La Fundación Ingeniero Víctor Manuel Luna Castillo y la Facultad de Ingeniería realizaron, el pasado 17 de octubre de 2019 en el Aula Magna, la ceremonia correspondiente a su décima tercera entrega de reconocimientos anuales a los mejores trabajos de tesis de la carrera de Ingeniería Civil que sean una aportación significativa y cuya elaboración, tema y características del autor enaltezcan los valores de constancia, valentía, alegría, inteligencia, honestidad, veracidad y lealtad. La mesa de honor estuvo integrada por el licenciado Víctor Manuel Luna Castro, representante de la Fundación; el doctor Carlos Escalante Sandoval, director de la Facultad, y los maestros Gerardo Ruiz Solorio, secretario General, y Marco Tulio Mendoza Rosas, jefe de la División de Ingenierías Civil y Geomática.

En su discurso, el director de la FI informó que a lo largo de las trece ediciones del premio han sido evaluadas 156 tesis, en 2019 se presentaron 16, las cuales fueron revisadas exhaustivamente por el jurado integrado por distinguidos ingenieros civiles y profesores de la institución, a quienes reconoció de manera especial y felicitó por su difícil y comprometida labor de seleccionar a los tres primeros lugares: "Realizaron un excelente trabajo con profesionalismo, ética y entrega".

Por otra parte, reconoció a los egresados y a sus directores de tesis por haber participado en este concurso y luchar por obtener tan codiciado galardón; los animó a promoverlo y fomentar la elaboración de investigaciones, "las cuales significan grandes aportaciones a la ciencia en su conjunto". Por último, afirmó que la Fundación impulsa a la ingeniería civil mexicana a través de este premio que lleva el nombre de un extraordinario ingeniero y académico de la Facultad.

En su discurso, el licenciado Luna Castro agradeció a los alumnos y maestros por su destacada participación en el certamen, a la Facultad por haber sido el hogar de su padre como estudiante y profesor y, sobre todo, a la UNAM "por haber construido esta patria". En nombre de su familia dijo que es un privilegio la posibilidad de regresar un poco de lo mucho que han recibido gracias a la Universidad. Invitó a los premiados a honrar las bendiciones del conocimiento adquirido, mediante su trabajo profesional diario, apoyando a sus compañeros y a su institución en todo. "Estamos viviendo una época difícil y muy convulsa en nuestro país, por ello, el quehacer de los hombres y mujeres de bien es muy importante; hoy es el día de ser valientes, éticos, de dejar de pensar sólo en nosotros mismos, y de hacer de nuestro país un mejor lugar para vivir", concluyó.

En su intervención, el maestro Mendoza Rosas dio un reconocimiento a la labor de los directores de tesis por apoyar esta forma de titulación que rescata en gran medida la esencia misma de las instituciones educativas como la nuestra: "formar recursos humanos capaces no sólo de resolver problemas sino de identificarlos; las tesis son un claro ejemplo de las habilidades y destrezas de nuestros egresados, quienes son competentes para estructurar un estudio profundo y con rigor que busca generar una solución clara y precisa. Las aportaciones hechas en estos trabajos son de gran valía para su campo profesional, su escuela y para su país", explicó.

El primer lugar del XIII Premio fue para la ingeniera Ileana Elizabeth Monsalvo Franco con la tesis Efectos de los Amortiguadores de Masa Sintonizada en la Respuesta Sísmica de Estructuras de la Ciudad de México, dirigida por el doctor Héctor Guerrero Bobadilla; el segundo, para Diana Margarita Portillo Arreguín con Determinación Experimental de las Propiedades Térmicas del Suelo del ex Lago de Texcoco, asesorada por la doctora Norma Patricia López Acosta, y en tercer lugar, Kevin Nieto Pedraza con Modelación de la Concentración de Monóxido de Carbono en la Atmósfera de la Zona Metropolitana del Valle de México Mediante Información obtenida de Sensores Remotos, dirigida por el maestro Rodrigo Takashi Sepúlveda Hirose. Los premiados recibieron un diploma, una medalla y un incentivo económico.

La ganadora del primer lugar dijo que participar en el concurso fue un reto muy importante para su formación. "En muchas ocasiones creemos no ser capaces de hacer algo, pero cuando te esfuerzas, luchas y logras tus proyectos, cambias de forma de pensar: te sientes invencible y te sabes capaz de alcanzar todas tus metas. A partir de este premio me siento motivada para continuar mi formación profesional, pelear por mis sueños y retribuirle más a mi país", aseveró.

Finalmente, el doctor Guerrero Bobadilla afirmó que en la UNAM y en nuestra facultad existe mucho talento. En varias ocasiones les dice a sus alumnos: "Lo que nos falta como ingenieros es creer en nosotros mismos. Cuando nos empeñamos y esforzamos en lograr nuestras aspiraciones, no tengo duda de que somos capaces de alcanzarlas".