre, esposa, hija, nietos y demás familiares, profesores, alumnos, jefes y compañeros; a la Facultad de Ingeniería y a la UNAM, por las alegrías, satisfacciones y oportunidades brindadas. Finalizó con una reflexión personal en torno a la expresión "échale ganas", que escuchó reiteradamente cuando su salud recientemente entró en crisis. Afirmó que para él esta frase significa gratificación, vivir el presente, mantener la armonía, paz y un pensamiento mental positivo, trabajar con fe e inteligencia y sentirse merecedor de las cosas buenas que suceden. "Mantengan siempre la alegría por vivir", concluyó entre una lluvia de aplausos seguidos del Himno Universitario entonado con pasión y orgullo por todos los presentes.