La tercera sesión del Ciclo de Conferencias de Primavera 2015, El Sentido de Logro como Elemento de Motivación, a cargo del ingeniero Sergio Alberto García Robles, se efectuó el 15 de abril en el Centro de Docencia Ingeniero Gilberto Borja Navarrete.

El logro y la motivación, comenzó el ingeniero, son dos conceptos complementarios que van más allá de la docencia o de la ingeniería: se refieren a la vida. De ellos depende que ésta se enfoque en objetivos o metas y son los que determinan sus efectos en uno mismo y en los demás.

La motivación, definió el ponente, es aquello que nos pone en acción, la voluntad que estimula el esfuerzo y que se refleja en la necesidad de satisfacer un impulso. Existen dos tipos de motivación: una intrínseca de carácter personal, interna y que se da por el placer de alcanzar logros, y otra extrínseca que proviene de estímulos externos como recompensas y obligaciones.

La primera, considera el ingeniero, es la más importante: en uno mismo se debe encontrar el sentido de logro, cuando entendemos qué hacer para alcanzar lo que se ha propuesto y aceptamos el reto de realizar el esfuerzo necesario para ello.

El primer paso del sentido de logro es crear un objetivo que defina lo que queremos. Es importante, agregó, vivir siempre con sueños e ideales personales, los cuales deben ser pensados con precisión. Asimismo, los objetivos deben ser concebidos con una visión a largo plazo. "En el caso de los ingenieros, es importante que no se limiten a proponerse el terminar la licenciatura, sino que se planteen las cuestiones de cómo y dónde quieren ejercerla".

En segundo lugar, hay que priorizar el objetivo en la mente, de tal manera que el sentido de logro determine las costumbres cotidianas para enfocarlas al trabajo en función de alcanzar lo propuesto. El tercer paso consiste en resolver los hábitos de autosabotaje, se necesita conocer la propia fuerza, aprender de la derrota y, sobre todo, mantener una actitud mental positiva.

El ingeniero García destacó que se requiere un plan estratégico escrito para acabar con la falta de claridad y mantener una autodisciplina para seguirlo, poniendo especial atención en la administración del tiempo.

En cuanto a la motivación extrínseca, recalcó que el papel del docente es motivar a sus alumnos para que sean triunfadores. Recomendó conocer sus sueños, impulsarlos para buscar algo más allá de lo inmediato, desarrollar su autoestima concientizándolos de su potencialidad y valor, enseñarles a establecer objetivos de vis