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Investigación y Vinculación
2017-11-06
Vinculación Escuela-Industria
Mesa redonda en el Encuentro Innovación en la Industria de Dispositivos Médicos UNAM 2017.
Por: Aurelio Perez-Gómez
Fotografía: Eduardo Martínez Cuautle
Comunicafi
Mesa redonda con sectores académico, industrial y gubernamental

La mesa redonda Innovación de Dispositivos Médicos en México: Vinculando la Academia con la Industria se realizó, el pasado 6 de noviembre en el Auditorio Sotero Prieto, dentro del Encuentro Innovación en la Industria de Dispositivos Médicos UNAM 2017 (EIIDM). Este panel, que permitió vincular a los sectores académico, industrial y gubernamental, estuvo integrado por el doctor Adrián Espinosa Bautista, profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería UNAM; por los maestros Alejandro Carlos Farías Zúñiga, subdirector de Negocios Tecnológicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; Jatziri Espinosa Pérez, vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Biomédicos; José Luis Urrusti Alonso, coordinador de Ingeniería Biomédica de la Universidad Iberoamericana (UIA), y Fernando Oliveros Arriaga, director General de Medtronic México, el ingeniero Roberto Ayala Perdomo, director de Ingeniería Biomédica del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC) de la Secretaría de Salud, y como moderador el doctor Jesús Manuel Dorador González, jefe del Departamento de Ingeniería en Sistemas Biomédicos de la FI.

El doctor Espinosa Bautista, —ingeniero y maestro en Mecánica (FI), doctor por la Universidad Loughborough, y jefe del Centro de Diseño e Innovación Tecnológica (CDMIT) de la FI—, comentó que este Centro tiene una larga tradición en la vinculación con la industria médica a través del diseño de productos para el bienestar y equipos a la medida. Recordó uno de los proyectos exitosos con los Laboratorios Serral, en el que se inventaron máquinas para la elaboración de agujas de sutura. Explicó que en la Facultad se realizan proyectos sobre temas e intereses personales del investigador, así como por solicitud de las empresas.

En relación con la vinculación escuela-industria comentó que las escuelas son generadoras del conocimiento y las compañías requieren de propuestas innovadoras rentables. "Si concebimos mecanismos en los que académicos puedan participar en proyectos vinculados directamente con la industria, estaremos creando un círculo virtuoso, donde las universidades forman parte de la cadena de valor y se convierten en agentes detonadores del desarrollo tecnológico nacional".

En su turno, el maestro Farías Zúñiga señaló que, hasta hace muy poco tiempo, los criterios para asignar los fondos federales se basaban en la viabilidad y factibilidad técnica de los proyectos. Actualmente, se han adoptado otras políticas, por ejemplo, el nivel de maduración del proyecto, los alcances de la investigación, esquemas de innovación y si es posible el modelo de negocio.

En las nuevas evaluaciones, precisó, tiene el mismo valor la factibilidad técnica que la comercial, por eso se está haciendo énfasis en la pertinencia de formar en las empresas y universidades áreas especializadas para la transferencia de tecnología. Asimismo, cuando una empresa está interesada en realizar un proyecto debe establecer un sistema de gestión de la tecnología, con objeto de analizar si el producto es innovador, técnicamente posible y si hay un modelo de negocio que cumpla con los requisitos del mercado y la reglamentación vigente.

Por su parte, la maestra Espinosa Pérez dijo que en toda investigación debe de considerarse el punto de vista académico y el comercial; además, con el propósito de optimizar los recursos materiales, humanos y económicos, hay que realizar un estudio preliminar de cualquier desarrollo que establezca si existen aplicaciones similares en el mercado, viabilidad de uso y comercialización.

Del mismo modo, aseguró que el desarrollo tecnológico es una parte del proceso de innovación para dar un valor agregado a un producto o servicio, y que en nuestro país se tiene mucho miedo a hacer innovación disruptiva: crear productos y servicios que no existen.

También subrayó que es primordial establecer si existen clientes potenciales y sus requerimientos efectivos: "Podemos gastar verdaderas fortunas creando un dispositivo que su valor e impacto sea muy limitado y su precio a cliente muy bajo". Concluyó proponiendo la integración de equipos de trabajo multidisciplinarios para lograr alinear los objetivos estratégicos de las instituciones educativas y de las empresas, y de generar ecosistemas de innovación y progreso que respeten la legislación existente y las mejores prácticas.

El maestro Urrusti Alonso, profesionista con 18 años de experiencia en la investigación, desarrollo, producción y mercadotecnia de dispositivos biomédicos, aseguró que desde el punto de vista académico los principales criterios aplicados para realizar investigación son el beneficio a la sociedad, la viabilidad técnica y el modelo de negocio, "no de tipo comercial sino sustentable".

Enfatizó en que se debe incrementar los lazos entre las universidades y las empresas buscando nuevas formas de intercambio, como en su caso: "Mi maestría fue pagada por una compañía y a cambio realicé un trabajo de investigación. Hay que modificar los planes y programas de estudio porque no fomentan ni favorecen la vinculación, ni preparan a los alumnos para resolver problemas reales".

El maestro Oliveros Arriaga, experto con 24 años de experiencia en productos farmacéuticos y dispositivos médicos, dijo que son tres los factores determinantes para madurar un proyecto generado en las universidades: entender que la innovación es un proceso, que las investigaciones deben de solucionar una necesidad real y establecer si el proyecto puede ser regional, nacional o internacional.

Invitó a los participantes del Encuentro a romper los paradigmas, "cuando pensamos en adelantos tecnológicos, se tiene la idea de que nos referimos sólo aparatos o dispositivos físicos, pero existe un gran campo de oportunidad en los servicios: la compañía más grande de taxis en el mundo no posee un taxi".

El ingeniero Ayala Perdomo, ingeniero biomédico de la UIA certificado por el Colegio Americano de Ingeniería Clínica, destacó que lo más relevante en las empresas para financiar un proyecto son las perspectivas de negocio: "Podrá sonar muy duro, pero las compañías se manejan en criterios económicos y financieros; analizan si el prototipo te hace competitivo, si cubre una necesidad específica en el mercado, si es único o su nivel de obsolescencia". Reiteró que es obligatorio conocer todo el marco legal, ya que dispositivos muy buenos no pueden ponerse en práctica porque no cumplen con la normatividad.

Clausura

Con la presencia de la doctora Gloria Soberón Chávez, directora de Vinculación CID-UNAM; la licenciada Teresa Jiménez Amescua, presidente de la ASEME, y el doctor Jesús Dorador González se realizó la clausura oficial del Encuentro.

La doctora Soberón Chávez celebró que durante el encuentro se compartieron diferentes puntos de vista, ideas y conceptos sobre el presente y futuro de los dispositivos médicos: "Una experiencia enriquecedora que nos deja una tarea: fortalecer la relaciones entre la academia, las empresas del sector y los organismos gubernamentales".

La licenciada Jiménez mencionó que las pláticas y conferencias realizadas ayudarán a vigorizar y crear los lazos entre la academia y la industria. "Estoy convencida de que si todos trabajamos de manera conjunta encontraremos nuevas formas y soluciones para mejorar el bienestar de los pacientes".

Para concluir, el doctor Dorador González puntualizó que es fundamental que fortalecer la colaboración interinstitucional: "No sólo debemos participar en los procesos, sino involucrarse en las necesidades reales de la población; las instituciones sean grandes o pequeñas estamos unidas para hacer progresar la industria nacional".