El talento artístico de los jóvenes de la Facultad de Ingeniería sale a relucir cuando se trata de celebrar al amor: Nizar Karim, estudiante de Ingeniería Geofísica e integrante del Coral Ars Iovialis, y Carlos Adrián, de Mecatrónica, ofrecieron el concierto Dos tenores cantando al amor, organizado por la División de Ciencias Sociales y Humanidades en el Auditorio Barros Sierra, el pasado día 15 de febrero.
Los dos jóvenes tenores se presentaron como ‘tenores en formación’ e hicieron gala de una diversidad de estilos en los que se entrenan con el fin de satisfacer a todos los gustos, y sobre todo, lucieron su capacidad para cantar ópera, al interpretar fragmentos de Nessun Dorma de Giacomo Puccini, considerada una de las máximas piezas.
Acompañados de la soprano Karen Gallo, estudiante de la Facultad de Contaduría, los ingenieros hicieron duetos con la excepcional voz femenina. Resaltó la interpretación de L’amour est un oiseau rebelle, una habanera de la ópera Carmen de Georges Bizet, en la que los tres jóvenes sumaron a su talento musical el apoyo visual de sus movimientos sobre el escenario y la comunicación histriónica.
"En momentos difíciles como éstos, debemos enaltecer quiénes somos como nación, hay mucha música mexicana bellísima", expresó Karim, en el preámbulo de los temas Dime que sí de Alfonso Esparza Oteo, y El triste de Roberto Cantoral.
El público recibió con entusiasmo piezas que "no necesitan presentación": Si nos dejan de José Alfredo Jiménez, tema que los tenores cantaron cerca de la gente mientras repartían rosas.
Otra cara del amor se escuchó con la pieza Core ‘ngrato de Salvatore Cardillomor. "También podemos tener amor por nuestra profesión o por un ideal, en nuestro caso queremos transmitir nuestro amor por la música", expresión tras la cual entonaron Vivo por ella.
En el Auditorio Barros Sierra, a su máxima capacidad, el público aplaudía efusivamente prolongando el final. Los jóvenes tenores y la soprano regalaron un tema extra como despedida, Como quien pierde una estrella.
