La segunda Jornada de Investigación en Sistemas Biomédicos, celebrada el pasado 28 de abril, programó en las conferencias vespertinas Experiencia de Rehabilitación Psicológica con Realidad Virtual del maestro Yair Bautista y el alumno de Ingeniería Mecatrónica Shiraishi González.

“Cuando nos encontramos en una situación estresante, necesitamos herramientas que nos ayuden a salir de ella, y también los ingenieros podemos incidir en ello”, inició el maestro Yair Bautista.

Lo que se busca es, a partir de estímulos ópticos, poner en funcionamiento las partes del cerebro que ayudan a controlar situaciones de estrés. En colaboración con la Universidad de Guanajuato, se han identificado las características que deben tener el grupo de imágenes según las necesidades específicas de cada paciente.

Las nuevas tecnologías, como la realidad virtual, podrían contribuir a la restauración psicológica, e incluso mejorarla, ya que con ellas es posible recrear entornos enteros con profundidad y una sensación de inmersión. Los ponentes esperan poner a prueba esta hipótesis en un futuro.

Además, una gran cantidad de empresas están interesadas en invertir la realidad virtual en su desarrollo e investigación, y en ligarla a las ciencias de la salud.

Los elementos que tomaron en cuenta para generar un entorno restaurador en realidad virtual fueron la luz, la cantidad de aspectos urbanos y naturales, los materiales y las texturas a reproducir. “El gran reto es crear una réplica casi exacta de lo que se nos presenta en dos dimensiones”, apuntó Shiraishi González.

A continuación, la doctora Michelín Álvarez Camacho, del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), abordó el tema de Biomecánica sobre su trabajo desarrollado en torno a cicatrices por quemaduras y su mejoramiento.

Cuando se pierde un fragmento de piel, la zona afectada se modifica llegando a tener efectos muy discapacitantes. Para poder hacer una recuperación adecuada, los médicos del INR tienen varios métodos experimentales cuyos resultados necesitan cuantificar con precisión.

Mediante imágenes especialmente captadas por el Laboratorio de Ingeniería en Rehabilitación, los doctores han detectado en qué zonas de la mano y en qué patrón se desplaza la piel de un miembro sano. El siguiente paso es aplicar la técnica elegida, tomar nuevas imágenes y comparar resultados para saber si se tuvo el efecto deseado y traer mayor calidad de vida al paciente.

Hacer esto es de gran utilidad cuando se está trabajando con un material que tiene la capacidad de deformarse hasta un 40 por ciento sin perder sus características. Los investigadores esperan poder realizar sus pruebas muy pronto.

En Los Hospitales y la Ingeniería Biomédica, ponencia impartida por el arquitecto Gilberto Muñoz Mercado, se explicó en términos generales la configuración del Sistema Nacional de Salud y la necesidad de hacer partícipes de la planeación a los ingenieros para mejorarlo. “Hay que construir hospitales bien diseñados y estructurados para garantizar una atención fluida, oportuna y de calidad”, concluyó.

Los doctores María Elena Bravo y Mirsha Quinto Sánchez presentaron las Oportunidades de Interacción entre la Ciencia Forense y la Ingeniería en Sistemas Biomédicos. La Ciencia Forense desempeña su principal función dando el marco legal a los especialistas necesarios para resolver controversias con lo cual abre la puerta para que la Ingeniería colabore ampliamente.

Especializada en Toxicología, la doctora María Elena Bravo detalló que la detección, presunción y confirmación son los pasos a seguir en un análisis toxicológico. Para ser utilizable, el resultado debe ser científicamente indiscutible y legalmente defendible.

Ejemplificó con la prueba de concentración de alcohol en la sangre (aliento) que monitorea que los niveles sean seguros y los legalmente permitidos para conducir un automóvil. Al tratarse de un método seguro, no invasivo, que no requiere personal especializado y que arroja resultados inmediatos, cumple con los puntos anteriormente mencionados.

Por su parte, el doctor Mirsha Quinto ofreció un panorama sobre su especialidad, la Identificación Humana, integrada por las áreas de Antropología, Entomología, Odontología y Dactiloscopia, las cuales trabajan para identificar personas, cadáveres o restos esqueléticos. En el proceso se buscan características únicas y marcadores sumamente específicos, y a mayor material encontrado, los jueces y peritos tienen mejores elementos para concretar un perfil biológico y realizar su trabajo.

La vanguardia tecnológica coadyuva a este proceso a través de cámaras con software de reconocimiento facial. La captura de imágenes en 3D, y la generación de protocolos para la correcta utilización de la manufactura aditiva en las Ciencias Forenses son algunas de las preocupaciones que el conferencista mencionó como ejemplos de posible colaboración.

La ingeniería interviene precisamente en el potencial de refinamiento o automatización que tienen estos dispositivos en particular y los procesos en general, tanto para la Toxicología como para la Identificación Humana. “Nosotros queremos generar líneas de investigación multidisciplinarias que luego podamos convertir en desarrollo de tesis, publicaciones, software o hardware”, invitaron los ponentes.

La última charla fue la del doctor Leopoldo Ruiz Huerta, responsable del Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva, Digitalización 3D y Tomografía Computarizada. Se trata de un centro que abarca diversas áreas de trabajo y que ha generado numerosos proyectos de éxito en colaboración con instituciones del sector público y privado.

El doctor Leopoldo Ruiz resaltó las ventajas de la construcción capa por capa, la disminución en la cantidad de material consumido y en los costos, y el alto potencial de personalización. Su objetivo es estudiar las variables que definen cada uno de los procesos relacionados con la manufactura aditiva y que afectan las propiedades químicas y físicas de lo producido.

En el Laboratorio cuentan con 5 de los 7 procesos de manufactura aditiva, diversos equipos, una vasta familia de escáneres y un tomógrafo computarizado, y han desarrollado materiales. Destacó asimismo la formación de recursos humanos, y la contribución en investigación y desarrollo tecnológico.

En el área de Sistemas Biomédicos han apoyado proyectos de investigación sobre Parkinson, enfermedades transmitidas por fauna silvestre, disfagia, análisis de la estructura interna de los huesos e implantes, entre otros. El doctor Leopoldo Ruiz invitó a los interesados a continuar y expandir estos proyectos en pro del mejoramiento de nuestro país y del correcto aprovechamiento de los recursos que otorga para la educación.

El doctor Jesús Manuel Dorador, jefe del Departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos, clausuró la jornada reiterando el llamado de todos los ponentes a hacer crecer esta licenciatura, recién creada en nuestra universidad.