Sergio Ríos Rabadán, alumno de la especialidad en Diseño mecánico -área espacial-, que se imparte en la Unidad de Alta Tecnología (UAT) en Juriquilla, Querétaro, realizó una estancia de tres meses en el Instituto Kyutech, en la zona Kitakyushu, al sur de Japón, con la finalidad de enriquecer el desarrollo y avance de su tesis: la elaboración de un dispensador para cohetes espaciales.

Su tutor, el doctor José Alberto Ramírez Aguilar, jefe del departamento de Ingeniería Aeroespacial UAT, estableció contacto con el catedrático Kei-Ichi Okuyama desde hace dos años para fortalecer la relación con el país asiático, ya que México, por su ubicación geográfica, contribuye de forma estratégica en el monitoreo de sus satélites, al punto de lograr un convenio de colaboración que promueve los intercambios académicos y permite el acceso a la tecnología japonesa del más alto nivel en el ámbito aeroespacial.

El ingeniero Ríos, quien contó con una beca de movilidad del Conacyt y apoyo para transporte por parte de la UNAM, busca desarrollar e implementar una interfaz para simular y predecir las vibraciones de los cohetes durante su despegue y así prevenir el riesgo de desprendimiento de piezas que puede afectar a los satélites (CubeSats) en su interior. Durante su estancia se enfocó en simular y predecir el ambiente mecánico del cohete de Jaxa (Agencia de Exploración Espacial Japonesa), ya que cada artefacto presenta características particulares, y el de Jaxa suele ser muy violento.

Resaltó que el método de trabajo de los ingenieros japoneses fue de utilidad para el desarrollo de su protocolo y futura aplicación en diversos tipos de satélites, así como que el enfoque de los proyectos del Instituto Kyutech pretende un impacto real y, por ello, buscan patrocinadores y un lugar en el mercado.

Asistir a las clases, presentaciones y a los laboratorios del Instituto, agregó, fue provechoso para su proyecto, así como el asesoramiento de los líderes de cada grupo de trabajo, quienes lo involucraron en pruebas de vibraciones, protocolos, parámetros, procesos de manufactura y procesamiento de datos.

Además, conoció diversas investigaciones: el CFRP (polímero reforzado con fibra de carbono) y su comportamiento al emplearlo en los dispensadores satelitales (que suelen ser de aluminio), un detector de incendios y la cubierta protectora de un satélite cuyo objetivo era recabar datos en la estación Espacial Internacional durante un año y asegurar su resistencia para el regreso a la Tierra.

La tesis de Sergio Ríos incluye el desarrollo matemático del dispensador, así como su construcción física, lo que será de trascendencia para la UAT y su laboratorio de Ingeniería Aeroespacial para continuar incentivando el interés por el espacio en las nuevas generaciones al contar con una herramienta para realizar pruebas y aplicar el marco teórico a diversas estructuras.

Su experiencia personal y académica, subraya, le permitió conocer y colaborar con equipos multidisciplinarios de diversas nacionalidades, enriquecer su investigación al aplicar los protocolos de la institución japonesa y a comunicarse además del inglés, con frases sencillas de japonés.

Sergio, un apasionado del espacio y la astrofísica, busca motivar a sus compañeros a enfocarse en lo que los hace felices ya que así, a pesar de las cargas de trabajo, sabrán que sus esfuerzos valen la pena, y recomendó que se animen a vivir una experiencia académica similar definiendo los objetivos previamente para tener una meta clara.