Facebook
Gaceta digital FI Ingenieria en Marcha
Comunicafi TVIngenieria comunicafi_unam
Investigación y Vinculación
2018-04-02
Hacia la cuarta revolución industrial
El doctor José Francisco Albarrán abordó el papel de la ingeniería frente a los cambios en la industria.
Por: Erick Hernández Morales
Fotografía: Jorge Estrada Ortíz
Comunicafi
Dr. José Francisco Albarrán Núñez

La División de Ciencias Sociales y Humanidades organizó, el pasado 2 de abril, en el Auditorio Barros Sierra, la conferencia La Ingeniería Mexicana Frente a la Cuarta Revolución Industrial que impartió el doctor José Francisco Albarrán Núñez, actual vicepresidente, y próximo presidente, de la Academia de Ingeniería.

El ponente enfatizó a los estudiantes la proximidad de cambios importantes en la sociedad, en la técnica y en las actividades económicas que anuncian una cuarta revolución industrial, así como de la necesidad de que los ingenieros afronten dicho proceso con protagonismo por el papel que juega en él la tecnología.

El doctor Albarrán explicó que la base de dicha revolución recaería en el entrelazamiento del mundo cibernético con el físico y con la parte biológica, lo cual repercutiría en los aspectos productivos, económicos y personales. Los nuevos conceptos en movilidad y transporte (producción en masa de vehículos terrestres y aéreos no tripulados), el desarrollo del transporte aeroespacial por tubos al vacío (hiperloop) para el desplazamiento individual a una velocidad comparable a la de un avión, la omnipresencia del internet, desde la vestimenta hasta las ciudades inteligentes, son síntomas que la anuncian, y un caso concreto Barcelona, que será la primera ciudad sin semáforos, ilustró.

En cuanto a la energía, dijo que habrá avances en las fuentes renovables y en su distribución, por ejemplo, se desarrolla ropa que almacene la energía del sol para el uso de dispositivos móviles, o los techados foltovoltaicos. Asimismo, se busca dominar el ciclo del hidrógeno para obtener el recurso de manera limpia.

La impresión 3D es otro aspecto que influye grandemente en la industria, pues se le usa como manufactura aditiva en la que se agrega materia, a diferencia de la sustractiva, además, tiene implicaciones en medicina (prótesis a la medida) y en la construcción: en Dubái se tiene proyectado el primer edificio en 3D.

Otros ámbitos en constante avance son la información, con su recolección cada vez mayor y más rápida, y la inteligencia artificial, que se empieza a implementar en todos los sectores como el industrial: Amazon se sirve de robots para armar los pedidos. De igual forma, la realidad aumentada tiene repercusiones en la inteligencia y la percepción, o en la construcción con modelos tridimensionales

Exoesqueletos, la educación a la vez masiva e individualizada, la nanotecnología y la biología aumentada, que podría hacer evolucionar el tratamiento de la salud mediante dispositivos que manejen los impulsos nerviosos de forma eléctrica, magnética o lumínica logrando el mismo efecto que un medicamento son también síntomas que preludian la cuarta revolución industrial; no se puede predecir lo que sigue, pero sí prever que habrá cambios grandes y vertiginosos, dijo el doctor.

México frente a los cambios

Ante la inminente revolución, afirmó que el presente es el momento adecuado para que los ingenieros mexicanos tomen un papel activo en ella, pues el país había quedado al margen de las anteriores en el desarrollo de tecnología.

Durante la primera, que surgió de la mezcla de dos áreas del conocimiento, la del uso del agua con la del combustible mineral, México se vio imposibilitado, primero, por el sometimiento a la corona española que no le permitía un desarrollo autónomo y, luego, porque sus esfuerzos estuvieron enfocados en obtener la independencia.

Sucedió lo mismo con la segunda revolución, en que la que aparece la energía eléctrica y se desarrolla la manufactura en línea; el país permaneció en la pasividad tecnológica y el atraso por su modelo económico heredado de la Colonia, enfocado las materias primas y la mano de obra barata, asimismo, por las guerras intestinas que culminaron con la Revolución Mexicana.

Finalmente, en la tercera, debida principalmente a la automatización, fruto de la microelectrónica y al fuerte desarrollo de las telecomunicaciones, especialmente por el internet, a pesar de que en México empezó el periodo en los años cincuenta con una buena economía y un proceso de modernización, tampoco tuvo un papel activo, lo que se puede adjudicar a la falta de atención en la tecnología por parte de empresarios y gobernantes, en la opinión del doctor Albarrán.

Basado en los resultados de un coloquio sobre este tema organizado recientemente por la Academia de Ingeniería, el doctor Albarrán esbozó algunas líneas de acción, por su impacto y alta factibilidad, dirigidas a que el país pueda actuar de manera diferente durante la próxima revolución industrial: impulsar el emprendimiento en los jóvenes, mejorar la formación de ingenieros de acuerdo a altos estándares de conocimiento y desempeño, la inclusión de ciencia, tecnología y creatividad en el aprendizaje en todos los niveles educativos, y mejorar la comunicación entre la academia, el gobierno y el sector privado, entre otras.

Para concluir, invitó a los estudiantes a estar atentos a estas tendencias y a tomar un papel activo para que México sea un país más independiente en tecnología: "Los que tengan vocación de desarrollo tecnológico e innovación sigan sus sueños, nosotros buscamos que eso se apoye cada vez más en el país. La Academia y la Facultad de Ingeniería hacen su parte y ustedes tienen que hacer la suya".