En el marco de los festejos por los 10 años de la Sociedad de Energía y Medio Ambiente de la Facultad de Ingeniería, se llevó a cabo la conferencia magistral Edificios Confortables y Energéticamente Eficientes, impartida por la doctora Guadalupe Huelsz Lesbros, especialista en mecánica de fluidos y transferencia de calor en edificaciones del Instituto de Energías Renovables UNAM, el pasado 5 de noviembre, en el Auditorio Sotero Prieto.

La doctora Huelsz presentó algunas estrategias de diseño bioclimático en la construcción de edificios para aumentar su eficiencia energética y mantener un buen confort térmico, es decir, las condiciones de temperatura, velocidad del aire y radiación en las que la mayoría de las personas se sienten confortables en determinado lugar.

El diseño bioclimático consiste en adaptar la arquitectura de acuerdo al clima del lugar donde estará construido el edificio, esto permite consumir una menor cantidad de energía en su acondicionamiento higrotérmico (humedad y temperatura) y ventilación.

Los factores principales a tomar en cuenta son la temperatura y la humedad: algunas reglas elementales son evitar la ganancia solar en climas cálidos y favorecerla en semifríos y fríos, mientras que en los climas templados hay que evitarla en época cálida y favorecerla en fría. Para ello es necesario conocer la trayectoria del Sol en la latitud en que estará ubicada la edificación antes de situar las ventanas.

Para evitar la ganancia solar, la doctora recomendó usar colores claros en techos y en muros, ya que éstos absorben menor cantidad de radiación. En cambio, para favorecerla se deben usar colores oscuros. Un impermeabilizante blanco absorbe entre un 20 y un 30 por ciento de la radiación solar, mientras que uno negro, el 80 o más, enfatizó.

Otro factor importante en el diseño bioclimático es la ventilación. Dado que en los climas secos la temperatura oscila mucho entre el día y la noche pasando del calor al frío extremos, recomendó la ventilación nocturna: aprovechar el viento frío de la noche en todos los espacios para que baje la temperatura de los elementos constructivos y así puedan absorber más calor al día siguiente.

Por otra parte, en los climas húmedos cálidos o templados se recomienda propiciar la ventilación durante todo el día porque al aumentar la velocidad del aire cerca de la piel aumenta la capacidad de evaporación del sudor, la cual disminuye con la humedad y es un mecanismo eficiente para ceder calor al medio. En cuanto a climas semifríos en época fría la ventilación natural debe darse sólo cuando la temperatura del aire exterior es superior a la interior (en la mayor parte de México esto sucede a ciertas horas), de lo contrario debe haber una ventilación mínima por calidad de aire.

Una técnica muy útil en climas cálidos secos es el enfriamiento evaporativo: en su forma más eficiente se incorporan pequeños atomizadores que expulsan gotas muy finas, éstas toman energía del aire para evaporarse reduciendo así su temperatura, una idea tomada de la arquitectura antigua en la que se utilizaban fuentes naturales de agua.

Otro aspecto es la capacidad de almacenamiento térmico de los sistemas constructivos; en climas secos conviene utilizar sistemas de alta masa térmica para que los muros almacenen energía durante del día y en la noche la disipen hacia afuera. En climas húmedos se recomienda usar sistemas constructivos con poca masa térmica en lugares habitados en la noche para que no aumenten calor, en cambio, si se trata de una oficina u otro edificio que sólo se utiliza durante el día, también es conveniente una masa térmica alta.

Como conclusión, la doctora Huelsz enfatizó la necesidad de construir edificaciones de acuerdo al clima de cada lugar para hacerlas más eficientes energéticamente y más sustentables; en ciertos climas, esto es suficiente para obtener el confort térmico y en los que sí se requiere sistemas mecánicos éstos actuarían sólo como un apoyo limitado a ciertas épocas del año, con consumo de energía más bajo.