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Vida Académica
2017-04-20
Avances geológicos en México
La DICT ofrece ciclo de conferencias sobre las transformaciones de las ciencias de la tierra en nuestro país.
Por: Marlene Flores García
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Dr. Enrique Alejandro González Torres

En el marco de las actividades por los 225 años de la Facultad de Ingeniería, la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra preparó diversas actividades, entre ellas el Ciclo de Conferencias Avances en el Conocimiento de la Geología de México, celebrado el pasado 20 de abril en el Auditorio Javier Barros Sierra.

El día inició con la ponencia del doctor Enrique Alejandro González Torres Las Grandes Transformaciones del Conocimiento de la Geología en México, seguido más tarde por el doctor Fernando Ortega Gutiérrez, quien habló sobre Los Complejos Metamórficos Pre-mesozoicos de México.

Mediante diferentes modelos y esquemas, el doctor Fernando Ortega presentó cómo se ha ido configurando México a lo largo del tiempo gracias al aprisionamiento de terrenos y a los cambios subcontinentales. Los complejos metamórficos pre-mesozoicos se encuentran sólo en pequeñas cantidades, dado que la mayoría del territorio nacional está cubierto por rocas más jóvenes o que no están transformadas a dichos sistemas.

Sin embargo, su distribución en las costas occidentales del país refleja ciertos eventos tectónicos que indican que la parte más antigua de México se encuentra en el norte de Sinaloa. La parte suroriental no se queda atrás, pues cuenta con gran cantidad de estos complejos y se continúan haciendo hallazgos.

De esta zona destaca el Complejo Oaxaqueño, limitado por otras importantes estructuras como el Complejo de Xolapa, al sur, y el de Acatlán. Hace 975 millones de años culminó la última de las orogenias que formó este microcontinente.

"Aunque las teorías han variado múltiples veces a lo largo de los años para explicar las particularidades de estos Complejos, la Geología no lo ha hecho tanto", explicó el conferencista. Agregó que es importante que las investigaciones continúen y que los futuros ingenieros planteen sus propias hipótesis. "Todavía queda mucho por decir y saber de la geología de México", concluyó.

El siguiente tema fue Tectónica de México, a cargo del doctor Ricardo José Padilla y Sánchez. El ponente recordó que desde sus orígenes en el Real Seminario de Minas, los académicos de la FI buscaron adquirir, enseñar y aplicar los conocimientos más recientes en beneficio del país.

El primer mapa tectónico de México se publicó en 1949. Desde entonces se planteaba, en nomenclatura antigua, la conformación del sistema cordillerano y varios macizos, aunque carecía de datos para la zona marítima. Más adelante, conforme se fue actualizando la información, se agregó una trinchera, una zona de subducción y zonas de fractura.

En el tercer trabajo de este tipo, producto de la colaboración entre la FI, la UNAM y el INEGI, se identificaron áreas con orígenes en común y se incluyeron conceptos de tectónica de placas. El doctor Ricardo Padilla resaltó el papel que ha tenido la tecnología en el mejoramiento de estos mapas y en hacerlos accesibles a todo el mundo, contribuyendo así a la propagación del conocimiento.

México es importante porque toma parte en varias placas, lo que, a su vez, le da una geología complicada y atípica; cuenta con cadenas montañosas tipo alpino y un golfo muy particular en forma circular con dos grandes masas de sal y dos cadenas montañosas casi paralelas.

Haciendo un repaso de las etapas por las que pasó la geología mexicana, el conferencista presentó las diferentes teorías que explican su configuración actual y sus argumentos a favor y en contra. "Es importante continuar estas teorías, buscar las respuestas que nos permitan superar los retos que enfrenta nuestra área de trabajo", finalizó el doctor Padilla.