El cariño por el idioma, el reconocimiento al talento de los estudiantes y la unión entre las humanidades y la ingeniería son algunos de los motivos que dan continuidad al Concurso de Cuentacuentos de la Facultad, el cual en su sexta edición tuvo su premiación en el Auditorio Javier Barros Sierra, el 24 de noviembre, en una ceremonia presidida por el maestro Marco Tulio Mendoza Rosas, en representación del director Carlos Escalante Sandoval; los ingenieros Gonzalo López de Haro, secretario General, y Pablo García y Colomé, así como la maestra María Cuairán Ruidíaz, integrantes del jurado. En el concurso participaron 126 estudiantes de las 13 carreras y 14 profesores.

El ingeniero Pablo García y Colomé expresó que ser miembro del jurado es una tarea hermosa y difícil: "Hermosa porque hay pocos placeres tan grandes como leer, sobre todo, si se trata de textos cavilados y expuestos al escrutinio público. Difícil porque a pesar de contar con experiencias en este menester, siempre, invariablemente, hace su aparición la subjetividad con su modos de pensar y sentir con sus climas y sus circunstancias".

A los participantes en este concurso y a todos los que escriben les compartió un proverbio tibetano: "La palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse como un pájaro. Recuerden, escritores novicios y formados, que las palabras con las que dibujan cuentos son sucesiones de letras furtivas que, en un momento dado, por un extraño y misterioso convenio y como un homenaje a los seres humanos, a sus hechos, a sus circunstancias, a sus vidas, a sus muertes, emana de su espíritu recónditos para detonar, de preferencia, como dulces estruendos de amor", finalizó el ingeniero García y Colomé.

Por su parte, el maestro Mendoza Rosas, secretario de Apoyo a la Docencia, externó su orgullo por la gran respuesta que tuvo esta sexta edición y felicitó a todos los escritores por compartir esta faceta con el resto de la comunidad. "Estoy convencido que en una época como la que vivimos, no podemos aceptar el mundo tal y como es, sino como cada uno quiere que sea, sólo así lograremos su renovación y progreso; ejemplo de esta crítica a la realidad fue José Emilio Pacheco, quien se caracterizó por un constante cuestionamiento sobre la vida moderna", aseguró.

El maestro Mendoza Rosas comentó que las fortalezas de los egresados son la formación integral de los estudiantes y de los profesores, las herramientas económica-administrativas, la conjunción de las ciencias de la ingeniería con las sociales y humanidades.

Por último, retomó una reflexión de don Emilio: "Nadie trabaja aislado. Todo escritor debe tanto a los que le precedieron, como a sus contemporáneos y a los que vendrán".

Posteriormente se realizó la entrega de reconocimientos a 19 alumnos y a 4 profesores finalistas. Los lugares y premios se otorgaron de la siguiente manera en primer lugar y una Tablet al cuento Ocho punto uno de Mario Axel Flores Santillán, en segundo y un reproductor multimedia a El vuelo de color de Arturo Andrés Montealegre, y el tercer lugar y una calculadora programable a El querubín de piedra de Cristian Adolfo Chimal Santana.

Mario Axel Flores Santillán, en entrevista, comentó que le gusta mucho escribir y que este concurso fue una oportunidad perfecta para poder externar todo lo que había pensado. "Mucha gente piensa que los ingenieros no tenemos esta parte de creativa para escribir, que sólo nos clavamos con las matemáticas, derivadas, integrales o cosa de este tipo. Por eso decidí entrar al concurso, nunca pensé que podría ganarlo, lo cual es muy grato. Me siento muy agradecido con todos, en especial con mi Facultad, ya que siempre nos ha dado bastante, y ahora más; me cuesta expresar todo lo que siento, me faltan las palabras...".

En la categoría para profesores, el primer lugar y una tablet fue para ¡Te deseo! de Fany Carolina León González; el segundo y un disco duro externo, Amuleto de Ana Beatriz Carrera Aguilar; y el tercero y un libro, El hallazgo de Arturo Ángeles Mancilla.

Fany Carolina León González, en entrevista, nos dijo que si bien escribir no es su fuerte, lo hace cuando se encuentra en silencio y hasta cierto punto inspirada. Le gusta escribir historias de familiares cercanos o anécdotas alegres. "Recuerdo cuando decidí escribir el cuento, se cumplía un año del aniversario de W radio, imaginé cómo sería vivir en otra época y la aderecé con una anécdota de mi tío, fue una catarsis. El primer boceto tenía 8 cuartillas, me dolió mutilarlo; no obstante, era por una buena causa. Me emociona la idea de que existan concursos que acerquen a la comunidad a otros campos, más allá de la ingeniería, como en este caso, a las letras y la imaginación".

Sobre su participación declaró: "Es la primera vez que concurso y fue un honor obtener el primer lugar. Ha sido una de las mejores experiencias en mi vida, me da orgullo haber creído en mis letras, en mis palabras y en cada párrafo escrito. Escriban, nunca dejen de hacerlo, porque no saben cuándo una palabra conocerá a otra y a otra, y entonces, nacerá un cuento".

La ceremonia de premiación concluyó con la lectura de los cuentos por sus autores y una rifa de las recopilaciones de los concursos anteriores; se informó que se harán las gestiones para publicar los cuentos finalistas de esta sexta edición en una antología.