La maestra María Elena Cano Salazar, coordinadora de Formación en Desarrollo Humano del Centro de Docencia Ing. Gilberto Borja Navarrete, inauguró el diplomado La Personalidad del Docente y su Impacto en la Formación Profesional del Estudiante del Siglo XXI, el pasado 26 de junio en la Sala de Seminarios, en presencia del maestro Marco Tulio Mendoza Rosas, secretario de Apoyo a la Docencia, el ingeniero Óscar Agustín Segura Garfias, coordinador del CDD, instructores y alumnos.
Desde un principio este diplomado ha planteado la necesidad de identificar e integrar elementos de la educación, psicología, comunicación y relación interpersonal mediante principios teóricos que sustenten la personalidad del docente para propiciar mejoras en la formación del estudiante, en la cual los profesores son una pieza fundamental para el aprendizaje y la formación de los futuros ingenieros, aseguró la maestra Cano.
Temas de desarrollo humano, una de las habilidades que deben poseer las nuevas generaciones, a través de la figura del docente, van permeando esta misión de ir profesionalizando con un enfoque humanístico a nuestros estudiantes, abundó.
El maestro Mendoza Rosas destacó que el CDD ha marcado la pauta con ofertas pedagógicas que satisfacen las necesidades de los profesores y estudiantes, programas que buscan formar egresados exitosos para que se incorporen al sector productivo o sean emprendedores, por ello es necesario que a los profesores les enseñen a desarrollar habilidades blandas.
Añadió que esta labor para profesionalizar de forma adecuada y pertinente a la planta docente de la FI ha derivado en la certificación de sus programas por parte del CACEI. "Es importante el trabajo que realizarán en estos cuatro meses para adquirir una mejor formación en desarrollo humano y que puedan transmitirla a los alumnos, quienes manifestarán el éxito de este esfuerzo al incorporarse al campo laboral".
El ingeniero Segura Garfias afirmó que este diplomado es el resultado de una detección de necesidades pedagógicas en la FI: "Nos percatamos que el desarrollo humano es importante en el aula, desde ese punto de vista es justificado, incluso ya tenemos una primera generación con muy buenos resultados". Agradeció a los instructores Marcos Bermejo Manzano (Módulo La educación como fundamento del desarrollo humano), María Alejandra Zavala Ojeda (La personalidad e imagen del profesor como piedra angular en la formación del estudiante), Ingrid Marisa Cabrera (Habilidades para la comunicación interpersonal en el proceso docente), Claudia Loreto Miranda (Tendencias y estrategias de comunicación para la docencia), Juan Varela (La importancia de la inteligencia emocional en la práctica docente) y Juan Tapia (Liderazgo docente en la educación superior del siglo XXI) por la dedicación y esfuerzo que siempre le ponen al desarrollo de estos cursos.
En esta ocasión se inscribieron 18 profesores: Anayantzin Almanza, Ángel Francisco Álvarez, Neftalí Elorza, Gaspar Franco, Mario Galván, Luis Antonio García, Berenice Hernández, Miguel Ángel Hofmann, Lucía Yazmín Juárez, José Miguel Martínez, Miriam Graciela Mendoza, Brenda Iveth Moreno, Georgina Nieto, María Teresa Peñuñuri, Soledad Alicia Rivera, Luis Antonio Rodríguez, Ana Lilia Salas y Mario Sinuhé Sánchez.
Cada uno expresó las expectativas que tienen del diplomado: perfeccionar sus habilidades en el desarrollo humano para mejorar la interrelación con los estudiantes y tener un entorno adecuado, generando mayor productividad; aplicar debidamente las bases teóricas de la enseñanza y saber cuál es la importancia del trabajo en equipo, de la inteligencia emocional, de la empatía con los alumnos, entre otras.
Coincidieron que el desarrollo humano en la docencia es esencial, porque se tocan muchas vidas simultáneamente. Subrayaron que un docente tiene que optimizar su labor para ayudar a los estudiantes a resolver no sólo cuestiones académicas, sino personales y es imperioso que aprendan a escucharlos; deben ser sensibles a las necesidades de la nuevas generaciones que demandan profesores con otro tipo de habilidades que les permita explotar el potencial del alumno y el suyo propio, porque la docencia es una carrera en la que se aprende algo nuevo cada día y eso hay que transmitirlo.
En su turno, los instructores ponderaron el interés de los académicos por este diplomado, el cual les dará las herramientas para generar un ambiente de empatía entre profesores y alumnos, para propiciar un aprendizaje que cumpla con los atributos de egreso que la FI requiere y mantenga los programas acreditados internacionalmente; aprender los principios y estrategias docentes para formarse con un perfil humanístico; realizar una revisión teórica de su personalidad conectada con la práctica, a fin de conocerse a sí mismo e identificar lo que está transmitiendo a sus alumnos y le gusta y lo que no puede explicar y no le gusta, pero igual lo comparte; los aspectos negativos de la tecnología y el estrés que genera la falta de ella, el control de la emociones mediante la inteligencia y desarrollo de habilidades de liderazgo, así como las mejores prácticas docentes a nivel superior en el plano nacional e internacional.
Cabe destacar que el diplomado se impartirá del 5 de agosto al 20 de noviembre, 120 horas distribuidas en seis módulos.
