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Vida Académica
2015-03-09
El detalle en la estructura
Ofrecen conferencias sobre aditivos para concreto y determinación de
Por: Erick Hernández Morales
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Ing. Carlos Maurillo Carmona

En el marco del 11° Ciclo de Conferencias del Departamento de Estructuras, se presentaron El Papel de los Aditivos para Concreto en los Grandes Proyectos de México, impartida por el ingeniero Carlos Maurillo Carmona, y Determinación de los Coeficientes de Presión de una Cubierta de Gran Claro Mediante Modelado Numérico Empleando la Dinámica de Fluidos Computacional, a cargo del doctor Héctor Aureliano Sánchez Sánchez.

El ingeniero Maurillo dijo que los aditivos son fundamentales en la construcción de grandes obras como las presas hidroeléctricas de El Cajón y La Yesca, el radiotelescopio milimétrico en Puebla y los tanques criogénicos de Ensenada.

Los aditivos que se agregan al cemento para fabricar concreto se pueden clasificar en tres tipos: modificadores de reología, los cuales actúan sobre la consistencia del cemento, aditivos de durabilidad, que mejoran las expectativas de vida del concreto, y aditivos de control de hidratación.

Sobre estos últimos, conocidos como reductores de agua o plastificantes, explicó que se trata de químicos que funcionan por adsorción o por repulsión electrostática, los cuales permiten ahorrar agua y cemento, así como disminuir el sangrado y mejorar la resistencia del concreto.

Otro tipo de aditivos son los acelerantes con y sin cloruros, los cuales reducen el tiempo de fraguado y aceleran el desarrollo de resistencias tempranas. El uso de estos aditivos permite adelantar el inicio de operaciones de acabado y la remoción de cimbras así como reducir el tiempo necesario de curado del concreto.

Por su parte, el doctor Sánchez expuso en su conferencia un proceso para la obtención de coeficientes de presión del viento en una cubierta de gran claro mediante un modelado numérico obtenido a través de la mecánica de fluidos computacional (CFD), que se vale de algoritmos para analizar la relación entre el flujo del viento y la superficie que lo resiste.

Este proceso se aplica para diseñar o revisar problemas existentes de estructuras de tipo armadura, de las cuales, por sus geometrías complejas y poco comunes, se desconoce la respuesta estructural a la presión del viento.

El proceso consiste en aplicar cargas de viento a un modelo bidimensional de la cubierta para obtener la distribución de presiones tanto internas como externas del viento sobre la superficie. Esto permite determinar las dimensiones apropiadas para evitar o resolver problemas de pandeo e inestabilidad.

Con este modelo matemático se puede prescindir de túneles de viento para calcular el régimen de flujo del viento desde todas las direcciones y con diferentes valores de velocidad, lo que significa una importante ventaja económica.