Académicos y estudiantes de la Facultad de Ingeniería y la Escuela Nacional de Trabajo Social, que forman parte del Grupo de Servicio Social con Acción Directa en la Sociedad (GSSADS), visitaron la comunidad de San Isidro Lagunas, Oaxaca (SILO), del 6 al 9 de diciembre del año pasado, con el objetivo de identificar las problemáticas de esta región y realizar un análisis para proponer soluciones.

Stephanie Gabriela Cervantes, perteneciente al GSSADS, explicó en su reporte que se recabó información en torno al medio físico natural y artificial para ubicar el sitio y plantear hipótesis. "El jardín central, las zonas de inundación en áreas de desarrollo agrícola y el proceso de desertificación, fueron las primeras demandas específicas".

Tras las visitas de campo, se hallaron nuevas solicitudes relacionadas con el manejo y aprovechamiento de los recursos disponibles. Se señaló la urgencia de un depósito de residuos sólidos, la reparación de caminos de terracería que entorpecen la entrada a los transportes, así como servicios de agua potable, drenaje, iluminación pública, educación y salud, entre otros.

La principal actividad económica de este lugar, de acuerdo con Stephanie, es la agricultura y ganadería. Desafortunadamente, el trabajo de campo se volvió más difícil y las nuevas generaciones emigraron para buscar nuevas oportunidades y una mejora en su calidad de vida. "Es evidente que el desarrollo de una comunidad rural depende enteramente de la producción primaria que genera, pero el mundo moderno exige ir un poco más allá, es por ello que el impulso económico deben ir encaminadas mediante cooperativas capaces de competir en el mercado", declaró.

Por otra parte, San Isidro Lagunas posee una rica cultura popular conformada por leyendas y anécdotas que forman parte de su cotidianidad. "Gracias a los esfuerzos de preservación cultural de Hemeterio Flores, el grupo tuvo la oportunidad de conocer algunos relatos que enriquecen el patrimonio intangible del territorio", señaló Stephanie.

Tras el análisis del GSSADS se determinaron distintas acciones y se darán recomendaciones a las autoridades de este lugar, facilitando la toma informada de decisiones. De manera paralela, se ofreció una plática sobre buenas prácticas agrícolas por parte del ingeniero Mario Álvarez.

Con el proyecto SILO, el GSSADS refrenda su compromiso para resolver problemáticas de las comunidades más desfavorecidas y representa un aprendizaje para los alumnos que participan. "Fue una experiencia humana y profesional importante en donde se hace tangible la existencia de una sociedad vulnerable que exige formalidad en las decisiones y proyectos que finalmente repercuten en su calidad de vida".