El pasado 26 de junio en el Centro de Ingeniería Avanzada (CIA) se llevó a cabo el Seminario de Diversidad en Ingeniería, donde activistas por los derechos de la comunidad LGBT+ se reunieron para compartir conceptos, vivencias, y recomendaciones a la FI, como parte de las acciones relacionadas al respeto de la diversidad sexual.

El maestro Erick Mata Guel explicó las diferencias entre los componentes de la identidad sexual, es decir, entre sexo biológico (determinado por los cromosomas y manifestado en hormonas y genitales), identidad y expresión de género (dependientes de la cultura), y orientaciones sexual y romántica (atracción por uno u otro género), que suelen ser confundidas y malinterpretadas.

La licenciada Citlally Vilarejo Gómez, vocera del colectivo Asexuales de México, explicó que existen diversos tipos de atracción: sexual (deseo de practicar coito), romántica (afecto o cariño), estética, (reconocer la belleza física), sensual (acariciar o abrazar), y arrobamiento (deseo de tener una relación cercana pero no romántica), y que es importante diferenciar, ya que los humanos sentimos la necesidad de relacionarnos y definir los componentes de la identidad sexual.

Asimismo, compartió la definición de asexualidad (falta de atracción sexual) y de otros conceptos relacionados: grisexualidad (atracción bajo ciertas circunstancias) y demisexualidad (condición en la que se necesita afecto para sentir deseo sexual).

La ingeniera Diana Laura Pérez, egresada de la FI, y vocera de U-Diversidad, colectivo multidisciplinario presente en dependencias de la UNAM, compartió que el grupo se creó en 2005 como respuesta a la necesidad de la población LGBT+ por tener un espacio seguro para expresarse con confianza, en especial en ciertas áreas del campus universitario donde hubo muestras de discriminación y misoginia por parte del alumnado y la planta docente, llegando incluso a manifestarse en abusos físicos y verbales dentro de la FI.

Remarcó el derecho de tener espacios seguros, ya que la violencia puede escalar a un punto en el que orilla a los alumnos a ocultar sus preferencias e incluso dejar sus estudios por el hostigamiento; sin embargo, gracias al colectivo aprendió a sensibilizarse, algo que hace mucha falta en la FI.

Indicó que cualquier persona puede informarse sobre problemáticas relacionadas con la expresión de la sexualidad, a través de redes sociales como Diversidad UNAM en Facebook.

El coordinador de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT, licenciado César Augusto Casas, aseveró que la discriminación en el país tiene un impacto no sólo social, sino también económico de 80 millones de dólares, equivalente al PIB anual de Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala, por lo que al erradicarla se incrementaría el nivel de bienestar de la población en distintos aspectos.

La Federación, agregó, se compone por cuatro programas básicos: empresa y talento diversos, agentes de cambio e institución comprometida con la diversidad, cuyo objetivo es construir un país justo con todos, ya que el trabajo es un derecho humano al que muchos integrantes del colectivo LGBT+ no pueden pertenecer por prejuicios que deben terminar.

Alejandro González Romero, colaborador de AT&T, compartió su experiencia como hombre transexual y su camino a la empresa, que desde 1975 estableció políticas de no discriminación, que lo ayudaron a desarrollarse personal y profesionalmente al ser la primera persona trans en la sede en México, donde siguen fomentando la inclusión a través de talleres de sensibilización y entornos seguros.

Finalmente, los panelistas dieron sus recomendaciones e impresiones para que la Universidad logre un ambiente más equitativo: crear protocolos de actuación ante ciertas situaciones de abuso, capacitar a profesores y alumnos en temas de diversidad, formar comités de inclusión y grupos de apoyo para que los alumnos no tengan miedo de expresarse libremente y así conseguir en un futuro la misma libertad para todos los integrantes de la sociedad.