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Investigación y Vinculación
2016-11-07
NASA reconoce a académica de la FI
La trayectoria de la doctora Amanda Gómez en el área espacial se distingue por su enfoque social.
Por: Erick Hernández Morales
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Dra. Amanda Gómez González

Cada año, en el marco de los festejos del Hispanic Heritage Month, la National Aeronautics and Space Administration, NASA, reconoce la trayectoria de alguna personalidad latina dentro del área espacial. Este año el premio fue para la doctora Amanda Gómez González, profesora de la Facultad de Ingeniería y miembro de la Agencia Espacial Mexicana (AEM).

Lo que caracteriza el trabajo de la doctora Gómez son las aplicaciones sociales, para ella, las telecomunicaciones suponen un compromiso importante: "Más que la tecnología misma, debemos recordar que detrás hay un ser humano; si les mandamos programas de televisión absurdos, eso reciben, pero también podemos hacerles llegar salud, educación y protección civil".

A esas tres cosas se dirige su programa en la AEM que le ganó el reconocimiento de la NASA, se trata de la teleepidemiología, una forma de detectar desde el espacio el entorno en que viven y se reproducen insectos transmisores de enfermedades, como chagas, malaria o paludismo, dengue, leishmaniasis, mediante sistemas de información geográfica (GIS), con lo que es posible prever los recursos médicos, fumigar y realizar campañas de alerta a la población.

La doctora considera que ese enfoque social es algo destacable del sector espacial en México y América Latina: "Me sentí a la par de ellos, orgullosa de tener un proyecto que les interesó, porque sus satélites serán increíbles, pero no todo es fierros y cables, es actitud, gente y los objetivos a los que se quiere llegar".

La doctora Gómez viajó a las instalaciones del Johnson Space Center, donde dio una conferencia sobre su trayectoria dentro del mundo espacial: "Para mí fue muy importante ser reconocida como una mujer latina, mexicana, que recibió toda su formación en español y con muchos años de experiencia".

Su relación con el espacio se remonta a su niñez cuando su padrino astrónomo le dejaba asomarse a él en sus telescopios: "Así descubrí que las estrellas no tienen piquitos", cuenta. Su segundo contacto fue la noticia de la llegada del hombre a la Luna, la cual escuchó por la radio, pues en Zapotlán, Jalisco, donde ella vivía, aún no había televisores.

En 1975, mientras ella estudiaba Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica en la Universidad de Guadalajara, tuvo lugar el primer acoplamiento entre dos naciones en el espacio, entre el Apolo y el Soyuz. Su generación imprimió como emblema en su anillo de graduación ese acontecimiento, a cuyos protagonistas de cada país, los astronautas Alexei Leonov y Thomas Stafford, tuvo la oportunidad de conocer personalmente, tiempo después.

Es en la maestría donde realmente comienza a trabajar en el espacio con la realización de un modelo de huellas de radiación de satélite que sirvió como antecedente a un satélite teórico en cuyos prototipos posteriores también participó. Se integró al equipo de trabajo de Rodolfo Neri Vela, quien la invitó a dar clases en la FI: "Mientras él volaba en el espacio yo me quedé en la Tierra a dar su clase en la Facultad y aquí me quedé enganchada hasta la fecha", dice.

Tras un doctorado en Madrid en el que siguió involucrándose en las cuestiones espaciales, regresó a México donde de inmediato se incorporó a los preparativos de los Satélites Solidaridad 1 y 2, puestos en órbita a comienzos de los noventa.

Después se incorporó al Instituto Mexicano de Comunicaciones donde creó el programa de Telesalud en el ISSSTE, que fue premiado por la Organización Mundial de la Salud por ser el primer programa mundial en salud pública que utilizaba las telecomunicaciones.

Actualmente se desempeña en la AEM como gerente de Desarrollo Gubernamental: "La niña que no pudo ver la llegada a la Luna por que no tenía televisión, ahora hace proyectos de telecomunicación social, principalmente. Me mantengo cerca de otros soñadores que todavía creen que podemos hacer algo por los demás".

El último hito en su carrera fue el premio Hispanic Heritage Month, gracias al cual, la doctora Gómez pudo adentrarse en la réplica de la Estación Espacial Internacional, en su centro de monitoreo, en el centro de misión en Houston, y en los centros de acondicionamiento de astronautas.

Con motivo de su experiencia en la NASA, nos comenta su perspectiva del área a nivel nacional: "En México el área está muy incipiente, muchas instituciones, como la UNAM, han desarrollado satélites y otros proyectos, el problema es que no hay un proyecto conjunto y a nivel de tecnología faltan recursos económicos, aunque existen opciones asequibles como el modelado de software".

"La Facultad de Ingeniería tiene un potencial muy alto, esta Universidad siempre ha estado a la vanguardia y ha sido el eje de las otras instituciones del país. Creo mucho en lo que hacemos aquí, y mis estudiantes siempre me sorprenden con su inquietudes; es común que terminemos antes mi programa lo que nos permite avanzar con temas que son de maestría o doctorado", comenta.