El pasado 20 de enero, la Facultad de Ingeniería se sumó al primer macrosimulacro nacional de 2020, un ejercicio masivo para fomentar la cultura de la prevención y evaluar la activación de un plan de emergencia sísmica en el país. La hipótesis, de acuerdo con Protección Civil, fue un temblor de intensidad 7.0, con epicentro en el municipio de Acambay, Estado de México.
En nuestra Facultad, la alerta se activó en punto de las once de la mañana; académicos, estudiantes y trabajadores de la FI siguieron el protocolo de sismo apoyados con las indicaciones del personal de la Comisión Local de Seguridad para evacuar ordenadamente los edificios y ubicarse en las zonas de menor riesgo.
Tras el desalojo, los ingenieros Héctor Javier Guzmán Olguín y Nikte Ocampo Guerrero, responsables de la División de Ingeniería Civil y Geomática para la revisión estructural postsísmica del edificio A, agradecieron a las autoridades y a toda la comunidad por sumarse al ejercicio y participar adecuadamente. "Tenemos un protocolo que debemos asumir para responder con orden y calma", dijo el ingeniero Guzmán.
En una situación real, señaló la ingeniera Ocampo, el equipo de especialistas de la Facultad inspeccionará de manera detallada todos los edificios para descartar cualquier daño en las estructuras que pongan en riesgo la seguridad de los ocupantes.
Los alumnos de Ingeniería Civil de la FI, abundó Héctor Guzmán, tienen la posibilidad de formar brigadas, junto a los expertos en estructuras, para apoyar en las revisiones, es el compromiso con la sociedad, finalizó.
En este primer macrosimulacro de 2020, participaron instituciones académicas, entidades gubernamentales y del sector privado, además de servicios de emergencia y protección civil.