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Vida Académica
2017-11-08
Invertir el aula
En el Ciclo DICT, la doctora Laura Mori propone un modelo activo e innovador para mejorar la práctica docente.
Por: Erick Hernández Morales
Fotografía: Antón Barbosa
Comunicafi
Dra. Laura Mori

La tercera sesión del semestre del Ciclo de Conferencias de Investigación y Docencia 2017 de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra, la doctora Laura Mori impartió Hacia la (R)Evolución del Proceso de Enseñanza-Aprendizaje: Algunas Ideas Subversivas, el 8 de noviembre.

La doctora Mori se dirigió especialmente a los profesores con el fin de compartir su experiencia y los resultados de sus inquisiciones para mejorar la práctica docente con la implementación de un innovador modelo pedagógico conocido como aula invertida que fomenta en los estudiantes un papel más activo y el desarrollo de habilidades como la autogestión, la flexibilidad, la eficacia, la colaboración, la interacción entre pares y entre el alumno y el profesor.

Aprendizaje es un concepto que puede tener muchas definiciones y que a ella le gusta entender como un proceso de adaptación para responder a las demandas de la vida a través de la adquisición de conocimientos y habilidades, dijo.

Durante el siglo XX, el objetivo primordial fue formar trabajadores, lo que requería de conocimientos básicos, como escribir y calcular; ahora, las competencias esperadas por la industria son diferentes y más amplias: investigación, comunicación, creatividad, pensamiento crítico, flexibilidad, organización, entre otras.

A la par de este cambio social, debe evolucionar la manera de alcanzar los objetivos de aprendizaje pasando del método expositivo tradicional a uno con estrategias más activas para los alumnos. Sin embargo, se puede observar que se mantiene el primero, con las consecuentes deficiencias: un aprendizaje superficial basado en la mnemotecnia o un alto índice de reprobación.

Algunas de las condiciones que complican la subversión de las prácticas docentes en el contexto actual son la escasez de recursos, los grupos demasiado numerosos, la inversión de tiempo y esfuerzo por parte del profesor, la ausencia de incentivos docentes y los riesgos inherentes a toda innovación.

Invertir el aula es una práctica subversiva, puesto que se trata de poner de cabeza el modelo tradicional, cuyo aprendizaje se da en el salón de clases y se refuerza en la casa con las tareas. En cambio, en el aula invertida el estudiante aprende en su casa de manera autónoma, mientras que la clase se dedicaría a realizar actividades para poner en práctica y reforzar lo aprendido, explicó.

Subrayó en que el docente tendrá la responsabilidad de realizar una planeación del curso para hacerlo riguroso, efectivo e innovador, centrado en el logro de objetivos determinados y enfocados en el estudiante, que sean concretos, cuantificables y dirigidos a desarrollar habilidades de alto orden.

El alumno aprenderá autónomamente el contenido teórico básico con material que le será proporcionado previamente, como libros, artículos, apuntes preparados por el docente, clases en línea y videos educativos. Además, deberá realizar una autoevaluación a través de un cuestionario que permitirá al profesor detectar las deficiencias más importantes que afecten al grupo para reforzar los temas en clase.

El trabajo en el aula, por su parte debe ser dinámico e interactivo. Algunos ejemplos de actividades son: simulaciones, realizar historietas, carteles y mapas conceptuales. "Todo el tiempo de la clase se dedica a consolidar lo aprendido y a explorar los temas con mayor profundidad", señaló.

En cuanto a la evaluación, dijo que con este modelo los alumnos generan mucho material con el que el profesor puede monitorear qué tan bien se han asimilado los temas vistos. Para terminar, la doctora Laura Mori citó una frase del filósofo chino Confucio: "Si lo veo, lo olvido. Si lo leo lo recuerdo. Si lo hago, lo aprendo."

Al momento de entregarle un reconocimiento por su participación en el Ciclo de Conferencias, el doctor Enrique Alejandro González Torres, jefe de la DICT, ponderó los beneficios a que ha redituado hasta el momento el proyecto docente de la doctora Mori y su equipo de trabajo.

Asimismo, destacó que, en el mundo actual que demanda una adaptación constante, es la responsabilidad de todos, funcionarios, profesores y estudiantes por igual, esforzarse por alcanzar un mejor modelo de aprendizaje.