La maestra Rina Fainstein, directora general de la empresa NogaPlus, dictó la conferencia Israel: la Startup Nation, organizada por Innova UNAM Unidad Facultad de Ingeniería el pasado 9 de marzo en el Auditorio Raúl J. Marsal.

Originaria de Uruguay y residente en Israel, la ponente es maestra en Investigación en Psicología (Universidad de Bar Ilan, Israel), experta en mercados y análisis de contenido y coordinadora de procesos de innovación y transferencia y autora de numerosas investigaciones de mercados y satisfacción del cliente. "He viajado y conocido muchos países latinoamericanos, y tengo grandes amigos; pero siempre he tenido un aprecio muy especial por México", saludó.

Comentó que el principal propósito de su compañía es conectar al mundo empresarial, académico y gubernamental de América Latina con las buenas prácticas tecnológicas y programas "holísticos de desarrollo israelí", a través de la adaptación de metodologías innovadoras.

Durante su formación profesional y sus primeros años en el mercado laboral, indicó, fue influenciada por las políticas y la cultura de emprendimiento israelí, lo cual es una constante: "Pasamos de vender jugo de frutas a ser el país con el mayor número de startup en el mundo, lo cual surgió a mediados de los noventa con un cambio de paradigma".

Informó que el desarrollo científico y tecnológico de Israel puede ser entendido mediante sus políticas de emprendimiento, cultura e idiosincrasia. La primera es la educación: Israel desde 1990 basó su desarrollo en un modelo de conocimiento e innovación tecnológica: "Actualmente tiene 140 ingenieros por cada 10 mil trabajadores, siendo el país con más ingenieros per cápita laboral del mundo (Estados Unidos cuenta con 83, Japón 80, Alemania 60, y Suiza y Taiwán 55)".

Otro factor es la inversión en investigación y desarrollo (I+D), a la cual destina cerca del 5 por ciento de su Producto Interno Bruto, muy por encima de Suecia (3.5) segundo en la clasificación. Mencionó que a pesar de que México designa menos porcentaje, el monto final es muy similar al israelí: "La diferencia se encuentra en cómo se distribuye y en qué se invierten los recursos" advirtió.

Comparó a Israel (22 mil kilómetros de territorio y 8.7 millones de habitantes) con el Estado de México (22.5 mil con casi el doble de población 16.2 millones). Sus límites territoriales (Líbano, Siria, Jordania, Palestina, Cisjordania, Franja de Gaza, Egipto y el Golfo de Aqaba en el Mar Rojo) son muy peculiares: "Como es sabido no se tiene muy buena relación con estos estados; por tal razón, cuando se piensa en crear una compañía o producto, lo hacemos para solucionar problemas globales; los startups israelíes nacen con vocación internacional y con la intención de crear tecnologías con impacto mundial", aseveró.

Israel por su situación geopolítica vive conflictos; el Ejército es fundamentalmente una institución social, dado que todos los ciudadanos (hombres y mujeres) de 18 años prestan servicio durante cuatro años. "Por su valor estratégico el gobierno asigna grandes cantidades de recursos económicos al Ejército, convirtiéndolo en el sector que genera más conocimiento y tecnología. Los jóvenes pueden desarrollarse en áreas estratégicas y con los recursos tecnológicos más innovadores. Al concluir su servicio militar cuentan con los conocimientos necesarios para desarrollar proyectos vanguardistas y crear su propia startup", afirmó.

El gobierno israelí, explicó, tiene varios esquemas para el emprendimiento: "La inversión se centra en la triada: gobierno, capital privado y emprendedor". Además, cuenta con un programa de fondos de inversión que asigna como capital semilla un monto de 300 mil hasta medio millón de dólares por proyecto que cumpla varios requisitos: ser innovador, aportar tecnología de alto impacto y realizar un programa especial para emprendedores por dos años. Por otra parte, fomenta que las empresas inviertan en proyectos de desarrollo e investigación, así como la unión entre universidad y empresa (Israel registra 250 patentes per cápita al año).

Considera que esta visión emprendedora se origina en "el ADN emprendedor del pueblo israelí" que son resilientes, apasionados, creativos, competentes, arriesgados, improvisados y flexibles, "rasgos que también poseen los mexicanos". Además, son desafiantes ante la autoridad y Jutzpán (audaz, atrevido o arrogante), es decir, un tipo de actitud: "Como si no hubiera realmente nada que te detenga de hacer cualquier cosa que deseas".

A manera de conclusión, la maestra Fainstein reconoció los diversos esfuerzos realizados por gobiernos, empresas y universidades mexicanas, como las incubadoras, para impulsar los desarrollos tecnológicos, las startups y el emprendimiento, la creación de leyes y organismos.

El maestro Javier Noé Ávila Cedillo, gerente de la Incubadora de la Facultad de Ingeniería UNAM, sintetizó que esta ponencia permitió aprender y expandir los horizontes, y hablar sobre la innovación y emprendimiento que ha vivido Israel, un país que hizo una fuerte apuesta por los desarrollos tecnológicos y las startups: "Sabemos que en su ADN está el emprender y el innovar, que su cultura y ecosistema son propicios, la gran pregunta es ¿cómo podemos crear un ecosistema similar en nuestro país?", finalizó.