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Vida Académica
2016-09-09
Vigésimo aniversario del UNAMSAT-B
La FI celebró el lanzamiento del primer satélite construido en México que transmitió telemetría a la Tierra.
Por: Erick Hernández Morales
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Vigésimo aniversario

Entre 1991 y 1993, estudiantes, egresados y especialistas de la Facultad de Ingeniería participaron en el desarrollo del primer satélite de fabricación mexicana, el UNAMSAT-1, concebido para el estudio estadístico de las trayectorias del impacto de los meteoritos en la atmósfera terrestre. A la par, comenzó a construirse el UNAMSAT-B, un satélite gemelo pensado para quedarse en la Tierra como simulador de la operación en órbita.

Sin embargo, tras un problema en un cohete que malogró el lanzamiento del satélite, el 5 de septiembre de 1996 el UNAMSAT-B fue puesto en órbita desde una base militar en Rusia para convertirse en el primer satélite construido en México que transmitió telemetría a la Tierra.

Dos décadas después, profesores involucrados en tal evento así como directivos de la Facultad y del sector espacial mexicano se reunieron en el Auditorio Javier Barros Sierra para conmemorar aquel momento histórico.

La celebración comenzó con una videollamada, desde Moscú, de Vladislav Solovey, uno de los encargados del lanzamiento, quien se congratuló por el éxito de ese proyecto e hizo extensiva la felicitación, ya que se trató de "un destacable programa espacial mexicano" e instó a los académicos que se dedican a esta área a continuar en proyectos semejantes.

También en línea, el ingeniero Juan Ramón Reveles se expresó sobre aquella experiencia como una oportunidad de aplicar todo lo que aprendió en la Facultad en las cuestiones espaciales. Refirió que después de este parteaguas del lanzamiento, siempre continuó con la expectativa de trabajar en la misma área, lo cual logró en 2009 cuando tuvo la oportunidad de desarrollar sistemas para la Agencia Espacial Europea y, más tarde, convertirse en uno de los cofundadores de la empresa de tecnología espacial Oxford Space Systems. Reveles quiso que su caso sirviera de ejemplo a los futuros ingenieros a quienes recomendó que nunca claudiquen para alcanzar sus metas.

El mismo mensaje se externó en la videollamada del ingeniero José Luis García García. Él tampoco dejó de involucrarse en el área y fue uno de los fundadores de la Agencia Espacial Mexicana, posteriormente se especializó en lanzamientos, pues, aparte del UNAMSAT-B, ha participado en los del Ariane 5 (2012), el MAVEN (2013), el Progress M-27 (2015), el Morelos 3 (2015), el Centenario (2015), entre otros.

Al tomar la palabra, el doctor Jorge Rodríguez Cuevas, jefe del Departamento de Electrónica, resumió el sentido de los mensajes precedentes como muestras en las que los jóvenes se den cuenta qué tan lejos pueden llegar. Agregó que como profesor era un orgullo ver que estudiantes de la FI podían tener trayectorias tan impresionantes.

En una última llamada en línea, el ingeniero Héctor Augusto Sosa también comentó que los proyectos espaciales no están tan lejos del alumnado y dijo que la experiencia del UNAMSAT-B fue una muestra de cómo los sueños se pueden materializar: "En ese momento nuestros sueños se elevaban al cielo. Y todo fue cuestión de buscar y de querer aprender un poco más".

Por su parte, el ingeniero Juan Antonio Ascencio recordó la emoción que significó verse involucrado en el satélite cuando se encargó de cuestiones de la manufactura, de las pruebas de vibración y la adecuación para el lanzamiento. Aseguró que, a pesar de cada uno de los participantes era el mejor en algo, ahí aprendieron que las grandes metas sólo se alcanzan gracias al trabajo en equipo. Asimismo, dijo que una gran lección fue aprender a lidiar con la presión, algo necesario para ser un profesionista exitoso en la industria.

A continuación, el ingeniero Eloy Martínez recordó que el UNAMSAT-B nació a raíz de una teoría surgida del Instituto de Astronomía que pretendía medir la cantidad de masa oscura que hay en la vecindad solar; así, el satélite se creó con el fin de llevar la cuenta de los meteoritos que impactan la Tierra desde dentro y fuera del sistema solar.

Para lograrlo, el UNAMSAT-B estaba conformado por 5 módulos: el de recepción de enlace de la Tierra con el satélite, el de la carga útil que era el experimento propiamente, el del sistema energético, el de la computadora, y el de la comunicación del satélite con la Tierra. Su trabajo en el UNAMSAT-B consistió en diseñar el receptor de los ecos.

El doctor Saúl de la Rosa Nieves, coordinador del laboratorio de instrumentación electrónica de sistemas espaciales, destacó que la carrera espacial de México inició con el UNAMSAT-B por ser el primer satélite mexicano que cumplió todo su ciclo: diseño, construcción, lanzamiento exitoso y que finalmente operó en el espacio y es importante recordar que fue hecho por estudiantes y egresados de la UNAM y de la FI. Agregó que la proliferación actual de especialistas en el área espacial tanto en lo académico como en lo industrial es fruto de aquella semilla que fue el UNAMSAT-B.

En representación de la Agencia Espacial Mexicana, Enrique Pacheco auguró un futuro promisorio para el país en el sector, pues considera que la capacidad de innovación ya se está traduciendo en proyectos concretos que pronto saldrán a la luz.

Parafraseando a un astronauta sobre la idea de que la contribución más importante de la NASA era la capacidad de inspirar, agradeció a los presentes del equipo del UNAMSAT-B por motivar a nuevas generaciones para querer llegar al espacio y a ellos para generar las condiciones para que puedan lograrlo.

Finalmente, Alan Scott García, canciller de la Asociación Aeroespacial de la UNAM, comentó que su organización es joven, pero que no ha parado de trabajar en proyectos entre los que destacó la cátedra especial Valentina Tereshkova dedicada a la ingeniería espacial y astrofísica.

Para concluir, agradeció nuevamente al equipo por sentar las bases del desarrollo aeroespacial en el país e invitó a los jóvenes a asumir la mentalidad de que México puede llegar literalmente hasta las estrellas.