Como parte del plan de trabajo de la Comisión Local de Seguridad (CLS) en el semestre 2018-2, llevó a cabo un simulacro de sismo el pasado 3 de mayo en dos turnos, a las 10:00 y a las 17:00 horas.

La hipótesis de los simulacros fue un sismo de 8.0 grados a 28 km al suroeste de Tecpan, Guerrero, por lo que el sonido de alerta se activó durante 50 segundos. Cabe mencionar que tanto la Dirección de Protección Civil de la UNAM como el Gobierno de la Ciudad de México prohibieron el uso del sonido de la alerta sísmica y cualquier otro relacionado con algún tipo de emergencia, razón por la cual se utilizó un fragmento del poema sinfónico Así habló Zaratustra de Richard Strauss para marcar el inicio de los ejercicios.

En el simulacro matutino participaron 6 mil 129 personas; en la primera etapa (sótano, planta baja y primer nivel) el mayor tiempo de desalojo fue de 3 minutos y 20 segundos; durante la segunda etapa de repliegue y desalojo, el mayor tiempo fue de 7 minutos 47 segundos.

En el simulacro que se realizó a las 17:00 horas, se hizo el desalojo de 3 mil 821 personas, teniendo como mayor tiempo 5 minutos durante la primera etapa y 6 minutos y 50 segundos en la de repliegue y desalojo de los niveles superiores.

En esta ocasión se ejecutó un nuevo protocolo de sismo el cual incluye la participación de la Brigada de Estructuras, quien hizo una inspección técnica simulada de todos los edificios de los conjuntos norte y sur al terminar las etapas de evacuación y repliegue. Dicha brigada, integrada por profesores de la División de Ingenierías Civil y Geomática, es liderada por el maestro Germán López Rincón, jefe de esa división.

Terminada la revisión por parte de la Brigada de Estructuras se implementó un regreso a las instalaciones de la Facultad escalonado y ordenado por pisos y áreas, organizado por brigadistas de la CLS-FI y voluntarios.

Es importante recordar que los simulacros tienen como objetivo practicar las acciones que se deberán realizar en caso de una emergencia real, y que en consecuencia, sirven para detectar áreas de oportunidad para la mejora del protocolo de sismo así como la actuación de las brigadas y la comunidad.

La CLS reconoce la participación activa de la comunidad en este ensayo: se comportaron de manera ejemplar atendiendo las instrucciones de desalojo, repliegue y retorno ordenado, convirtiéndose en algunos casos en brigadistas que coadyuvan a la seguridad de sus pares.