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Cultura y deportes
2017-10-25
¡Cuidado con la flaca!
Las catrinas llegaron al Palacio de Minería para alegrar la Noche de Museos de octubre.
Por: Marlene Flores García
Fotografía: César González
Comunicafi
Inauguración de exposiciones

Para unirse a la tradicional fiesta mexicana de Día de Muertos, el Palacio de Minería dedicó su Noche de Museos de octubre a esta celebración. Además de extender su horario, se inauguraron las exposiciones Mikiztli y Calacastelo, y se presentó el espectáculo de narración oral Elhuayotl.

El maestro Víctor Manuel Rivera Romay, jefe de la División de Educación Continua y a Distancia (DECDFI), junto con los artistas Héctor Ávila Cervantes y Francisco Lara Castelo, responsables de las exhibiciones, cortaron el listón antes de invitar a los presentes a disfrutar de las catrinas, que fueron el tema de la noche.

Fotografías tomadas en 6 años de recorrer Xochimilco, el Centro, Azcapotzalco y Coyoacán, entre otros puntos, cada Día de Muertos integran Mikiztli de Héctor Ávila Cervantes, haciéndola un registro de las diversas expresiones que se dan durante estas festividades, y a su vez recordándonos que en todos habita la muerte.

Francisco Lara Castelo empezó haciendo figuras para su propia ofrenda y la de su hija. Año con año otras esculturas de calaveras ejerciendo algún oficio, en situaciones cómicas y de la vida cotidiana se fueron sumando hasta formar Calacastelo, una verdadera oleada de humor mexicano que busca alegrar al público y evitar que se pierdan nuestras tradiciones.

Para completar la noche, con su espectáculo Elhuayotl Ixchel Sepúlveda llevó a la audiencia que se congregó en la Antigua Capilla a dar un paseo por la tradición oral prehispánica. Así pues empezó la noche con un poema del tlatoani Nezahualcóyotl: "No para siempre en la tierra, sólo un poco aquí. Aunque sea jade se quiebra. Aunque sea oro se rompe. Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra".

En un tono más escalofriante, la narradora logró erizar el vello de los presentes contando qué observan los perros. Es una creencia bien arraigada que aquél que pone lagañas de can en sus ojos por la noche tendrá visiones desagradables, pero la protagonista de este cuento hizo caso omiso y por satisfacer su curiosidad terminó fría en su cama.

El irónico Elhuayotl, personaje que encarnaba la actriz, terminó ventilando los secretos de La Llorona, que un Día de Muertos se puso tan gravemente enferma que le fue imposible salir a asustar a los aventureros de la noche. Por ser una fecha tan importante, la ausencia de los desgarradores gritos era imperdonable, así que su hermana se ofreció a suplirla, pero no contaba con que cambiaría su lamento por el de "ay mis sobrinos".

Al finalizar, los tres artistas recibieron un reconocimiento por su participación en esta Noche de Museos. Mikiztli y Calacastelo estarán abiertas al público hasta el 5 de noviembre.