En el marco del XVIII Ciclo de Conferencias de la División de Ingenierías Civil y Geomática Perspectivas de Desarrollo de Infraestructura ante el Cambio de Gobierno, el ingeniero Carlos Moss, de la empresa internacional de fábrica de acero Gerdau Corsa, impartió Perspectivas de las Estructuras Metálicas, el 13 de marzo en el Auditorio Barros Sierra, ponencia sobre el panorama de la industria de la construcción y la producción de acero.

La producción anual de acero en México es de casi 20 millones de toneladas (14 en el mundo), una cantidad menor a la de su capacidad instalada que alcanzaría las 29.5; sin embargo, tiene un déficit de importación, pues su consumo nacional alcanza las 30.8 millones de toneladas. Se da el caso de que sólo hay dos plantas que pueden surtir el material con las cualidades para la industria automotriz.

El primer factor que afecta la industria nacional es una medida proteccionista impulsada por Donald Trump incluida en el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá que impone un arancel del 25 por ciento para la exportación del acero al país vecino.

El ponente estima que un cambio de gobierno es un periodo que siempre genera estabilidad en todos los sectores, puesto que en los meses previos siempre se verifica un crecimiento muy grande en la inversión pública al que sigue una paralización posterior.

Dijo que la actividad productiva de la industria de la construcción en el país creció muy poco el año pasado (0.6 por ciento): experimentó un aumento en los rubros edificación privada (1.3) y en trabajos especializados de construcción (5.5), pero disminuyó considerablemente (5.8%) en obras públicas de ingeniería civil debido a la limitación del presupuesto, así como a la cancelación de proyectos de infraestructura.

Por otra parte, se vive un periodo de incertidumbre del sector privado hacia el país, el cual puede alargarse o acortarse en el corto plazo dependiendo de las decisiones del nuevo gobierno: cuando estas son conservadoras la incertidumbre tiende a desaparecer, mientras que puede seguir, si aquéllas son imprevisibles. Asimismo, una reciente baja en la calificación de la tasa de interés del país puede mermar la confianza de los inversionistas.

No obstante, se favorecerá a la industria por el crecimiento en el ingreso en niveles socioeconómicos medios y bajos que incrementa el consumo. La actividad de la construcción tiene mucho dinamismo y su vitalidad se mantendrá de acuerdo a la de la economía mexicana.

Como conclusión, el ingeniero Carlos Moss se refirió al escenario mundial en el que se espera una disminución en el consumo de acero en el 2019, mientras que la capacidad instalada para producirlo se mantiene o crece. Como consecuencia habrá una sobre capacidad que va a empujar a muchos países a exportar su material sobrante, de ahí la importancia de fortalecer y proteger la industria nacional.

En su opinión, un punto clave es el escenario de Latinoamérica donde México es uno de los tres productores importantes acero: produce el 32% acercándose a Brasil (55%) y seguido por Argentina (8%); algunos países no cuentan con una sola fábrica, por lo que es un mercado importante para las naciones exportadoras.