Con el propósito de promover un espacio de crítica y reflexión en torno a la importancia del agua como recurso, la Facultad de Ingeniería, en conjunto con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), organizó el Foro Planeación de la Infraestructura Hídrica, el 12 de septiembre en el Auditorio Javier Barros Sierra.
A manera introductoria, los ingenieros Oscar Martínez Jurado y Esteban Figueroa Palacios, académicos de la FI, hablaron del alcance de la planeación como parte de la Formación del Ingeniero Civil y en Proyectos de Infraestructura con Enfoque Social, respectivamente.
El ingeniero Martínez definió a la planeación: "Disciplina que trata de identificar acciones a través de una secuencia sistemática de toma de decisiones para generar los efectos que se espera de ellas" y resaltó que, dadas las pocas instituciones de nivel superior del país que incluyen la materia como parte de sus planes de estudios, se trata de un factor distintivo en el campo laboral.
Enseguida, el ingeniero Figueroa habló de la infraestructura como un bien público y de la misión socialista de los ingenieros civiles. Enfatizó en que, además de poseer una sólida capacidad técnica, deben ser sensibles ante la injusticia y carencias de los más necesitados. Asimismo, instó a los jóvenes a recobrar el protagonismo en la participación de políticas públicas.
Sistema de Planeación de la Infraestructura
Otro de los invitados a este Foro fue el ingeniero Fernando Gutiérrez Ochoa, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) y director general de Grupo GIMSA, asociación enfocada a brindar soluciones integrales de ingeniería, construcción, servicios industriales y corporativos.
En su conferencia, el especialista abordó el tema del agua como un gran reto para la megalópolis, pues explicó que actualmente hay un serio problema de escasez en una zona geográfica que concentra una población superior a 23 millones de habitantes (tan solo 9 millones en la Ciudad de México), además de que una de cada diez personas no tiene acceso a agua potable y el 43 por ciento lo hace, pero sin condiciones sanitarias mínimas.
Detalló que la problemática de abastecimiento de agua en el Valle de México se debe a varios factores, entre ellos, la disminución de la disponibilidad per cápita, a la competencia, y conflictos sociales por diferentes usos, el trasvase de cuencas, la sobreexplotación de acuíferos, las inversiones elevadas en infraestructura hidráulica y la degradación de la calidad del agua.
Hizo hincapié en que el desarrollo equitativo y sustentable de México no puede lograrse sin considerar como prioritario el reto de este líquido vital y agregó que dicho desarrollo debe ir acompañado de una planeación estratégica a largo plazo que integre diferentes enfoques y disciplinas para lograr una gestión exitosa, a la vez que no exponga la salud, el medio ambiente y el ejercicio al derecho de acceder a suministros de agua potable.
Es por ello, manifestó, que el CICM y otras organizaciones presentaron recientemente al gobierno federal el llamado Sistema de Planeación de la Infraestructura Nacional (SPIN), con el cual se pretende mantener un diálogo abierto en torno a temas clave para el crecimiento de México, como lo es la gestión integral del agua y la resolución a las problemáticas actuales.
Derecho Humano al Agua y al Saneamiento
Las actividades del evento continuaron con presentaciones sobre el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento (DHAS) a cargo de un panel de expertos conformado por el ingeniero Ramón Aguirre Díaz, director el Sistema de Agua de la Ciudad de México (SACMEX), y los doctores Felipe I. Arreguín Cortés y Carlos Agustín Escalante Sandoval, directores del IMTA y de la Facultad de Ingeniería, respectivamente.
El ingeniero Ramón Aguirre expuso el programa social para abastecer agua a colonias populares. En términos monetarios, detalló, el resumen de inversiones necesarias para hacer realidad el derecho humano al agua potable en la CDMX sumaría un total de 53,090 millones de pesos, cantidad que se destinaría para maximizar el aprovechamiento de fuentes de abastecimiento propias, mejorar la infraestructura de plantas potabilizadoras, construir 25 nuevas y rehabilitar ocho, así como a la detección y supresión de fugas del sistema de conducción, construcción de tanques de almacenamiento, el mantenimiento de plantas de bombeo y la implantación de sectores hidrométricos.
Por el lado de los retos que tiene la Seguridad Hídrica para asegurar el DHAS —área encargada de atender la disponibilidad de agua en cantidad adecuada y calidad aceptable, así como la capacidad de acceder y aprovecharla de forma sostenible—, el doctor Arreguín mencionó la satisfacción de necesidades para una población con crecimiento demográfico acelerado, la gestión eficiente de cuencas y acuíferos, el control de la contaminación del agua, la adaptación al cambio global y al aumento en la frecuencia y severidad de eventos extremos, y la falta de personal capacitado, destacando el impacto de las tecnologías emergentes para hacer frente a dichos desafíos.
Finalmente, el doctor Escalante Sandoval abordó el DHAS con relación a las sequías. Explicó que no hay que olvidar que el medio ambiente es también un usuario del agua y que para afrontar las sequías se requieren medidas que tomen en cuenta las particularidades de cada zona geográfica y que a su vez integren acciones para combatir las enfermedades derivadas desde el punto de vista hídrico. De igual forma, enfatizó en la necesidad de diseñar una política encaminada a la conservación de los acuíferos y a la optimización de las superficies de riego.
El Foro Planeación de la Infraestructura Hídrica concluyó exitosamente con el taller Derecho Humano al Agua y Saneamiento a cargo del maestro Joaquín Flores Ramírez, tecnólogo del agua del IMTA.
