¿Cuál es el resultado de que un grupo de jóvenes estudiantes unan su creatividad, ingenio, ideas y deseos de contribuir con desarrollos sustentables con la certeza de que éste es el proyecto esperado, el que cambiará la vida de la sociedad actual en un futuro próximo? La respuesta: propuestas innovadoras de productos que ayuden a erigir una sociedad sostenible.

En la cuarta edición del reto Ingenious Challenge 2030, celebrada el pasado 27 de abril, en el Centro de Ingeniería Avanzada (CIA) de la Facultad Ingeniería, se congregaron 27 equipos de la carrera Ingeniería Industrial de segundo semestre, y un grupo de 21 jueces conformado por ganadores de certámenes anteriores, profesores e investigadores de la FI, y expertos en sustentabilidad, temas sociales y empresarios.

Este evento fue coordinado por los profesores Andrea Paola Dorado Díaz, Diego Nieto Fierro, Omar Llanes Briceño y Jorge Chávez Briseño, de la asignatura Creatividad e Innovación, apoyados por estudiantes: "Los temas se enfocaron en los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la Agenda 2030 de la ONU: alimentos saludables, generación de energía por medio de topes, techos solares y pedaleo, reciclaje de materiales y de ropa, juegos para aprendizaje de las finanzas, ahorro y reúso de aguas grises, máquinas expendedoras de comida para mascotas de la calle y agricultura hidropónica, entre otros".

Durante la inauguración el ingeniero Nieto Fierro hizo hincapié en la relevancia del desarrollo sustentable y de que las nuevas generaciones se empapen de este tema, pues lo estarán escuchando en los próximos años. La maestra Silvina Hernández García, jefa del Departamento de Ingeniería Industrial, afirmó que las universidades deben estar abiertas a la innovación tecnológica y celebró la iniciativa de los profesores de fomentar entre sus estudiantes este tipo de retos desde los primeros semestres. "Así empiezan a desarrollar ese pensamiento creativo, que a lo largo de la carrera les servirá para innovar tecnológicamente", acotó.

El certamen se llevó a cabo en dos etapas, primero se formaron los bloques rosa, verde y azul, cada uno con nueve equipos, y tres grupos de jueces, de acuerdo con cada color, quienes evaluaron a los participantes mediante una aplicación, calificando a la final los dos mejores equipos de cada sección: Ecosus, Frunggies, Hidroponía, Pedaleo energético, Hydrowar y En órbita.

En la segunda etapa, los finalistas expusieron sus propuestas a fin de que jueces, compañeros e invitados emitieran su voto digital; el resultado favoreció a Ecosus, en segundo lugar Frunggies e Hidroponía en tercero, que recibieron el reconocimiento de sus profesores y compañeros, y un apoyo económico.

En esta edición se evaluaron el proceso de investigación para identificar una problemáticas y generar una propuesta innovadora de la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU que tomara en cuenta fuentes primarias y secundarias, recientes y especializadas, entrevistas a usuarios y factibilidad para implementarse; la exposición del producto y el speech de ventas, los prototipos y el diseño del stand, y adaptar el proyecto a un presupuesto máximo de 3 mil pesos, entre otros aspectos.

Ecosus (de ecológico y sustentable) consiste en un tope diseñado con caucho reciclado y engranes de bicicleta, el cual se conecta a un tren de engranes y a un motor eléctrico, que funciona como generador de energía eléctrica. Esta tecnología podría ser utilizada por debajo de las losetas de grandes tiendas o locales y los clientes generarían energía al caminar. El proyecto es idea original de Ady Beltrán Villanueva, Leonardo Torres Rendón, Alexis Baltazar Vastañeda, Luis Ricardo Rodríguez Meneses, Andrea López Martínez y Alejandro Palafox Matías, quienes coincidieron en que la FI y la UNAM los impulsa a desarrollar proyectos innovadores en pro del país y del planeta.

Itzel Berenice Bautista Guerrero, Sabrina Gallegos, Caballero, Mara Paulina Gutiérrez Trejo, Brenda Edith Pérez Balcázar y Valeria Vázquez Ramírez, con Frunggies (de fruit and veggies), produjeron una botana con un alto contenido nutricional dirigido a comunidades de bajos recursos, principalmente a sus niños. Deshidratan las frutas y verduras con energía solar y después hornean sin grasas ni conservadores, azúcares y sal que puedan dañar la salud. "Nos asesoró una nutrióloga e hicimos un estudio de mercado en algunas comunidades con pruebas de camote, zanahoria, manzana, papa, calabaza y betabel y tuvieron buena aceptación. Pensamos continuar con el producto e introducirlo a escuelas, incluso ya tenemos pedidos de nuestros compañeros", comentaron.

Con Hidroponía, Fernanda Noemí Álvarez Moctezuma, Sebastián Negrete Torres, Manuel Moreno Domínguez y Miguel Mar Gutiérrez utilizan el método de cultivo en agua con nutrientes artificiales disueltos; las ventajas que ofrece es duplicar la productividad agrícola en pequeña escala en menor tiempo y asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos.

La maestra Dorado subrayó que en Creatividad e Innovación los alumnos aprendieron a identificar una problemática y plantear una propuesta de solución acercándose a los usuarios para conocer sus necesidades y realizando prototipos. "Los jóvenes aplicaron la ingeniería, realizaron presupuestos, hicieron pruebas al prototipo, se retroalimentaron del mercado y de los profesores, y se organizaron para colaborar en equipo y resolver juntos los retos que implican el funcionamiento de su proyecto".