Destacar las aptitudes demandadas en el mercado laboral y esclarecer las habilidades que poseen ingenieros y técnicos fueron los objetivos perseguidos por el doctor Víctor Jorge Espinoza Bautista en la conferencia Las Universidades Tecnológicas: la Importancia de las Ciencias Sociales y su Relación con la Ingeniería, organizada por la División de Ciencias Sociales y Humanidades.

Basado en su libro Las universidades tecnológicas y su función neoliberal en México, un estudio de la revista Manufactura y una entrevista realizada a un especialista en contrataciones de ingenieros, el docente en Ciencias de la Educación de la UNAM y la Universidad Pedagógica Nacional sostuvo que el conocimiento de los ingenieros no sólo debe estar encaminado a los laboratorios y a las líneas de producción, sino a habilidades emocionales.

Reveló que para el 72 por ciento de un grupo de empresarios encuestados es difícil encontrar candidatos laborales porque muchos carecen de habilidad de liderazgo, manejo de idiomas, conocimiento de nuevas tecnologías y capacidad para trabajar en equipo. Ante estas exigencias, los empleadores encuentran más enriquecedor el modelo de las instituciones de educación superior debido al perfil social y humanístico fomentado en sus egresados.

Por ello, y pese a que es "más fácil y barato enseñar conocimiento técnico que competencias, como negociación y resolución de conflictos", las principales recomendaciones hechas por egresados, docentes y empresarios apuntan a un cambio en las universidades técnicas, en el sentido de aumentar las asignaturas humanísticas, elevar la calidad científica e integrar más equipos de consulta y laboratorios.

Finalmente, el doctor Espinoza advirtió que la tecnología debe entenderse como "el resultado del desarrollo del pensamiento y la creatividad de los seres humanos en tiempos y espacios específicos". Sólo así podrá apostarse por una formación universitaria que a su vez conjugue las ciencias y las humanidades.